Nuevas tecnologías: las TIC necesitan más empleados

Cerca de 400.000 personas trabajaban en el sector de Tecnología Informática y Comunicaciones (TIC) en 2015. Esta cifra representa el 2% de la población económicamente activa (PEA), que equivale a algo más de 19 millones de personas.

Se trata de un rubro en el cual la escasez de recursos humanos calificados genera una limitación para el crecimiento de las organizaciones, que tienen dificultades para cubrir las posiciones que se generan por la creciente demanda: el año pasado esa brecha entre oferta y demanda se amplió.

El problema de la escasez de recursos humanos en tecnología es global. Hay una reconversión de las empresas en esa dirección que genera roles que antes no existían y que requieren habilidades tecnológicas. Esto es transversal a todas las industrias e impacta en toda la economía, no sólo en el sector.

Para relevar las características del mercado laboral de las TIC en la Argentina, la ONG ComunidadIT realizó -con el apoyo de Cablevisión-Fibertel- una investigación que se propone como una herramienta para orientar la oferta de programas educativos y capacitaciones especializadas.

A partir de comprender qué perfiles son los más requeridos y cuál es la demanda insatisfecha, el objetivo es identificar qué herramientas proveer a los jóvenes con el fin de que puedan acceder a la formación requerida y mejorar sus condiciones de empleabilidad.

Mariana Brandeburgo, jefa de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) de Cablevisión-Fibertel, señala que esta investigación se realizó en el marco del rol de la empresa en el desarrollo sustentable, para el cual el tema del empleo es central.

“Tenemos una oportunidad para comprometernos con el empleo en la Argentina porque hay una brecha grande entre los jóvenes que no acceden al mercado del trabajo y la demanda de la industria de TIC: perfiles capacitados en telecomunicaciones en general y ciertos perfiles tecnológicos en particular. Sabemos que 3 de cada 4 empresas buscan talento y no lo encuentran y que las habilidades técnicas son imprescindibles en el 70% de los puestos que se buscan, estén o no vinculados con la industria TIC”, afirma Brandeburgo.

“Nuestra intención es que el diagnóstico sirva a nuestra organización, pero también hacer un aporte para otras empresas o para el sector público. Tenemos que lograr una conexión entre actores cuyos intereses convergen para poder resolver problemas que son estructurales”, analiza la ejecutiva.

Al cuantificar el mercado laboral de TIC y la demanda prevista a corto plazo, se puede estimar en qué proporción esa demanda corresponde a posiciones de software y servicios informáticos (SSI) consideradas un perfil crítico. También se apuntó a estimar cualitativamente el diferencial entre la demanda de capital humano especializado y la oferta local, y evaluar los requerimientos de capacitación.

El sector TIC incluye tres subsectores, cada uno de los cuales muestra una dinámica particular respecto de su oferta y demanda de capital humano: SSI, hardware TI y telecomunicaciones. Abarca a personal tanto de empresas TIC como de empresas usuarias de TIC, de los sectores público y privado.

De las 398.000 personas que integran el capital humano del sector, el 52,5% se desempeña en empresas que ofrecen productos y servicios TIC, mientras que 47,5% trabaja en funciones TIC en empresas que no pertenecen al sector (empresas usuarias) o en el sector público (nacional, provincial y municipal).

Dentro del subsector TIC, la mitad de las personas se desempeña en empresas de SSI y la otra mitad en empresas de Hardware y Telecomunicaciones. Tomando en cuenta ambos sectores, en el país existen aproximadamente 232.200 empleados con perfil específico de SSI, lo que representa un 58,3% del total de empleados con perfil tecnológico.

En 2015 la oferta de recursos humanos TIC fue de aproximadamente 7.900 personas (entre universitarios, terciarios e idóneos), mientras que la demanda total de puestos fue de 12.000. Esto significa que hubo una demanda insatisfecha de 4.100 puestos aproximadamente. La demanda insatisfecha para perfiles SSI se ubicó en 3.100.

Los requerimientos provienen en partes iguales de empresas TIC o de empresas usuarias de tecnología. También existe un flujo de demanda proveniente del ámbito gubernamental o estatal, aunque representa un elemento menor por su dimensión y dinámica.

En lo que hace a la oferta, se divide entre egresados y alumnos de universidades, de terciarios e idóneos sin título académico (estudiantes que no terminan sus estudios o que han desarrollado su expertise trabajando o mediante cursos breves o específicos). A este último grupo se orientan principalmente los programas de capacitación que Cablevisión-Fibertel lleva a cabo junto con ComunidadIT.

