Nigeria elige presidente en medio de la violencia de Boko Haram

Ayer y hoy votan 68,8 de los 173 millones de habitantes. El grupo terrorista decapitó a 23 personas.

Nigeria elige presidente en medio de la violencia de Boko Haram
Nigeria elige presidente en medio de la violencia de Boko Haram

Los nigerianos acudieron a votar a su presidente ayer en unos comicios que se han visto perturbados por la violencia de Boko Haram y numerosas fallas en el nuevo sistema de voto electrónico, lo que ha obligado a aplazar el proceso hasta hoy domingo en varios puntos del país.

Los extremistas de Boko Haram, que habían prometido enturbiar la cita electoral y de hecho obligaron a postergarla seis semanas, han cumplido: el grupo es sospechoso de haber llevado a cabo varios ataques mortales, entre ellos, a dos colegios electorales en el noreste del país.

“Oímos a los atacantes gritar: ‘¿No les dijimos que se mantuvieran lejos de las elecciones?’”, aseguró un responsable local de la Comisión Electoral.

Por otro lado, un diputado del Estado de Borno (noreste) anunció que 23 personas habían sido decapitadas el día anterior en la localidad de Buratai, al parecer a manos de los islamistas.

Pero a pesar de los ataques, los electores han acudido en buen número a las urnas. Para los comicios presidenciales y legislativos, están convocados a las urnas 68,8 millones de electores, del total de 173 millones con que cuenta el país. Catorce candidatos concurren a la elección presidencial, mientras que en las legislativas, compiten por las 469 bancas del Parlamento 537 candidatos de 28 partidos.

“Hemos esperado tanto para que Dios nos deje ver este día”, se entusiasmaba un votante, Hassan Yesuza Ziga, de 35 años, en Maraba (centro).

Khamis Amir, desplazado por los ataques de Boko Haram, había caminado 11 kilómetros desde el lago Chad para votar en Maiduguri, la gran metrópolis del noreste del país, la región más golpeada por los extremistas.

La organización técnica, sin embargo, no ha estado a la altura de las expectativas: el nuevo sistema de voto electrónico por medio de un lector de cartas biométricas ha causado retrasos considerables en varias regiones.

Tecnología que falla

La Comisión Electoral Independiente (INEC) había decidido experimentar este nuevo sistema para evitar fraudes electorales, pero el remedio ha sido peor que la enfermedad. Las dificultades técnicas han sido tales en determinadas regiones, que hacia las 16 hora local la INEC anunció que suspendía las operaciones en los lugares donde mayores problemas se estaban produciendo, aplazando el voto para hoy.

Desde 2009, la insurrección de Boko Haram y su represión han causado más de 13.000 muertos y 1,5 millón de desplazados.
Las autoridades desplegaron un importante dispositivo de seguridad, e invitaron a la población a limitar sus movimientos.

Jonathan y Buhari, dos candidatos opuestos

Uno es un cristiano del sur, científico de formación; el otro, un musulmán del norte y ex general. Todo opone al mandatario saliente Goodluck Jonathan y a su principal rival, Muhammadu Buhari, candidatos a la presidencia de Nigeria en los comicios presidenciales.
Cristiano de familia humilde

Jonathan, de 57 años y al frente del país más poblado de África desde 2010, compite con un general retirado de 72 años, que estuvo en el poder entre 1983 y 1985, como jefe de una junta militar. Cristiano del sur, de etnia Ijaw, miembro de una familia modesta de fabricantes de piraguas, Jonathan es doctor en Zoología. Tras haberse dedicado a la docencia y trabajado para la protección del medio ambiente en una agencia gubernamental, se lanzó a la política en 1998.

Ex gobernador de Bayelsa, su Estado de origen, es el primer presidente natural del delta petrolero del Níger.
Buhari, por su lado, es un musulmán de etnia Fulani, oriundo de Katsina, en el norte.

El enfrentamiento entre los dos ilustra una de las brechas del país: los 173 millones de nigerianos se dividen entre musulmanes y cristianos. Mientras que el norte es sobretodo musulmán, el sur es principalmente cristiano. 
Buhari, el autoritario

El general Buhari, que alcanzó el poder en Nigeria el 31 de diciembre de 1983 gracias a un golpe de Estado, fue destituido por otro golpe en agosto de 1985. Todo ello, antes de que se reinstaurara la democracia en el país, en 1999. En sus años de poder, el ex general declaró una “guerra contra la indisciplina”, pero algunos de sus adversarios hablan incluso de un “Estado policial” durante su mandato. Su régimen estuvo marcado por la ejecución pública de tres nigerianos condenados por tráfico de drogas en una playa en pleno centro de Lagos, la capital económica.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA