Miguel Mateos: Un clásico rebelde que se reversiona en sinfonías

El año pasado estrenó un tema lírico en un concierto en el Teatro Colón. Ahora lanzó un disco con esa actuación y comenzó una gira con una orquesta sinfónica con la que se presentará el 21 de octubre en el Luna Park.

Miguel Mateos: Un clásico rebelde que se reversiona en sinfonías

La carrera de Miguel Mateos está llena de éxitos y desafíos que parecían imposible de concretar. En 1981 tocó como telonero de Queen en Vélez y apenas cuatro años después tuvo la misma cantidad de público en cuatro shows propios en el Luna Park. Quiso tocar en Estados Unidos y Latinoamérica, y se convirtió en pionero. Nunca paró de grabar y salir de gira, siempre con proyectos nuevos.

Ahora lleva más de un año con una ópera bajo el brazo. Ya anticipó una canción el febrero de 2022, cuando lo invitaron a tocar en el Teatro Colón. El registro de ese concierto se convirtió casi de casualidad en el flamante álbum Miguel Mateos sinfónico y ahora está recorriendo el país, tocando con orquestas locales, y obteniendo un enorme éxito.

El exlíder de ZAS encontró placer y regocijo en una veta sinfónica nacida a raíz de una invitación. (Prensa Miguel Mateos/Alejandro Palacios).
El exlíder de ZAS encontró placer y regocijo en una veta sinfónica nacida a raíz de una invitación. (Prensa Miguel Mateos/Alejandro Palacios).

El próximo paso parece ser un show sinfónico en el Luna Park, el 21 de octubre, con más de 30 músicos en escena junto a su banda, para repasar sus temas más emblemáticos con un sonido imponente. Pero en realidad sigue pensando en su ópera, y está decidido a publicarla el año que viene.

Clásico de clásicos

“Este es un momento interesante de mi carrera y de mi vida, Además, muy prolífico”, cuenta durante una charla en su histórica sala y estudio en Liniers. Sabe que hay un público joven que siente fascinación por los artistas de los años ‘80 y que también tiene fans incondicionales que se fueron sumando en distintos momentos de su carrera.

“Es algo que pasa continentalmente -explica- y no solamente en la Argentina. Es una cosa rara. Por suerte sigo teniendo una banda tremenda que me hace un gran support, y toco con mi hermano Alejandro hace 43 años. Sigo sintiendo la misma excitación en vivo y le seguimos dando a ese rocanrol, no hay vuelta que darle. Y si quieren los mejores éxitos de Mateos, se los damos, y si quieren Mateos Sinfónico, también. Y en algún momento voy a tener que incorporar la opción Mateos Opera”.

-¿Podés precisar un momento en que te diste cuenta que sos un clásico?

-Voy a cometer una infidencia: hace poco, por el cumpleaños de mi mujer, el 17 de agosto, nos tomamos tres días a Bariloche y estando allá ella me hizo este mismo comentario. “¿Vos no te das cuenta de que ya sos un clásico?”. Porque yo le preguntaba qué repertorio hacer en los shows con las orquestas provinciales, si pongo esto o saco lo otro, si tengo que tocar todo el disco del Colón o no. ¡Porque tengo tribulaciones como cualquier hijo de vecino! Y me dijo: “Tenés hits, sos un clásico, podés hacer lo que quieras”. Obviamente no le di bola. (risas) Pero sí, tengo esa libertad, ese plafond, ese crédito.

-Lo genial es que la gente festeja los hits pero también te deja agregar cosas nuevas, y en el Colón aplaudió el tema de la ópera como si fuera “Tirá para arriba”.

-Sí. Lo estrené ahí, en el mejor lugar, y fue un buen augurio. Fue una ovación para algo con una historia que nunca escucharon en su vida porque aún está inédita, y con una estructura musical y lírica que no tiene mucho que ver conmigo. Encima, cantado con una mujer, ¡yo que nunca hice un dúo! Ahora me cebé y lo quiero hacer como el video de Bowie con Tina Turner. (risas)

Una noche en la ópera

La propuesta para tocar en el Teatro Colón fue una invitación del ciclo Los Unicos, y todo indicaba que iba a ser una experiencia puntual. Para tener testimonio, Mateos lo grabó y se sorprendió con el sonido a tal punto que terminó editándolo y eso condujo a la actual gira con orquestas locales.

“La verdad es que lo grabé para algún futuro nieto, para que vea que el abuelo tocó en el Colón,” admite. “Pero a las dos semanas me mandaron el audio y el resultado es tan tremendo que se lo hice escuchar a la gente de Sony Music y aceptaron la idea de lanzarlo”.

-Cómo se armó esta gira sinfónica?

