La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de parches rojos, elevados y escamosos en diferentes áreas del cuerpo. Afecta aproximadamente al 2-3% de la población mundial.
Aunque la causa exacta de la psoriasis no se conoce completamente, se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos, inmunológicos y ambientales. En las personas con psoriasis, el sistema inmunológico desencadena un proceso inflamatorio excesivo que acelera el ciclo de renovación de las células de la piel, lo que lleva a la acumulación de células muertas en forma de escamas en la superficie de la piel.
Cuáles son los síntomas más comunes de la psoriasis
1. Placas rojas y elevadas en la piel: Estas lesiones suelen ser cubiertas por escamas plateadas o blancas. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en los codos, las rodillas, el cuero cabelludo, la espalda y el dorso.
2. Picazón y ardor: Las lesiones psoriásicas pueden causar picazón intensa y sensación de ardor; algo muy molesto y que puede afectar la calidad de vida del paciente.
3. Descamación: La piel afectada por la psoriasis suele desprenderse en forma de escamas, lo que puede resultar en manchas blancas o plateadas en la ropa.
4. Engrosamiento de las uñas: En algunos casos, la psoriasis puede afectar las uñas causando engrosamiento, desmoronamiento y cambios en la apariencia.
La psoriasis es una enfermedad crónica que tiende a tener brotes y remisiones. Otros factores desencadenantes comunes de los brotes de psoriasis incluyen el estrés emocional, las infecciones, el clima frío y seco, los traumatismos en la piel y algunos medicamentos.
Cómo se puede tratar esta enfermedad
El tratamiento de la psoriasis varía según la gravedad de la enfermedad. Las opciones de tratamiento son:
1. Medicamentos tópicos: Se aplican directamente sobre la piel afectada y pueden incluir corticosteroides, retinoides, análogos de la vitamina D y alquitrán.
2. Fototerapia: Exposición controlada a la luz ultravioleta (UV) para reducir la inflamación y mejorar los síntomas de la psoriasis.
3. Medicamentos sistémicos: Se utilizan en casos más graves de psoriasis y pueden incluir medicamentos orales o inyecciones que afectan el sistema inmunológico.
4. Tratamientos biológicos: Medicamentos que se dirigen a moléculas específicas del sistema inmunológico involucradas en la psoriasis.
Es importante destacar que la psoriasis es una enfermedad crónica y no tiene cura definitiva. Sin embargo, con un manejo adecuado y un tratamiento personalizado, es posible controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.
Si sospechas que podes tener psoriasis, te recomiendo que consultes a un dermatólogo para recibir un diagnóstico preciso y tratamiento adecuado.
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