Desde el viernes pasado y hasta el 28 de abril permanecerá una muestra en el Espacio de Fotografía Máximo Arias, ubicado en el Paseo Padre Contreras 1250, del Parque General San Martín, en lo que representa la cuarta parte de expositores cuyos proyectos fueron seleccionados por convocatoria durante 2023 y 2024. La entrada es libre y gratuita.
La muestra fue organizada por la Subsecretaría de Cultura dependiente del Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y DGE y los horarios de visita son de martes a viernes de 10 a 20; sábados, domingos y feriados de 12 a 20.
Los trabajos exhibidos son “Reflejo cotidiano”, de Diego Fernández; “Vayamos a ver al zorro”, César Lafalce; “Incluso el vacío”, de Marilina Arbeloa y “Una biblioteca húmeda”, de Mariel Matoz.
“El año pasado al principio se realizó la convocatoria y quedamos 16 artistas, que fueron presentando los proyectos en cuatro oportunidades” explica Marilina Arbeloa, una de las expositoras.
Su obra ya tuvo oportunidad de ser expuesta en el MMAMM el año pasado, aunque “le agregué algunas fotos más a la serie”, aclara y detalla “trata sobre todo de mi hijo porque él es el modelo”.
La especialidad de esta fotógrafa y artista es intervenir las imágenes con bordados. “Mi trabajo ha sido presentado en muestras y publicaciones nacionales. He obtenido el segundo premio adquisición en el Salón Provincial de Fotografía del Espacio Máximo Arias en dos oportunidades, año 2019 (Obra: Sobre tu concha se debate el poder) y año 2021 (Obra: La profundidad es un pliegue de la superficie)” detalla en su presentación, en la que además agrega “obtuve el Primer premio en el Salón Virtual de Fotografía con imagen y/o intervención textil (Centro Argentino de Arte Textil - CAAT) con la obra Sus heridas, de la misma fuente que su poder (2023)”
Arbeloa presenta 25 pìezas que se encuentran en la sala Daniel Barraco. “Tengo una especial predilección por fotografiar el cuerpo y la corporalidad, sobre todo el mío porque justamente es el que más extraño me resulta. Al estamparlo en el papel o en la tela, me revela aún más su extrañeza. Somos un cuerpo que oscila entre otros cuerpos. Somos un cuerpo cósmico del que sólo tenemos indicios, fragmentos”, cuenta aunque en esta oportunidad el personaje fotografiado es su hijo.
En este sentido explica cuáles son los disparadores que la acompañan en el proceso: “En tanto que fotografío lo que me conmueve, lo que amo, mi trabajo se compone en mayor parte de retratar a Benjamín, mi hijo. Y esto como una forma de aproximación, una experiencia, una relación con él y conmigo misma. A las imágenes resultantes de este vínculo entre la cámara, las miradas y el cuerpo o las corporalidades les agrego un componente imaginario al intervenirlas con bordado”.
Estas intervenciones son una metáfora de la maternidad “para mostrar por un lado la cara más aceptada del vínculo, la más armoniosa, pero si das vuelta la foto te encontrás con un caos importante que habla mucho de los que es el vínculo madre e hijo, sobre todo ahora que es adolescente”.
En su texto curatorial, además agrega: “En el anverso, su romantización; en el reverso, su realidad. En el anverso, esa cara aceptada, esperada del vínculo. En el reverso, lo caótico e inestable. Orden, claridad, tal vez coherencia y disciplina contra confusión, desorden, desorganización, desgobierno, locura.
Marilina Arbeloa considera que al bordar se redefine el tiempo. “Bordar es un acto de resistencia a la instantaneidad, a la velocidad, a la reproductividad. Sentarse a bordar requiere lentitud, mediación entre tiempo y tempo”.
“Se desafían paciencias y ansiedades; la obra se aferra a quien la entreteje y el ser queda anudado en los pormenores de esa eternidad creada” concluye.
Sobre la convocatoria
La página de Gobierno, detalla la metodología que se utilizó en la convocatoria a fotógrafos, artistas, colectivos, curadores y gestores culturales residentes en la provincia a la presentación de proyectos de muestras temporales, individuales o colectivas, con la intención de programar las muestras en el Espacio Máximo Arias.
“Los proyectos expositivos debían estar enmarcados en las disciplinas de fotografía, videoarte o cualquier tipo de expresión artística visual vinculada a medios tecnológicos, ya sean digitales o analógicos. Se presentaron diversas propuestas, sujetas a lo determinado en las bases y condiciones”, detalla la página.
El jurado que realizó la selección estuvo integrado por Marianela Sánchez, Gabriel Marchetta y Darío Exequiel Ambrocio.