-Se me ocurrió hacerlo con orquestas provinciales y nos pusimos a armar presupuestos. Aceptaron de San Juan, Rosario, Córdoba, Mar del Plata, Salta y otras ciudades. Tenemos las partituras de Gerardo Gardelín, que hizo la mayor parte de los arreglos y también sumó referencias que yo le di, como John Williams, Kashmir de Led Zeppelin y cosas así.

Finalmente quedó algo plasmado algo tremendamente interesante, y me animo a más. Es alucinante. Y después vamos a Colombia, México, Perú, Puerto Rico y más. Estoy muy feliz.

-Además, todo esto prepara el camino para la ópera.

-Exactamente. Bienvenido sea porque potenció ir hacia la ópera. Después ya es más fácil entrar con lo otro. Entonces sencillamente estamos disfrutando de todo el momentum.

-Que te acordás de esa noche del Colón? Imagino los nervios.

-¡Dije un montón de diálogos y pavadas, titubeando y hasta nervioso! Estaba muy emocionado, y sin saber lo que se iba a dar después. Hasta me comí dos o tres palabras de repente en Huevos. Es parte del vivo y es parte del asunto.

Fue un privilegio, una cima trascendental en mi carrera, con la desmesura tímbrica de una orquesta sinfónica más el pulso invencible de una banda de rock. He atravesado distintas tipologías en mi vida, el nihilista, el marxista, el aventurero, el apasionado y el rockero, pero son solo roles fijos de los que he tratado de despojarme. He estudiado música para desaprenderla y volverla a estudiar. Me he visto como una potencialidad como alguien que debía asumir su libertad y el riesgo. Y aquí estoy inmerso en el universo de las palabras y los sonidos, que me da conciencia de mí mismo, me convierte en pensante y sintiente, me transporta más allá del aquí y el ahora.40 músicos en escena, en vivo, en tiempo real, como un disparo letal al metaverso”.

Miguel Mateos aprovechó el encierro para terminar su ópera rock.
Miguel Mateos aprovechó el encierro para terminar su ópera rock.

-¿Disfrutás de las giras y los shows todavía?

-Ahora sí. Es un concierto por semana. Es un capricho mío todo esto, pero al final mi reopresentante dijo que tenía razón, porque funciona. Cuando algo se hace totalmente convencido y con buena calidad, la gente responde.

-Este año se cumplen 40 años del álbum Huevos, y a partir de ahora cada año hay otro aniversario de todos esos primeros discos. ¿Serán pretextos para armar shows especiales?

-No creo, porque se me están sumando ciudades con el sinfónico. También está la idea de ir el año que viene a Europa, que es una deuda pendiente. Y quiero grabar la ópera, si Dios quiere en febrero. Pero sí, sé que quizás fue el primer disco que salió en democracia.

Tocar con su hijo

En el disco del Teatro Colón aparece Juan Mateos en guitarras. Es su hijo, el mismo que ilustraba la contratapa de un álbum cuando nació. Hace ya un par de años que está tocando con su padre.

“Cuando Roly Ureta se unió al proyecto Gracias Totales, dejó la banda -recuerda Miguel- y hubo que buscar un nuevo guitarrista. Decidí hacer un casting y mi hijo pidió participar. Entró y le tocó debutar en una gira de 24 ciudades de Estados Unidos, con shows todos los días. El pobre se comió la bala. Pero fue genial; es muy bueno. Es raro estar en el escenario y mirar al lado y verlo con la guitarra”.

“Me pareció bueno, aparte, porque le aporta una concepción de la música completamente diferente a la de Ariel Pozzo, el otro guitarrista del grupo, que es más del rock clásico”, agrega.

Miguel Mateos, un histórico en el rock nacional, que tuvo una destacada actuación los años 80.
Miguel Mateos, un histórico en el rock nacional, que tuvo una destacada actuación los años 80.

El libro de Gustavo Bove

Hace apenas un par de semana salió una biografía de Miguel Mateos llamada El Jefe, escrita por el periodista de rock Gustavo Bove. Es una investigación minuciosa de una carrera fascinante, llena de desafíos y adversidades, triunfos y hasta algún fracaso o frustración. Incluye decenas de entrevistas y reafirma el rol de pionero de Miguel Mateos.

Miguel cuenta que aún no lo leyó pero tuve excelentes refenecias de su esposa. “Es un prestigioso periodista del ambiente musical -dice- que ha venido recabando datos exhaustivamente durante muchos años. Charlamos un par de veces para el libro, claro”.

-Muestra que muchas veces fuiste contra la corriente. ¿Te identificás con esa imagen?

-Sí. A veces hay que ir contra la corriente. Y gracias a Dios que sigo teniendo el mismo espíritu.

MFB / Clarín.

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