Los tipos andan al acecho como lobos, esperando un descuido para dar el zarpazo. Suelen camuflarse muy bien entre otros con su misma camiseta y hasta pueden pasar largos ratos sin tocar el balón. Conocen el oficio como pocos y saben que si salen del área, su hábitat natural, no estarán del todo cómodos. Amados por sus compañeros, odiados por los rivales, representan lo más lindo del fútbol: el gol.
Juan Carlos Ferreyra, Fernando Dihué Campos y Federico Amaya hicieron el fin de semana lo que muchos intentamos en el potrero, (casi siempre sin éxito): marcar dos goles en un mismo partido.
Los dos primeros aportaron sus gritos para el emotivo partido entre Huracán (SR) y La Libertad. Amaya, por su parte, fue protagonista de la goleada 3-0 de su equipo, Pacífico, frente a Rodeo del Medio.
Un "Tanque" todo terreno
Juan Carlos Ferreyra tiene una destacada trayectoria en equipos de Primera División de nuestro país, Chile, Ecuador, Colombia y Paraguay.
Volvió a Huracán (SR) a sus 33 años y demostró que sigue más vigente que nunca. En ocho fechas marcó siete goles y está entre los goleadores del certamen.
Sin embargo, él no mira esa tabla: “No le presto atención a la tabla de goleadores; apenas si algún periodista o compañero me cuenta sobre eso. Ahora pienso más en el equipo y en que todo siga saliendo bien como hasta el momento”, confiesa este goleador que jugó con 18 camisetas distintas a lo largo de su carrera.
-¿Quedó un gusto agridulce el fin de semana?
-Para nada. Así es el fútbol.
-Estás más vigente que nunca con tus goles...
-Por suerte se me están dando. Venimos teniendo un buen rendimiento en general y eso ayuda mucho para este presente que tengo.
-Ya dejaron de ser la sorpresa; hoy son una realidad...
-Por ahí, este fin de semana, se nos escapó un partido donde no jugamos bien. Tratamos de hacer las cosas de la mejor manera. Es un torneo difícil y por suerte hemos podido sostener una regularidad.
-¿Para qué están?
-Para seguir dando pelea, partido tras partido. Lo tomamos de esa manera. Si todo sigue como hasta ahora, vamos a dar que hablar.
Un "9" de antes
En el Este hay un delantero que no solo se destaca por su nombre, Dihué (“Es de origen mapuche. A mis viejos les gustan. Mis otros hermanos también tienen nombres parecidos”, confiesa), sino también por la potencia con que suele irrumpir en el área rival.
El goleador mamó todo el proceso que significó llegar a la categoría, aportando goles importantes y se ganó un lugar entre los referentes del plantel. Con un carácter explosivo, que a veces le valieron algunas tarjetas, el “9” marca el juego de La Libertad.
-Fueron dos goles especiales...
-Recién estoy cayendo del partido que empatamos. Estoy contento porque sirvieron para sumar.
-Es especial porque sos hincha del club...
-Soy de ahí, del barrio. Me crié en el club y para mi es una responsabilidad hacer goles. Por suerte se está dando seguido (risas).
-¿Cuál de los dos te gustó más?
-¡El primero! Fue un lindo pase de Mauri Domínguez, alcancé a bajarla y le di cruzado. Salió lindo.
El goleador generoso
Llegó a Pacífico a principios de año y desde entonces se volvió clave para el esquema de Andrés Villafañe. Federico Amaya disfruta de este presente mientras espera el partido por Copa Argentina frente a Atlanta.
-Estás en un lindo momento personal...
-Si. Por suerte llegaron estos goles y sirvieron para que ganáramos. Lo viví con mucha alegría porque seguimos prendidos en la pelea por la clasificación. Además, en lo personal, para un delantero siempre es importante hacer goles.
-Aparecés para terminar las jugadas...
-Me gusta mucho terminar las jugadas. Siempre quiero estar para el último toque, pero reconozco que a veces debería ser más egoísta. A veces peco por asistir en vez de definir (risas).
-Se viene Atlanta...
-Llegamos muy bien. Los resultados no alteran la idea de juego que tenemos. ¡Queremos jugarlo ya mismo!