El presidente electo, Javier Milei, tiene una oportunidad única de abordar con un enfoque absolutamente diferente a lo hecho hasta ahora, el tema Islas Malvinas y los intereses argentinos.
Es cierto, son tan numerosos los problemas que seguramente serán priorizados antes que reactivar nuestras gestiones para satisfacción de las aspiraciones soberanas legítimas en esas islas, que el asunto seguirá estancado como lo está desde1965 cuando Naciones Unidas exhortó al Reino Unido y a la Argentina a negociar una solución a la disputa por la soberanía.
Aunque, seguramente la opinión pública le exigirá al futuro Gobierno resolver en primer lugar la inflación, y terminar con la inseguridad asesina de los motochorros, salideras y entraderas que ocurren a diario a plena luz del día.
Pero esa circunstancia que realmente existe, no debería “olvidar” todo el tema Malvinas con nuevas estrategias, novedosas propuestas de solución total y absolutamente diferentes a lo hecho hasta ahora, siempre en el terreno de la paz y el entendimiento a través de negociaciones diplomáticas pacientes y persistentes. Deberá sí tenerse en cuenta que este tema es tan complejo como terminar definitivamente con la inflación que ya sabemos por boca de Milei insumirá dos años; de la misma forma encontrar una solución para Malvinas -en el mejor de los casos- tomará varios años de negociaciones. Nunca debemos perder contacto con la realidad, realidad que incluye una poderosa base aérea militar en Isla Soledad y el submarino a propulsión nuclear Conqueror, que es el mismo que hundió a nuestro crucero General Belgrano.
* El autor es Diplomático mendocino de carrera jubilado.
