Proponen que San Rafael tenga una planta de reciclaje

Podría colaborar a erradicar los basurales a cielo abierto, instalar la idea de un municipio ecológico, concientizar a la población acerca de las bondades del reciclado y fomentar la generación de empleo y de microemprendimientos vinculados al reciclado.

La necesidad de instalar una planta de reciclado de residuos sólidos urbanos en San Rafael, al igual que la puesta en marcha de un plan ambiental municipal son parte de la propuesta del edil Daniel Herrera.

La planta de reciclado tiene como objetivo reutilizar materiales, actividad que podría contribuir a la economía por la venta de los mismos y por la posible generación de emprendimientos vinculados a la comercialización de estas materias.

Esto lo explica Herrera en su proyecto, en el que señala que el mayor beneficio será el aporte a la ecología que puede generar, ya que de esta manera se daría fin a los basurales a cielo abierto que generan un sinfín de inconvenientes,  denuncias y problemas vinculados a su manejo.

Cabe destacar que el departamento de San Rafael vierte los residuos en  el parque de saneamiento La Tombina, ubicado a 18 kilómetros de la ciudad. Se trata de un vertedero controlado, con piletas impermeabilizadas, que se hizo para cerrar el basural a cielo abierto Los Jilgueros, que colapsó y se transformó en un foco de contaminación.

El parque de saneamiento La Tombina es un predio de unas 300 hectáreas, a más de tres kilómetros de la zona cultivada, al que se accede por calle Rawson al norte hasta el zanjón La Hedionda. Comenzó a funcionar en 2007, allí se depositan más de 200 toneladas diarias de orgánicos e inorgánicos.

El parque de saneamiento ambiental La Tombina Herrera explicó que es "indispensable que el municipio concientice sobre la cuestión ecológica, lo que no sólo contribuiría al bienestar general de los sanrafaelinos y a la limpieza del departamento, sino que además lo modernizaría, dejando de lado insalubres y anacrónicas prácticas".

El edil nombró como ejemplo de este tipo de planta la existente en el departamento de General Alvear, y manifestó que se podría hacer una de similares características.

En 2014, en la planta de Alvear, se recuperaron cerca de 210 toneladas de materiales para reciclaje de cuyas ventas se recaudaron 291.000 pesos. La mitad de ese total fue destinado a la cooperativa que gestiona la planta.

Para llevar adelante la instalación de una planta de reciclado, el concejal propone realizar convenios con el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación para coordinar acciones y obtener fondos no reembolsables.

Además propone que la planta de reciclaje de residuos sólidos urbanos esté bajo la dependencia de la secretaría de Ambiente, Obras y Servicios Públicos de la comuna. y que existiría la posibilidad de tercerizar o conformar una cooperativa de trabajo.

En la fundamentación de la propuesta, Herrera señala que los objetivos de esta planta serán erradicar los basurales a cielo abierto, instalar la idea de un municipio ecológico, concientizar a la población acerca de las bondades del reciclado y fomentar la generación de empleo y de microemprendimientos vinculados al reciclado.

También propone que la comuna concrete una campaña de concientización sobre la separación de residuos al desecharlos y sobre cómo se desarrollará el reciclado de los mismos. Y que haga convenios con las universidades para que hagan los estudios y evaluación de los alcances de una  planta de reciclado, y la posibilidad de hacer pasantías para especializar a profesionales en la materia.

El ejemplo de Alvear

La planta de residuos sólidos urbanos de General Alvear funciona desde 2011.  A diario se hacen tareas de clasificación y tratamiento de unas 54 toneladas de residuos sólidos urbanos. Posee una playa de compostaje y de relleno sanitario.

Para mayor eficiencia en la tarea los residuos están divididos en las categorías A y B. La A comprende los residuos orgánicos e inorgánicos.

Los residuos orgánicos se someten a un proceso de compostación para convertirlos nuevamente en tierra fértil mientras que los residuos inorgánicos se separan y se enfardan para comercializarlos como material reciclable.

Mientras que en la categoría B se encuentran por ejemplo los restos de la poda y los desechos que genera la construcción. El resto, que no se puede utilizar para nada, se deposita en un pozo de relleno sanitario impermeabilizado.

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