Pablo Gottifredi, cofundador de ComunidadIT, destaca la importancia de determinar qué cantidad de recursos son potencialmente empleables en el sector, para direccionar la capacitación en base a las necesidades del mercado: “El objetivo es que la gente, una vez formada, consiga empleo. Para eso no tiene que haber sobreoferta ni una capacitación que abarque a tantos beneficiarios que genere falsas expectativas”.

Soledad Acuña, también cofundadora de ComunidadIT, acota que la formación universitaria o terciaria no genera graduados en el corto plazo y que otras opciones de capacitación disponibles en el mercado tienen un costo elevado, inaccesible para jóvenes que necesitan incorporarse rápidamente al empleo formal de calidad: “Nuestros cursos no compiten con una formación más académica orientada a generar recursos estratégicos. Nosotros formamos jóvenes que tengan interés concreto en trabajar en TI”, define.

El directivo de ComunidadIT afirma que “estas acciones hay que tomarlas ahora, no podemos esperar 20 años. Nosotros surgimos porque las opciones disponibles, públicas o privadas, no llegan a cubrir las necesidades del mercado de trabajo en los tiempos que se necesita”.

En los cursos que brinda la ONG a una cantidad de jóvenes seleccionados, se invierten 300 dólares por joven y se logra -según aseveran- que esa persona tenga trabajo en cuatro meses.

Como se trata de tender puentes entre el mundo de la educación y el mundo del trabajo, “es importante que la industria se involucre en el proceso de formación; sus profesionales tienen que dar seminarios en temas específicos y la capacitación tiene que simular un ambiente de trabajo en una organización”, explica Gottifredi.

En Mendoza se necesitarían 5 mil personas

Lorenzo Nieva, titular de Innovación y Empleo del Gobierno de Mendoza, afirma que nuestra provincia necesitará en 4 años unas 5 mil personas, entre programadores y otras personas que realicen tareas con conocimientos en informática.

Explicó que se han sentado con las universidades y el sector privado. “Las empresas sacan chicos de la UTN y no se reciben. Hay que crear carreras más cortas. Las empresas que van a ir al Polo TIC están ofrecieron capacitar gente para generar mano de obra”.

Nieva afirma que “el insumo básico es el programador. Si sólo contamos programadores, en 4 años necesitaríamos unos 4 mil porque esto demanda el mundo. Pero hay empresas que quieren digitalizar documentación, buscan alguien fuera del sistema que en un mes quede capacitado y ahí llegamos a las 5 mil personas”.

Las estrategias de las empresas

Para abordar la problemática de la demanda de perfiles tecnológicos en las empresas, Santiago Nieto Orbe, director de Marketing para Latinoamérica de Hibu; Fernando Zallocco, director de RRHH South LATAM de Thomson Reuters y Bárbara Carabajal, líder de RRHH por ITS para América Latina de Kimberly- Clark, dieron su opinión.

-Santiago Nieto Orbe (Hibu): Necesitamos un analista de requerimiento, una especie de traductor que entienda de marketing y de TI, porque el desarrollador ya no entendía lo que yo le pedía desde Marketing. Los que entienden de tecnología y del negocio tienen una visión particular. El que tenga a una persona así que la cuide, porque es muy difícil de contratar.

-Fernando Zallocco (Thomson Reuters): Estamos en un momento en que la tecnología se ha metido en la cadena de valor como un requerimiento de base. Eso hace que los perfiles tradicionales deban tener esa sensibilidad y ese conocimiento de la tecnología y viceversa.

En cuanto a este mix de perfiles, yo creo que existe un gap entre lo que las universidades están pudiendo desarrollar y la velocidad con que se mueven las industrias.

Entonces lo que uno hace es negociar una parte del perfil y desarrollarlo internamente. Eso nuevo que se genera hay que tratar de retenerlo de la manera que sea posible para que todo lo que invertiste se vea reflejado. Después está el tema de la flexibilidad. Hoy una persona que conoce una tecnología determinada y no tiene la flexibilidad para cambiar y ajustarse a otra, es un recurso obsoleto.

-Bárbara Carabajal (Kimberly Clark): Nosotros tenemos un centro de servicios compartidos global, lo que quiere decir que los empleados no sólo tienen que saber de tecnología y negocios, sino también trabajar con equipos globales, gente de otras culturas y, por ende, manejar idiomas de manera fluida, entre ellos, obviamente, el inglés.

Encontrar gente que entienda del negocio y de tecnología, que además maneje idiomas y sepa trabajar en equipos virtuales y globales, se vuelve bastante difícil y siempre hay algo en lo que tenés que flexibilizar.

Una vez que lo encontrás, muchas veces el candidato no está interesado ni siquiera en atenderte el teléfono, porque recibe llamadas todo el tiempo de todas partes. Muchas veces no competís contra otras compañías sino con el hecho de que estos candidatos encontraron la forma de trabajar desde su casa o para el exterior.