La pulpera de San Rafael aumenta su producción y se expande en los mercados

La planta le ofrece mejores precios a los productores y genera buena rentabilidad. La incorporación de nuevas frutas le ha permitido a la comuna mantener la fábrica activa por seis meses, reduciendo los costos.

Se demandó una inversión de 60 millones para la compra de maquinaria y las terminaciones estructurales.
Se demandó una inversión de 60 millones para la compra de maquinaria y las terminaciones estructurales.

La pulpera de San Rafael nació como una necesidad de los agricultores, pero la comuna sureña lo hizo propio y la llevó un paso más adelante; la convirtió en un ente con la capacidad de hacer negocios e intervenir en el mercado de manera positiva, si se lo mira desde el bolsillo del productor.

La pulpera también significó lo que se podría tomar como una paradoja, poder avanzar en la tan declamada diversificación de la economía pero haciendo exactamente lo mismo. La respuesta es simple, partiendo de una actividad centenaria como la fruticultura, la planta permitió convertir la materia prima en un abanico de productos que le da una salida completamente distinta a la comercialización de la fruta en fresco o desecada.

En la actualidad la pulpera emplazada en Cuadro Nacional procesa frutas, y también verduras, de 350 productores asociados a las Cooperativas Fruderpa y La Línea, pero además recibe la materia prima que le proveen agricultores no asociados de General Alvear, el Valle de Uco y también del Este mendocino.

En 2020 la planta superó su propia barrera y llegó a procesar poco más de 7 millones de kilos de fruta mientras que para la temporada que está en marcha, la cuarta desde que comenzó a operar, pretenden volver a romper el propio récord.

El establecimiento está equipado para procesar damasco, durazno, pera, ciruela, membrillo y manzana, al igual que tomate. Además, ya comenzaron con las experiencias de zapallo y apuntan a continuar en invierno con otras verduras.

La gran mayoría de los productos se comercializan en el mercado interno, pero lentamente han comenzado a expandir sus fronteras. De hecho ya consiguieron ingresar a Perú, Ecuador y Brasil.

Como interventor dentro de la negociación de precios, desde el primer día los valores de base que le pagaron al productor estuvieron entre un 20% y un 35% por encima del mercado. Por otro lado, el finquero puede utilizarla de ahorro: espera a que vendan la mercadería y luego recibe un extra sobre el precio pactado inicialmente, que puede llegar a rondar el 30%.

“Esperamos al momento oportuno para vender y al ser la pulpa un commoditie, el valor se cobra a valor dólar. Al productor le permite que ese producto sea como una caja de ahorro, espera un poco y recibe unos pesos más”, sintetizó Emir Félix, intendente de San Rafael.

Se demandó una inversión de 60 millones para la compra de maquinaria y las terminaciones estructurales.
Se demandó una inversión de 60 millones para la compra de maquinaria y las terminaciones estructurales.

Cómo fue el comienzo

La idea de construir una pulpera en San Rafael nació de un reclamo de los productores de hace nueve años. La comuna sanrafaelina terminó por darle cuerpo a esa idea en abstracto y hacia 2013 obtuvo un subsidio por un monto de $ 10.000.000 por parte del Ministerio de Agroindustria de la Nación para hacer frente a la compra de las primeras maquinarias.

En 2015, con el cambio de color político en la Casa Rosada, el segundo tramo de los fondos, que iban a llegar para afectarlos a la fábrica, no llegaron, y los fondos para la construcción del complejo tuvieron que salir de las arcas comunales. La planta demandó una inversión de unos 60 millones de pesos por aquellos años. La inauguración fue en diciembre de 2017.

“Decidimos arrancar la pulpera porque veíamos la problemática que tenía la producción agrícola. Había una gran barrera entre el valor del producto de primera y el que iba a molienda, que tenía un valor prácticamente de limosna. En segundo lugar, en ese momento había muy buen negocio a nivel industrial y queríamos transferirle el nivel de rentabilidad al productor. La industria tenía muy buena rentabilidad y el productor ninguna”, comentó el intendente Emir Félix.

La planta opera con tres turnos de 8 horas. Trabajan 43 empleados, y si bien comenzó trabajando por temporada, fue extendiendo los tiempos y actualmente la producción se mantiene durante seis meses. “Mientras más volumen procese la planta, más se reducen los costos fijos”, sostuvo el intendente de San Rafael.

La tarea comienza con el damasco, luego prosigue con el fuerte, que es el durazno. Desde fin de febrero a marzo laboran pera y membrillo y después continúan con tomate hasta mayo o junio. También consiguieron extender los tiempos de producción utilizando como materia prima la ciruela seca, la manzana y comenzaron con las experiencias en zapallo en 2020.

“La aspiración está centrada en poder incrementar el volumen de operaciones para extendernos en invierno, apostando a concentrado de otras verduras como la papa, batata y hasta acelga”, confió Juan Carlos Cappadona, gerente de la pulpera.

Volver a los productos mendocinos

Dentro de la gama de productos que ofrecen, en 2019 lanzaron sachet de pulpa de frutas destinados principalmente a bares, restaurantes y heladerías y luego continuaron con envases de 2 y 3 kilos de pulpa para el consumo en las casas y con tapa a rosca para facilitar la utilización y conservación una vez abierto.

A futuro apuntan a comercializarlo en los supermercados. Mientras tanto empezaron por San Rafael, pero ahora le apuntan a todo Mendoza para que, al menos, en los hoteles, café y restaurantes ofrezcan jugos completamente naturales, sin aditivos o conservantes y con la posibilidad de utilizar el producto que la persona desee para edulcorarlo.

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