Qué aumentos vienen en las tarifas de agua, luz y gas en el segundo semestre

El 1 de mayo, las tarifas de luz y de gas tuvieron aumentos, diferenciales según el tipo de usuario del que se trate. Es que, desde 2022, no sólo se aplica un valor variable de acuerdo al consumo, sino también por la situación económica del usuario. En cuanto al agua, Aysam calculó que necesitaba un incremento superior al 40% pero aún resta que el gobernador Rodolfo Suárez defina el porcentaje y el momento en que se aplicará la suba.

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Agua

Hace un par de semanas, en la audiencia pública para revisar la tarifa, Aysam, la empresa estatal que presta el servicio de agua y cloacas a más de 416 mil usuarios en la provincia, planteó la necesidad de un aumento tarifario para el segundo semestre del año. Esto, para poder garantizar la sustentabilidad de la prestación, ya que en 2022 se proyectó una inflación del 66,3%, pero la variación de los costos alcanzó el 109,3%.

De ahí que calcularon que el incremento no debería ser inferior a un 40,8%, aunque es el gobernador Rodolfo Suarez quien tiene la decisión final sobre el porcentaje de ajuste (aún no hay novedades sobre esto, comentaron desde Aysam). Si decide aplicar el porcentaje solicitado por la empresa, las facturas mensuales de los usuarios residenciales por el servicio de agua y cloacas pasarían de los $ 2.630 actuales en promedio a $ 3.703. Sin embargo, algunos podrían llegar a abonar hasta $ 6.900 mensuales.

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Luz

El 1 de mayo, las tarifas de la electricidad tuvieron un incremento del 15,2% en promedio, asociado a un ajuste del Valor Agregado de Distribución (VAD), luego de que se realizara la audiencia pública a mediados de marzo. Las subas fueron diferentes según la categoría de usuarios y los aumentos promedio alcanzaron:

• $280 más por mes para los usuarios residenciales que no superan los 299 kilovatios/hora por bimestre (categoría R-1).
• $736 mensuales adicionales para quienes consumen entre 300 y 599 kw bimestrales.
• $1.955 más por mes para quienes superan los 600 kw por bimestre.

El VAD suele adecuarse cada seis meses, para responder al impacto de la inflación en los costos de las distribuidoras. Sin embargo, cada cinco años, explicaron desde el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE), se realiza un proceso de revisión tarifaria integral, en el marco del cual se analizan todos los costos, instalaciones y cantidad de usuarios de las distribuidoras. Incluye también una proyección de la demanda por los próximos cinco años. A partir de este exhaustivo estudio, que ya está en marcha, se establece una tarifa quinquenal.

Si bien aún no hay fecha definida para la audiencia pública que culminará ese proceso, desde el EPRE aclararon que, al realizarse esta revisión integral, la adecuación del VAD -que se realiza intra periodo tarifaria- para el segundo semestre quedará absorbida por la revisión.

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El incremento del VAD se vincula con el componente de la facturación que corresponde al valor que cobran las distribuidoras por la prestación del servicio y que define el Gobierno provincial. En cambio, el costo de la generación y el transporte de la energía son de competencia nacional, y también tuvieron una variación en mayo.

La Secretaría de Energía de la Nación estableció los nuevos valores estacionales de la energía eléctrica hasta el 31 de octubre y terminó de implementar la quita del subsidio nacional a los usuarios de mayores ingresos, quienes pasaron a abonar la tarifa plena. Para este sector, el aumento fue del 60% en promedio. En Mendoza, fueron 145.689 hogares.

En cambio, los usuarios residenciales categorizados en Nivel 2 (de ingresos bajos) y Nivel 3 (de ingresos medios, quienes mantienen el subsidio hasta el tope de consumo de 800 kw bimestrales y pagan tarifa plena sólo por el excedente), mantuvieron los valores del precio de energía; aunque sí tuvieron el incremento del 15,2% en promedio del VAD.

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Gas

En el caso del gas, también hubo una suba a partir del 1 de mayo, por el costo de distribución (VAD). Para la categoría R2 3, que Ecogas toma como usuario promedio, el incremento rondó el 26%. Sin embargo, aclararon que ese aumento es diferencial según se trate de un hogar Nivel 1, 2 o 3, vinculado a la segmentación por nivel de ingresos.

Un dato para tener en cuenta es que, como el subsidio de Nación se aplica sobre el valor del gas únicamente, cuando aumenta el componente vinculado con la distribución, el impacto en la factura puede ser mayor para quienes tienen bonificado el fluido (usuarios de menores ingresos) y menor para quienes pagan tarifa plena; porque para este último caso, el precio del gas tiene mayor participación en el monto final de la boleta.

Como contraparte, en abril, el Enargas aplicó un incremento del 28% en el precio del fluido, que tuvo un impacto del 18% en las facturas de la mayoría de los usuarios y alcanzó el 21% para un cuarto de ellos. Esta suba fue más notoria en la facturación de quienes no tienen subsidio. Se debe recordar, además, que mientras las bonificaciones a la electricidad terminaron de eliminarse para los usuarios de ingresos más elevados en mayo de este año, la tarifa plena de gas se aplicó desde enero.

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Así como los usuarios del Nivel 1 (mayores ingresos) perdieron el subsidio en su totalidad y los de Nivel 2 (menores ingresos) lo conservaron por completo, los de Nivel 3 (medio) tienen una parte del consumo bonificado y, cuando exceden ese tope, pagan el valor pleno. El límite es variable según la provincia, el mes del año y la categoría, y se puede consultar en la página web de Ecogas.

También se debe tener en cuenta que Mendoza está incluida por ley en la zona fría, por lo que los usuarios de toda la provincia pagan un 30% o un 50% menos -según el caso- por el valor del fluido que en otras partes del país. Y que este beneficio se sostiene más allá de la categoría (consumo) o del nivel de ingresos del hogar.