En algún lugar del Gran Mendoza que no quería revelar por miedo, había una mujer de 36 años y una pelea por la tenencia de su hija. Pero esa pelea salió de los límites usuales para transformarse en un caso de interés político.
"Si yo no salía a contar lo político, él me iba a hacer desaparecer. A mí no me quedó otra que recurrir a eso, porque lo más importante para mí son mis hijos. Para que ellos sigan vivos y para que yo pueda seguir criándolos. Por eso tuve que recurrir a lo político", dijo a Los Andes en 2012, Laura Muñoz, la ex esposa de Alejandro Vandenbroele, a quien señaló como testaferro de Amado Boudou. Ambos hoy están condenados por la Justicia
Entre otros detalles, también contó que, a medida de que los negocios de Vandenbroele se consolidaban, la relación marital se iba a pique, al punto que el 14 de marzo de 2010 el hombre se fue de la casa: "Cuando su trabajo estaba encaminado, empezó a tener reacciones como de un poderoso impune. Salía con otras mujeres, no le importaba ocultar cosas. Había un maltrato y desprecio absoluto. Yo no entendía de dónde venía".