Víctor Barroso: “Malbec, ancellotta y aspirant bouchet son las variedades más demandadas”

El empresario afirma que aumentó 50% su producción este año. Las tintas son las más requeridas en el sector. Sin embargo, estima que se ha perdido el interés por implantar blancas.

En medio del sacudón que provocó en el mercado de vinos la abrupta caída de la producción de uvas, la recuperación de los precios podría haber despejado el panorama de mediano plazo, al menos para una parte del sector.

Así lo estima Víctor Barroso, titular de Vivero San Nicolás, quien asegura que hay expectativas en la industria y se está invirtiendo en viñedos.

-¿Cómo viene la venta de plantas de vid esta temporada?

-La verdad es que viene muy bien. El mercado se ha despertado. Este año, el aumento del precio del vino debido a la merma que hubo en la producción de uvas en la última temporada, renovó las expectativas, y eso impacta positivamente en nuestra actividad. Nosotros hemos aumentado la producción, desde el año pasado, alrededor de 50%.

-¿Una temporada de buenos precios alcanza para cambiar el ánimo?

-El productor ha tenido años muy malos. Hace prácticamente cuatro años que viene perdiendo dinero. Hoy ve la posibilidad de que esto se revierta y venga un ciclo positivo.

Entonces empieza a invertir, al menos el que ha quedado con alguna reserva financiera. Es que el productor vitivinícola, cuando están dadas las condiciones, por lo general, reinvierte en la misma actividad. Lo estamos viendo en la demanda de plantas, que es mayor que en estos últimos años.

-Hace un año, cuando el sector no avizoraba una salida para una crisis de cuatro años, ustedes aumentaron la producción. ¿Por qué tomaron esa decisión?

-Es cierto. El proceso de producción, para nosotros, empieza en junio, para tener una planta disponible al año siguiente. De hecho, hace dos meses que estamos recolectando el material de nuestros lotes de plantas madres, para hacer lo del año que viene.

Todos los años tenemos que decidir cuánto hacemos, y de qué, porque producimos 35 variedades. El año pasado vimos que podía haber un cambio.

-Pero el precio del vino se afirmó porque la producción de uvas sufrió una caída histórica. ¿Qué cambio visualizaban en junio del año pasado? ¿Un cambio de escenario político?

-Exactamente. La posibilidad que, dado -eventualmente- un cambio en la política económica, mejoraran las condiciones para exportar y eso descomprimiera un poco el mercado de vinos, bajaran los stocks y subiera el precio, abría la expectativa de mejor ánimo. Es que veíamos el optimismo de la gente por la posibilidad de un cambio, independiente del color político que fuera.

¿Cuáles han sido las variedades más demandadas este año?

Hoy el Malbec es la más demandada. Concentra más del 50% de las ventas. De todos modos, siempre hay variedades que se ponen de moda. Porque a un enólogo que le gustó o porque alguna bodega empezó a vender una variedad diferente.

En estos años se ha puesto de moda la Ancelotta, una variedad tinta, italiana, que se caracteriza por tener muy buen índice de color, muy estable, y produce buenos vinos. Al contrario de otras, como la Aspirant, que también es muy demandada, pero preferentemente por el color. Esas dos, y en ese orden, le siguen a malbec.

Después viene cabernet franc, que viene creciendo hace dos o tres años, y otras variedades tintas tradicionales, como cabernet sauvignon, algo de syrah, tannat, pinot noir.

¿Hay interés en variedades blancas?

Las blancas se han frenado mucho. Las más productivas, como las criollas o Pedro Giménez han mermado considerablemente la demanda porque han sido poco rentables. En torrontés se está haciendo algo de alta gama y las ventas que tenemos van más para ese lado, tanto en Salta como en Mendoza. En cuanto a las blancas que son netamente de alta gama, está a la cabeza el chardonnay, que todos los años tiene una demanda más o menos estable. También se vende algo también de sauvignon blanc.

Inversiones de otras actividades

Al planteársele si este año la demanda de plantas de vid ha tenido que ver preferentemente con reposiciones o con plantaciones nuevas, Barroso, reconoció que “el que está aprovechando esta circunstancia no es precisamente el productor vitivinícola -al menos el más chico-, sino el que viene de otra actividad- Es el empresario que, además de tener la capacidad de ver cómo viene el negocio para adelante, tiene la solvencia necesaria para encarar la inversión”.

Perfil

Víctor Barroso (34). Es socio-fundador, accionista mayoritario y presidente del Directorio de Vivero San Nicolás S.A. Desde muy joven participaba en la empresa familiar dedicada a los deshidratados, en particular ciruelas y tomates.

Luego, tras su graduación como ingeniero agrónomo en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, puso en marcha su emprendimiento, que se ha posicionado como proveedor especializado en plantas de vid.

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