Vamo’ arriba el Celeste

"Asomando por el túnel, 
dominando la emoción. 
A la cancha el celeste, 
al boliche de la esquina, 
cerca del televisor".

Cada vez que un equipo con camiseta celeste asoma, el himno de Jaime Roos resuena en los oídos de los hinchas. Tomando licencia a la distancia nos atrevimos a cambiar “la celeste” por “el celeste”. Es que ayer, todo un departamento de vistió de ese color por el triunfo de Gutiérrez ante el Deportivo Maipú.

Para compartir esa alegría se acercaron hasta la redacción de Más Deportes, tres de los gladiadores de Sergio Scivoletto: Cristian Aracena, Mauro Orué y Ramiro Vélez.

Aracena: “Estamos disfrutando lo que fue el clásico, desde que ascendimos estábamos esperando este momento y por suerte se nos dio. Sabíamos que teníamos que usar este partido de trampolín para salir de la racha negativa”, contó Aracena apenas llegó al diario. “Desde que llegué me tocaron jugar tres clásicos donde empaté dos y gané uno”, sacó pecho el “Piti”.

Por su parte, el capitán celeste también confesó que siempre se espera el clásico con Maipú: “Siempre se piensa en el clásico porque más que no hubieron muchos días para vivir el clásico, no tuvimos muchos días para pensar, pero sabíamos que teníamos que ganar. No hacen falta días para que haya clima de clásico”.

Más experimentado en los clásicos. Ramiro jugó varios derbies y con las dos camisetas: “Jugué seis clásicos, cinco para Gutiérrez y uno para Maipú de los cuales con Gutiérrez gané uno, perdí otro y empaté el resto. El clásico que jugué para Maipú me tocó perder”.

Mientras que el más joven de los tres, Mauro Orué, vivió su primer clásico y aseguró “Es inolvidable”, pero también contó que al partido ya lo “jugaban” hace bastante: “Teníamos la cabeza puesta en Talleres, pero sabíamos que cuatro días después jugábamos el clásico, que hacía mucho que no se jugaba”.

El marco de público no fue el ideal porque el partido se jugó un miércoles en horario laboral, algo que atentó contra la concurrencia.

“En nuestro caso, venimos de jugar como local y a veces para los hinchas se les hace complicado pagar dos entradas seguidas”, señaló Aracena, quien también se mostró contento porque se jugó un partido en paz y con las dos hinchadas: “Hay que sacarse un poco la camiseta. Somos 22 jugadores y cada uno hace su laburo: por eso a veces tenemos que bajar un cambio porque desde adentro de la cancha podemos potenciar lo que pasa afuera. Siempre compartí la idea que tenemos que dar el ejemplo”.

El capitán de Gutiérrez también compartió que el ejemplo tiene que venir desde adentro de la cancha: “El ejemplo lo tenemos que dar los jugadores, más allá de la camiseta, porque después somos los que nos quejamos que no va gente y un clásico con las dos hinchadas es muy lindo, si trabajamos todos juntos podemos recuperar eso”, se esperanzó.

Mientras que Orué también dejó su mensaje: “Somos profesionales y nuestro trabajo es jugar al fútbol y por más que enfrentemos a nuestro rival de toda la vida, tenemos que ser unos señores”.

Pensando en lo que viene, todos coincidieron que que este triunfo serán un envión anímico para las ocho fechas que quedan.

“Para nosotros serán ocho finales. Tenemos que repetir el nivel del partido ante Maipú”, aseguró Ramiro Vélez.

“Tenemos como objetivo poder clasificar y el triunfo en el clásico será un envión anímico importante para lo que queda”, dijo el pibe Orué.

Y así se fueron, alegres y recordando las palabras de Jaime Roos.

"Vamo' vamo' arriba el celeste, 
los de afuera son de palo, 
que comience la función. 
Vamo', vamo' arriba el celeste, 
vamo' la de ayer y la de hoy".