Si hay algo en lo que se han especializado las series españolas, es en la fórmula del suspenso a cuentagotas, en la dosis justa para dejar al espectador con ganas de un poco más. Pero esta vez, además, con el estreno de El inocente, en Netflix, se descubre una nueva cualidad: todo está perfectamente calculado para que el protagonista se luzca sin hacer absolutamente nada.
Porque la serie es -casi- perfecta. Tiene buen timing, un reparto de actores muy talentosos, un relato convincente y una historia atrapante desde el primer minuto, en el que se mezclan accidentes, corrupción, cárcel, homicidios, prostitución, convento de monjas, hijos adoptados, personajes con doble vida, suicidios y venganzas de todo tipo. Y en el medio de esa vorágine Mario Casas, el protagonista, con una exigencia actoral mínima que solo requiere de su presencia de pié y, en algunos casos, primeros planos.
Para destacar, la actuación de la argentina Martina Gusmán (Leonera, Carancho, Elefante blanco) en el elenco, encabezado por Casas, Aura Garrido y Alexandra Jiménez y la extraordinaria Susi Sánchez, entre otros importantes actores.
La historia comienza con un hecho ocurrido hace nueve años, cuando Mateo Vidal (Mario Casas) intercede en una pelea a la salida de un boliche, que termina con la muerte de uno de los involucrados. Luego de cumplir la condena, intenta rehacer su vida junto a Olivia, su nueva pareja que está embarazada. Sin embargo su inocencia será puesta en duda nuevamente cuando una inexplicable llamada desde el celular de Olivia desconcierta a Mateo, que comenzará una frenética carrera por descubrir la verdad, en una serie de hechos que exceden por mucho el accionar de Mateo.
A pocas horas de su estreno ya se había posicionado, merecidamente, como la serie más vista de la semana. Escrita y dirigida por Oriol Paulo, sumerge al espectador en una trama fragmentada, que va siendo presentada desde el relato subjetivo de cada uno de los implicados en la historia. Así, se va descubriendo que mucho depende del cristal con que se mire. No hay que olvidar que El inocente lleva a la pantalla la novela homónima de Harlan Coben, un libro de más de 400 páginas publicado en 2005 y ante el que, según confiesa en una entrevista concedida a CulturaOcio.com, Oriol Paulo “no pudo resistirse”.
En la misma entrevista se le consultó al director acerca de la posibilidad de una segunda temporada: “El espectador va a viajar por un laberinto y al final llegará al centro de ese laberinto y la serie va a cerrar. Queda cerrada”, sentencia, con lo que se descarta una segunda temporada de El inocente en Netflix.
Spoiler: un detalle negativo es que, en el intento de cerrar todas las historias, algunas -que podrían haber sido un spin off o un dato en medio de la trama central-, pasan a tener un desarrollo completo, diluyendo un poco el potente efecto del entramado del relato principal. Una idea que ya había dejado clara Jorge Manrique, en el Siglo XV, en las Coplas a su padre: saber callar a tiempo. Fuera de eso, la serie es entretenida, está bien contada y es super recomendable para una maratón de fin de semana.
El inocente. 2021. España. Dirigida por: Oriol Paulo. Protagonizada por: Mario Casas, Aura Garrido, Alexandra Jiménez, José Coronado, Martina Gusmán, Juana Acosta, Gonzalo de Castro, Ana Wagener, Miki Esparbé, Xavi Sáez, Anna Alarcón, Susi Sánchez. Género: Thriller, drama. Disponible Netflix. Nuestra opinión: Excelente.