La Selección de Argentina vive un momento de gracia y plenitud futbolística que se materializó en la contundente victoria ante Italia en La Finalissima por 3-0 con goles de Lautaro Martínez, Ángel Di María y Paulo Dybala, pero la ausencia de Ángel Correa y la salida de la concentración llamaron la atención de los fanáticos.
El ex jugador de San Lorenzo se encuentra en la lucha por convencer a Lionel Scaloni de ser convocado a la Selección para ocupar uno de los nombres que viajarán a Qatar 2022 para participar de la Copa Mundial y vivir el sueño mundialístico.
Ante su ausencia en La Finalissima y su salida de la concentración, Ángel Correa decidió enviar un mensaje a sus seguidores a través de su perfil de Instagram para tranquilizarlos, agradecerles por la preocupación y aclarar la situación.
El texto de Ángel Correa sobre su enfermedad cardiológica
“Gracias de Corazón. Me dieron ganas de escribir esta carta para contarles cómo estoy de salud y para agradecerles su preocupación. Me hace muy bien como persona que muchos me llamen y me pregunten cómo me siento, ya que recibo de ustedes fuerzas permanentemente y sin esas energías no podría crecer día a día en lo que amo que es simplemente jugar al fútbol”, inició el jugador de 27 años.
En cuanto a su afección cardiológica y su ausencia de la Selección aclaró: “Quiero que sepan que este lunes me van a corregir una cicatriz que me quedó de una vieja intervención que tuve hace años en Estados Unidos. Por si no se acuerdan, se los repaso: en el 2014 pasé por una situación difícil cuando me sometieron a una microcirugía cardíaca. Yo apenas tenía 18 años y salí adelante con fe y con amor a la vida, porque de eso se trata, de nunca darse por vencido ni aun en las más feas, nunca bajar los brazos”.
Además, reveló un dato sobre su operación a los 18 años: “Y les voy a contar algo, un enfermero que me cuidaba en ese hospital, sin conocerme y sin saber quién era, se me acercó a la cama y me dijo al oído que debía estar orgulloso de mis cicatrices porque me iban a servir de mapa para no perderme en la vida, y que cada cicatriz enseña algo, tanto las de la piel como las del corazón y de los sentimientos. Por todo esto, les quiero contar que si Dios quiere, en una semana estaré para jugar de nuevo y para seguir dando lo mejor de mi persona en cada lugar en donde me toque estar”.