Reflejo fiel de una época y de unas luctuosas y dramáticas circunstancias, el lienzo Guernica nació para formar parte del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París, de 1937. El motivo que impulsó a Pablo Picasso a realizar la escena representada en esta gran pintura fue la noticia de los bombardeos efectuados por la aviación alemana sobre la villa vasca que da nombre a la obra, conocidos por el artista a través de las dramáticas fotografías publicadas, entre otros diarios, por el periódico francés L'Humanité.
A pesar de ello, tanto los bocetos como el cuadro no contienen ninguna alusión a sucesos concretos sino que, por el contrario, constituyen un alegato genérico contra la barbarie y el terror de la guerra. Concebido como un gigantesco cartel, el gran lienzo es el testimonio del horror que supuso la Guerra Civil española, así como la premonición de lo que iba a suceder en la Segunda Guerra Mundial. La sobriedad cromática, la intensidad de todos y cada uno de los motivos, y la articulación de esos mismos motivos, determinan el extremado carácter trágico de la escena, que se iba a convertir en el emblema de los desgarradores conflictos de la sociedad de nuestros días.
Guernica ha suscitado numerosas y polémicas interpretaciones, circunstancia a la que contribuye indudablemente la voluntaria eliminación del lienzo de cualquier tonalidad ajena a la grisalla. Al analizar su iconografía, uno de los estudiosos de la obra, Anthony Blunt, divide a los actores de esta composición piramidal en dos grupos, el primero de los cuales está integrado por tres animales: el toro, el caballo herido y el pájaro alado que se aprecia tenuemente al fondo, a la izquierda.
Los seres humanos componen un segundo grupo, en el que figuran un soldado muerto y varias mujeres: la situada en la zona superior derecha, que se asoma por una ventana y sostiene hacia fuera una lámpara; la madre que, a la izquierda del lienzo, grita llevando al hijo muerto; la que entra precipitadamente por la derecha; y finalmente, la que clama al cielo, con los brazos alzados, ante una casa en llamas.
En este mismo contexto, tampoco hay que olvidar que dos años antes, en 1935, Picasso había grabado al aguafuerte la Minotauromaquia, obra sintética que condensa en una sola imagen todos los símbolos del ciclo dedicado a este animal mitológico y que es, a la vez, el antecedente más directo de Guernica.
Los acontecimientos de la vida privada de Picasso, junto a los sucesos políticos que atribularon al continente europeo en el período de entreguerras, se fusionan en los motivos creados por el pintor en estos momentos, para dar lugar tanto al propio Guernica como a sus bocetos y post scriptum, considerados como unas de las obras de arte más representativas del siglo XX. Paloma Esteban Leal, http://www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/guernica
La gran pintura de Pablo Picasso se halla en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid. La pintura de 1937 se muestra solemne en una sala, la 206, y su gran tamaño como su magnetismo requieren tiempo para aprehenderla.
Para ampliar los datos históricos aportados por Paloma Esteban diremos que fue el 26 de abril de 1937 cuando los nazis bombardearon el poblado vasco de Guernica, en respaldo al general Francisco Franco. Los relatos dan cuenta de que fueron horas las dedicadas a la localidad de 5 mil habitantes de los cuales, tras el bombardeo, más de mil se los había llevado el horror junto con más del 70% de las edificaciones.
Recordemos que Franco, apoyado por un sector del Ejército español en Marruecos, se había sublevado contra la Segunda República, lo que después dio comienzo a la guerra civil que sufrió ese país entre 1936 y 1939 y que contó con el aporte de tropas y equipamiento militar tanto de Hitler como de Mussolini.
Cierto es que Picasso pintó "Guernica" en tiempo récord, y la entregó a las autoridades para la exposición de París, para que fuera su voz. Con los años el grandioso mural se convirtió en un símbolo de la lucha contra el fascismo y la barbarie de la guerra.
Seguir las huellas del pintor
La prolífera obra de Pablo está fragmentada en numerosos museos alrededor del mundo. El impulsor del Cubismo no se deja atar a un punto fijo.
Quizá Málaga sea el sitio indicado para seguir los indicios de genialidad que el pintor esparció por todo el planeta. En el Museo Picasso Málaga que se encuentra en el Palacio Buenavista, se exponen en forma permanente más de 200 obras entre pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas y grabados de diversos períodos artísticos. En tanto, la Fundación Pablo Ruiz Picasso tiene su sede en el Museo-Casa Natal del artista, en Plaza de la Merced de Málaga.
Es en el primer piso donde nació -el 25 de octubre de 1881- y vivió el pintor los primeros años de su vida, el lugar destinado a sus creaciones. El visitante se encontrará con videos biográficos y biblioteca. El lugar cuenta con salas de cerámicas, de libros ilustrados y de su obra gráfica. A su vez, se ha recreado una sala-estudio de una familia de clase media del siglo XIX con objetos personales de Pablo Picasso y su familia.
El Museo Picasso de Buitrago -Colección Eugenio Arias de Buitrago del Lozoya-, en Madrid, fue creado gracias a la donación de las obras que durante más de dos décadas fue atesorando Eugenio Arias, barbero y gran amigo del pintor, el único del que -según cuentan sus biógrafos- Picasso aceptaba críticas adversas. El gran Museo Thyssen-Bornemisza, también en Madrid, atesora más cientos y cientos de sus obras, como Corrida de toros o Arlequín con espejo.
En cambio, para conocer en profundidad los años de formación del pintor, el Museo Picasso de Barcelona es un completo centro de referencia, con más de 3.500 obras del pintor malagueño. Las colecciones revelan la estrecha relación que mantuvo con esa ciudad, y gran parte del fondo actual proviene de la donación que realizó Picasso. Arlequín, Mujer con mantilla y Personaje con frutero, son algunas piezas clave.
También en Cataluña, la sala Picasso de la Fundación Palau está integrada por unas cincuenta obras que Josep i Fabre ha adquirido o recibido de manos del pintor, del que fue amigo durante 25 años. En esta sala hay estudios académicos, un autorretrato de aspecto monstruoso y un pequeño teatro para su hija Maya. Ubicado en el Hotel Salé de París, el Musée Picasso ofrece visitas donde se repasan los principales temas abordados por el autor de Las damas de Avignon.
Por supuesto, esa obra maestra se encuentra en el MOMA de Nueva York. En tanto, el Tate Modern, de Londres atesora 45 trabajos de Picasso, entre ellos, la famosa Weeping woman. Cómo no mencionar a la National Gallery of Art de Washington, a la Galería Nacional de Praga, al Pompidou de París, al Centre Picasso d'Horta, al Guggenheim de Nueva York...
El listado de museos y de salas con obras del genial Picasso es tan vasto, deslumbrante y valioso como su legado artístico. Inagotable y eterno, como su talento.
Datos
Guernica
Fecha: 1937 (1 de mayo-4 de junio, París).
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Dimensiones: 349,3 x 776,6 cm.
Categoría: Pintura.
Año de ingreso: 1992.
Observaciones: El mural Guernica fue adquirido a Picasso por el Estado español en 1937. Debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial, el artista decidió que la pintura quedara bajo la custodia del Museum of Modern Art de Nueva York hasta que finalizara el conflicto bélico.
En 1958 Picasso renovó el préstamo del cuadro al MoMA por tiempo indefinido, hasta que se restablecieran las libertades democráticas en España. La obra finalmente regresó a España en 1981.