Premio nacional para chicos que inventan alarma

Son alumnos del 7mo grado de la escuela Ozamis, de Maipú. El dispositivo funciona automáticamente.

Tienen la maqueta cableada y operativa sobre un mesón que a su vez está junto a un cartel explicativo hecho en papel afiche y telgopor que detalla las características del proyecto por el que ganaron un reconocimiento. Están orgullosos, sus sonrisas así lo transmiten, son estudiantes de primaria y serán premiados por el Ministerio de Educación de la Nación. Tamaño honor.

Se trata del séptimo grado de la escuela José Alberto de Ozamis, de Maipú, que con su iniciativa "Una escuela prevenida" lograron una mención, la única para una institución mendocina, en el Concurso Maestros Argentinos 2017 a la innovación pedagógica. 

Los estudiantes elaboraron un sistema que permite detectar automáticamente un sismo, un incendio o algún otro fenómeno que ocurra en la escuela y que activa una alarma que permite que todos puedan evacuar la institución en el menor tiempo posible. Lo destacable es que todo el material utilizado fue provisto desde la propia escuela, sólo utilizaron dos notebooks prestadas, y el costo de elaboración fue de tan solo 646 pesos.

“Cuando detecta un movimiento fuera de lo normal se activa una alarma que indica que hay que comenzar a evacuar, luego, después de un tiempo vuelve a sonar señalando que todos deben estar afuera de la escuela”, explicó Renzo Campos (14 años) en representación de sus compañeros del séptimo grado C.

Además, el joven agregó que todavía se trata de un prototipo pero que la idea es seguir avanzando en este sistema de alerta para que también avise si hay escapes de gas o problemas relacionados con la energía. “Lo importante es que nadie tiene que ir a tocar una campana o el timbre, como sucede ahora, sino que todo sería automático”, añadió Renzo.

Los estudiantes que también aportaron testimonios para describir el trabajo de la materia de robótica y domótica fueron Elías Bustos (12), Mateo Carmona (12), Luciano Estavilla (12) quienes estuvieron encargados de programar.

En tanto que Lautaro Sosa (12), Leandro Torrealba (12) y Luciano Vázquez (12), se desempeñaron como conectores especializados en el armado del dispositivo. El resto de los alumnos del 7 C se encargó de la investigación, las encuestas, la observación de la escuela y el control de las ventanas, entre otras acciones.

Usar la tecnología

Según detalló Carlos Ávila, uno de los profesores de tecnología que acompañó a los chicos, el proyecto tenía el objetivo de que los estudiantes pudieran relacionar a través de la tecnología escolar el aprendizaje de las disciplinas curriculares y su aplicación práctica en una situación de prevención sísmica.

“También debían comprender y valorar la utilización y potencialidad de las herramientas tecnológicas en acontecimientos de la vida real y cotidiana, desarrollando la habilidad de programar y diseñar un sistema de alarma centralizada”, explicó el docente.

Agregó que le pareció importante que los chicos pudieran reflexionar y formar parte de las posibilidades que genera el trabajo en equipo, para concretar un proyecto. “Gracias al trabajo de los estudiantes, que desde abril se reunieron durante cuatro horas, la escuela podrá contar con un sistema de alarma eficaz, diseñado y puesto en marcha por ellos mismos”.

Otra de las funcionalidades del invento de los chicos de la Ozamis es que tiene una memoria SD que registra todos los sismos, los guarda y permite que luego puedan ser trasladados a una planilla de cálculo para ser estudiados. 

El sistema se apoya en el comité de crisis de los radioaficionados de Mendoza, quienes estarán al tanto en caso de que esta innovación tecnológica se active.  Ahora, el proyecto será declarado de interés departamental y se espera recibir el apoyo necesario para poder elaborar seis prototipos.

El esfuerzo de la comunidad educativa

Los estudiantes y el profesor a cargo señalaron que la creación no podría haber sido posible sin el apoyo de la directora Silvia Torre y de las vicedirectoras, Viviana Fiocchetti y Pamela Páez. “Fue muy bueno que todos supieron formar un equipo de trabajo, dividiéndose las tareas y respetando los roles. Y esto fue muy saludable, porque la tarea no fue solo de los chicos sino también de los padres, los docentes y la comunidad educativa entera”, dijo la vice Pamela Páez agregando que la supervisora Flavia Gatto estuvo presente en todo momento.

Otros de maestros involucrados en el proyecto, y que contribuyeron a la interrelación de diversas disciplinas, fueron Jorge Ortiz (tecnología), Miriam Batistón (Plástica) y Elizabeth Bizzoto (inglés). “Todos se arremangaron para que los chicos pudieran participar y aprender, logrando llegar a la comunidad con expectativas e intereses”.

La autoridad escolar agregó que no fue el único trabajo que se realizó en séptimo grado ya que las divisiones A y B, guiadas por las docentes Sandra Spedaletti y Silvina Hernández, realizaron un preguntados sobre el libertador José de San Martín en versión analógica y digital.

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