La Borravino: de pura cepa y de oro

Sin dejar ninguna duda, Mendoza fue el mejor de todos. Por primera vez en la historia de los campeonatos Argentinos de básquetbol femenino, el seleccionado mayor de Mendoza conquistó el tan preciado y valioso título de campeón Nacional, despejándolo al representativo de Capital Federal que lo había obtenido el año anterior.

Y no sólo el conjunto mendocino logró esa corona en el certamen desarrollado en San Juan, sino que agregó a ese importante y significativo lauro la grata condición de invictos del certamen.

Durante las cinco fechas en que se disputó el campeonato, Mendoza exhibió distintos matices que lo fueron transportando al título y a la calificación unánime del mejor equipo que se viene en la vecina provincia.

Comenzó nítidamente y con bastantes nervios frente a Santa Fe, al que finalmente doblegó por el expresivo marcador de 58-41, demostrando en la segunda parte del partido su gran potencia física, más un contundente y efectivo contragolpe.

En el segundo encuentro, indudablemente, el más importante, se impuso angustiosamente pero merecidamente, al fuerte y calificado conjunto de Capital Federal por un simple (58-57), ratificando allí su enorme garra y una notable predisposición en el trabajo defensivo.

Posteriormente venció a San Juan por 68-58 con total claridad y determinación. Las sanjuaninas (pese a contar con el apoyo de su público) no pudieron inquietar seriamente a las campeonas y debieron reconocer la superioridad de Mendoza tanto en el score como en el juego.

En el cuarto y quinto partido el quinteto Borravino mermó su rendimiento. Frente a Corrientes triunfó por 56-29, sin tener necesidad de volcar sobre el rectángulo todo el despliegue físico que exhibió en los cotejos anteriores.

En el último encuentro surgieron nuevamente los nervios del principio. El saberse ya prácticamente campeonas, influyó notoriamente en el desempeño de las jugadoras, brindándoles la enorme responsabilidad de demostrar en la cancha el por qué de ese título argentino. Así, cometieron errores no habituales en ellas, pero de todas maneras le ganaron a provincia de Buenos Aires por 67-65 (en tiempo suplementario), en un cotejo sumamente disputado y emotivo.

A su tiempo y oportunamente, cada integrante del seleccionado campeón de Mendoza ofreció sus mejores virtudes basquetbolistas. Entre ellas podemos destacar a la pequeña gran jugadora que es Rosa Maradona, quien con su habilidad, sus certeros y sorpresivos pases, y su excelente media distancia, confundió a rivales y rompió distintos sistemas defensivos de diferentes adversarios.

Mercedes Gómez fue (indudablemente) otro de los baluartes del equipo. Su gran capacidad capacidad en los tableros, tomando rebotes y anotando dobles bajo el cesto o con su clásico gancho, fue base primordial en los triunfos y lógicamente, en la tan magnífica corona conquistada.

Sin querer determinar prioridades con la enunciación de nombres ( en realidad, alguien hay que mencionar en primer termino), también Beatriz Zarubia fue sumamente importante en el esquema táctico mendocino. Su gran calidad, su potencia en la marca y esa notable fuerza para mandarse tras el doble, fueron sus principales atributos.

De las restantes, sorprendió la labor de la pequeña (por sus 15 años de edad) Laura Cocola, quien expuso loables condiciones en la marca e inteligencia en ataque. Como así también gustó el dribbling y velocidad de Miran Perla; la potencia de Flavia Finali, la media distancia de Clausico Ciccio; la seguridad de Silvia Astié, practicidad de Beatriz Carrique, la enjundia de Sandra Caletti y las notables cualidades ofensivas de Laura Rodríguez.

La juvenil pivot Sonia Wilde (seleccionada argentina) no pudo actuar al sufrir un esguince en su tobillo izquierdo, horas antes de la iniciación del campeonato.

Allí, en sintético resumen, están las doce jugadoras que conquistaron para Mendoza el primer título de campeonas de la Argentina. Y junto a ellas, no debemos olvidar los conocimientos y capacidad del cuerpo técnico, integrado por los entrenadores Edgardo Sergio Peralta y Carlos Casal, más el valioso aporte de la profesores de Educación Física Cecilia Edith Sabino.

En estas quince personas:  en lo expuesto en el campeonato Argentino de San Juan y en ese intenso y profundo trabajo previo que realizaron en Mendoza está el motivo de este glorioso título nacional para nuestra provincia basquetbolística. Algo que es necesario conservar y mejorar.