Preocupación por los cuadros de la Casa Fader

Si bien desde la Secretaría de Cultura dicen que hay dos tipos de seguridad, denuncian que las 1.485 obras están descuidadas.

En junio de 2013 el emblemático Museo Emiliano Guiñazú - Casa de Fader cerró sus puertas al público. El sismo registrado en suelo mendocino un año antes había dejado daños visibles y considerables en las paredes de las distintas salas, por lo que en aquel momento el Gobierno tomó esa decisión con la finalidad de realizar un profundo estudio estructural y de infraestructura para concretar posteriormente las obras necesarias.

A más de 3 años del cierre, el establecimiento -que es en uno de los principales hitos de la cultura y la historia mendocina- permanece cerrado aún y desde la Secretaría de Cultura destacaron que antes de fin de mes saldrá el pliego licitatorio para comenzar con las obras (se dividirán en dos etapas).

Sin embargo, durante los últimos días, algunas voces vinculadas a la Cultura se refirieron a lo mal custodiados y mantenidos que están los 1.485 cuadros que alberga ese museo (se encuentran en el depósito de la casa ubicada en Luján de Cuyo), así como también a las precarias medidas para velar por la seguridad de estas obras de tanto valor histórico y económico.

“El miedo es a que terminen como las Joyas de la Biblioteca San Martín”, destacó una de las fuentes a Los Andes, en alusión al robo de un centenar de libros que databan de los siglos XVI, XVII y XVIII y que se registró en la biblioteca madre de Mendoza en 2003.

Sin embargo, el propio secretario de Cultura Diego Gareca se encargó de echar por tierra estas versiones así como también de aclarar que no hay de qué preocuparse.

“El Fader tiene dos tipos de seguridad. Por un lado el de una empresa privada, y además hay custodia policial. Se están abonando servicios extraordinarios a la Policía”, resaltó el funcionario, quien desmintió que las obras se encuentren amontonadas una encima de la otra y sin preservar ningún tipo de cuidado.

Mientras se lleven adelante los trabajos edilicios en la casona ubicada en calle San Martín, un equipo de la Municipalidad de Capital se encargará de hacer las restauraciones necesarias en las obras. “Vamos a hacer un convenio con Capital y los cuadros van a ser llevados a un lugar custodiado y seguro”, siguió Gareca.

Temor

Hace más de 2 meses hubo un robo en la Casa Fader. Los ladrones se llevaron un microondas y otras pertenencias de escaso valor -en comparación con el de las obras-. Sin embargo, de acuerdo a las palabras de Gareca fue ese episodio el determinante para poner custodia policial en el lugar.

Algunas voces preocupadas entendidas en el tema patrimonial manifestaron a Los Andes que así como en esa ocasión los delincuentes se llevaron el horno y otras cosas, en un hipotético futuro robo los cuadros son un blanco tentador. “Da la sensación de que cualquiera tiene las llaves y puede entrar a la casa”, denunciaron. “Las llaves del depósito donde están los cuadros están en la Secretaría y no las tiene nadie más”, respondió tajante el funcionario.

En mayo del año pasado, y por primera vez en la historia del Museo, un centenar de esas obras fueron retiradas de la casona y expuestas en el Espacio Cultural del Arte (ECA) para que fueran disfrutadas por mendocinos y turistas.

“Las obras estaban seguras en el ECA. Permanentemente había un guardia y se tenían hasta los cuidados necesarios con la exposición de luz. Hasta hay una nota en donde dos arquitectas especializadas en patrimonio recomendaban no descolgarlas del ECA. Pero hoy están apiladas en un depósito”, destacó otra de las fuentes.

Pero fue Gareca quien, tras asumir en su cargo, tomó la decisión de descolgar los cuadros del edificio ubicado en la esquina de 9 de Julio y Gutiérrez. “Estando en el ECA corrían más riesgos, no tenían la seguridad necesaria y nunca debieron estar en otro lado que no sea el depósito”, acotó el secretario de Cultura e indicó que no es cierto que las obras estén apiladas y descuidadas.

Asimismo, resaltó que una vez que salga el pliego de licitación se procederá a embalar los cuadros para trasladarlos y dejarlos en manos de la comuna capitalina. “Ciudad tiene un buen equipo de restauradores. Ellos se están encargando de la restauración del mural del Correo también”, destacó.

Este apartado también tiene sus detractores, quienes contaron que los especialistas de Ciudad ya tienen las llaves en su poder y han comenzado a visitar las joyas sin ningún tipo de control, puesto que el Fader no tiene director nombrado (Gareca explicó que desde que se jubiló el ex director Gastón Alfaro, el responsable es Marcelo Nardechia en su rol de director de Patrimonio).

Respecto a las obras en el museo, el proceso de licitación comenzó a delinearse durante la gestión pasada y -aparentemente- está próximo a concretarse. Consta de 2 etapas y sólo la primera se desarrollará este año. Para ello se han previsto 13 millones de pesos e incluye refacciones a fondo (arrancan desde los cimientos).

Es que las paredes de la histórica casa han sufrido las consecuencias del terremoto de 1985 y del fuerte movimiento que azotó al departamento de Luján en 2005.

Otro cuestionamiento al estado actual de los cuadros remite a que 12 de los 100 que fueron expuestos en el ECA regresaron dañados fruto del malos embalajes y transporte. Incluso se habla de un retrato de San Martín que fue prestado a la Legislatura y regresó con manchas por haber sido colocado bajo un aire acondicionado.

Al igual que con el resto de las acusaciones, Gareca descartó esta situación. “Es imposible lo del aire acondicionado. Primero, porque el ECA no tiene. Y además nunca se llevó ninguno de esos cuadros a la Legislatura”, sentenció.

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