Santiago Motorizado: “Estas canciones van a parar a un limbo”

"Son más personales, canciones más juguetonas, íntimas. Están las que escribo para Él Mató, más acorde al universo visual de la banda, y están éstas, que van a parar a un limbo...”. Santiago Motorizado habla arriba del auto que lo trae de Río Cuarto a Mendoza.

- Cierto, son más personales, incluso algunas están dedicadas. Las de amor, por ejemplo.

- Sí, como “Pienso en vos”, que es bastante evidente. Igual yo trato de bajarle un poco para que no suene tan naïf.

No es que se sonroje, es que Willy (el batero que integra el grupo de su gira) lo está gastando desde el asiento de atrás con la sensiblería.

- Que no digan que sos el más sensible de la banda...

- ¡Eso! Todos se hacen los duros pero hay que verlos sufrir.

Es lindo escuchar cómo bromean entre sí. Y cómo les hace gracia -aún después de tantos escenarios, viajes y buenas críticas- las frases que usan en una entrevista.

- ¿De qué planeta venís, Santiago?

- No lo puedo decir. Pero como varios me pongo el disfraz de humano.

Imaginemos a un chico que dibuja más o menos bien y que, por eso, lo mandan a una escuela de Artes en La Plata. El chico se mete a Plástica y allí, con otros compañeros de intereses, empieza a hacer canciones.

“No con los de Música, que estaban trabados y no podían formar bandas. Quizá es por ese peso académico. O porque le tenían demasiado respeto. Lo loco es que nosotros, que teníamos menos espectativas, nos pusimos a tocar en grupo”.

Ese relajo y disfrute es el eje de la coherencia de Él Mató a un Policía Motorizado, una de las bandas más importantes de la galaxia rockera argentina. O la más.

- ¿Cómo era el tema del nombre de la banda?

- Le pusimos así porque queríamos reivindicar cierto lenguaje: el del cine de acción, el cine clase B, tipo películas de Bruce Willis...

- Duro de Matar.

- Ponéle. Bueno el asunto era reivindicar ese universo visual que tanto critican y que a nosotros nos encanta. Esto también es arte. Y nosotros creamos a partir de eso nuestra estética.

- Pero en España se pusieron locos con el nombre. La policía se quejó.

- (Risas) Sí, cuando llegamos a Barcelona vimos que todas las redes hablaban de que la policía estaba indignada por el nombre del grupo. Entonces llamamos al coordinador de la gira y le dijimos: ‘che, nos tenemos que preocupar por esto?’. El tipo estaba feliz: “No ven que está buenísimo? ¡Salimos en todos los medios!”.

- Volvamos a la estética. Cómo anda tu perfil de ilustrador.

- Voy y vengo con eso. Me gusta encargarme del diseño de la banda.

- Y que todo quede en el clan, manteniendo la autogestión, ¿no?

- La línea de la autogestión se puede mantener con gente, agrandando el clan, involucrando más amigos que se hagan cargo de las cosas. Amigos que nos escuchan, nos bancan, les gusta lo que hacemos y, de paso, pegan un trabajo.

Ese es, para Santiago, el secreto del éxito de un proyecto independiente. Crear un organismo sin intermediarios capaz de reatroalimentarse con la creatividad de los amigos, esos con los que vale la pena subirse a la moto y compartir el viaje.

- Cuando la cosa crece aparecen nuevas exigencias, pero el tema es no perder el pulso inicial, eso que nos quita presiones, eso que nos da placer.

Desde que apareció Él Mató a un Policía Motorizado, hace ya once años,  la banda pasó por un disco debut homónimo, una magnética trilogía de eps - “Navidad de reserva”, “Un millón de euros” y “Día de los muertos”- y siguió eyectándose al cosmos con el segundo álbum, “La dinastía Scorpio”, una oda a los himnos ruteros amistosos, melancólicos y optimistas.

En el imaginario rockero, Él Mató se forjó en habitaciones donde la poesía salía destilada en maquetas para acabar grabándose en estudios caseros. Eso definió un sonido: la batería repetitiva, el bajo al frente, una pared de guitarras, un colchón de teclado estilo casio de fondo, la voz parsimoniosa de Santiago Barrionuevo que sube hasta la plegaria para luego volver a alterar el ritmo.

Otra ficha: con la misma intensidad, se pararon en el Primavera Sound y en el barcito de la esquina.

Así que ahora, después de una serie de canciones bellas y fuertes, ¿qué viene? “Estamos preparando canciones nuevas, que están en estado de gestación.

Después de las vacaciones seguros nos juntamos a trabajar en el disco nuevo”. Lo dice el motorizado que no para de hacer canciones,  juega videojuegos, mira películas de Steven Seagal y boceta superhéroes que no se cambian las bermudas y heroínas de mirada desconfiada.

Ahora, Santiago llega a Mendoza para tocar sus canciones que presenta como solista pero con banda. Es que ha decidio agregar teclados y batería a los temas que trae.

Un paquete de fin de año imposible de perder.

Artistas invitados

Agustina Bécares comenzó a tocar el bajo en 2004 y desde ese momento no dejó de componer sus canciones y letras. En el año 2010 comenzó a presentarlas en público.En 2013 editó Lupa, su disco debut. Esta primera realización, fue producida por Andrés Ceccarelli y Daniel Martín.

Durante este 2014 ha viajado a dar recitales a Buenos Aires, Rosario, Córdoba y San Juan.Actualmente trabaja, junto a Ceccarelli, en la producción y grabación de nuevas canciones para un futuro Ep.

Agustina se presentará en esta oportunidad  junto al guitarrista Andrés Ceccarelli y el baterista Pablo Conalbi.

Luca Bocci es el cantante y guitarrista de la banda emergente mendocina Alicia formada en 2012, con esta banda lanzó en julio de 2014 su primer ep “Ojos”.

Alicia se ha presentado con bandas como Viva Elástico, Divididos, Diego Frenkel y Lo Pibitos.

Luca se presentará por primera vez en formato solista y estrenará temas inéditos.

La ficha

Recital de Santiago C. Motorizado 
Artistas Invitados: 
Agustina Bécares  (Mza) 
Luca Bocci (Mza)
Día y hora: hoy, a las 21
Lugar: Mitre y Pellegrini Espacio Cultural Julio Le Parc.
Valor de la entrada: $ 80 (se consiguen en la boletería del Le Parc el día del recital desde las 17hs)
Reservas: tomemonosuntiempo@gmail.com
Auspicia: Tomémonos un tiempo (Lunes a jueves de 19 a 21hs por Vorterix 104.5 Mza)