Una casa ordenada como sale en las revistas es relativamente difícil de conseguir. Probablemente el trabajo y la rutina diaria nos impiden diseñar y ordenar nuestra casa a diario. Lo que sí que es recomendable es poner pautas de cara a la convivencia y al bienestar familiar.
1. Crear pactos de limpieza familiar sobre todas las cosas
Para empezar a vivir en una casa ordenada es importante distribuir funciones o exigencias básicas para tener una casa ordenada. Una vez que hayamos distribuido y definido lo que hace cada uno y cómo debe estar la casa, entonces, debemos seguir las normas y en caso de duda, consultar al resto de miembros. No se puede romper un pacto sin razón alguna, ni descargar todo el peso en una sola persona.
2. Establecer un espacio reservado para los zapatos
En este caso, los zapatos deben tener siempre su sitio, ya que son los elementos que más suciedad reparten dentro de una casa, si no tenés mascotas, obviamente. Lo ideal, es tener un armario zapatero en el recibidor, en el que puedas dejar los zapatos cuando entrás. Es una solución limpia y ordenada.
3. Vaciar los bolsillos ni bien se entra a la casa
En lugar de ir repartiendo cosas por toda la casa, colocá unas canastas o bandejas en las que cada miembro pueda dejar sus cosas de manera más ordenada (llaves, móviles, carteras, etc.) Si tenés niños, dejá un hueco accesible para sus mochilas y chaquetas y conseguirás algo más de espacio.
4. Cada dos semanas revisar los productos vencidos
Sabemos que al principio da fiaca, pero dedicar un par de minutos a revisar la caducidad de los productos de la heladera, los cajones o incluso los de cuidado personal, es un recurso más para ganar espacio, aprovechar las cosas y ahorrar dinero. ¿Quién sabe cuánto tiempo lleva ahí la lata de arvejas?
5. Mantener a raya la lavandería
Es importante aprovechar y poner a lavar a una hora a la que puedas levantar y tender la ropa sin problema. Para ello, los lavarropas actuales ya vienen con un programador de horas para el inicio del lavado. Si conseguís programar esta función para que al llegar a casa tengas la ropa lavada, te ahorrarás canastos llenos de ropa pendiente de organizar. Es mejor hacerlo todo de una vez, que pasar días haciendo algo.
6. No dejar la cama sin hacer
Meterse en la cama siempre es un placer. Pero si encima las sábanas están frescas y limpias, mejor que mejor. Tener el hábito de hacer la cama, te permite tener la seguridad de dejar todo listo para la noche. Es mucho más cómodo dormir en una cama bien estirada, que en una con millones de arrugas en las sábanas bajeras. Si conseguís que cada miembro de la familia haga su propia cama, habrás avanzado mucho en el orden de tu casa.
7. Agrupar por tipo
Incluso en la pieza de guardado, organizar pinceles con pinceles, maderas con maderas y herramientas por un mismo tipo es bueno para la organización de nuestra mente. Agrupar por tipo te ahorrará dolores de cabeza al buscar algo y todos sabrán siempre dónde hay que buscar.
8. No guardar cosas innecesarias
Si no lo has usado en varios años es que realmente no lo necesitas en tu vida. Esto se puede aplicar a utensilios de cocina, como a ropa o productos de limpieza. A menudo vivimos con más de lo que realmente necesitamos y aligerar tu equipaje de vez en cuando no está de más.
9. No renunciar al mantenimiento diario
Recoger las cosas del día, lavar los platos y mantener la mesada de la cocina despejada es muy importante para mantener el orden. Si antes de irte al trabajo, te da tiempo de dejar las cosas organizadas, al llegar tendrás la sensación de tener todo el trabajo hecho y podrás descansar un poquito más.
10. Mantener ordenado el piso
Inundar el piso de cosas es una mala costumbre. Tener el piso despejado nos permite hacer más actividades en un mismo espacio. Con niños o perros puede ser peligroso dejar cosas en el medio. Así que imaginate que el piso es de lava y se puede tragar todo lo que está tirado en él...