Medellín: una ciudad que abrió el espacio público

Descubrimos cómo la ciudad de Medellín logró planificar su nueva imagen: cosmopolita y floreciente.

Por arq. María Florencia Oña La Micela

La conocida ciudad colombiana logró modificar su trama y su violenta realidad a partir de un diseño de largo plazo en el que la arquitectura y la infraestructura fueron claves en el momento de planificar una nueva imagen cosmopolita y floreciente.

Las urbes son producto de procesos múltiples, se componen de una sucesión de imágenes representativas y de imaginarios colectivos. Actualmente, la ciudad de Medellín es prácticamente un nodo dentro de una red de  mayor escala que se crece en dinámicas. Así, en la actualidad se observan diversos cambios en la imagen y en los centros de los denominados territorios expandidos con el objetivo de priorizar la incorporación de infraestructura y equipamiento que se necesitan para la vinculación efectiva dentro de las grandes ciudades. De esta manera, se posibilita una imagen competitiva de este tipo de grandes urbes.

En contextos de importantes poblaciones, las ciudades tienden a contraerse y a reutilizarse en un movimiento que acentúa sus procesos de aglomeración y densificación. En Medellín, la famosa ciudad colombiana, se ha promovido una reconversión de forma dinámica hacia procesos inmobiliarios de densificación y renovación. Desde esta importante urbe, se ha planificado su integración a la red de ciudades globales, con el foco puesto en transformar la imagen “doméstica” en otra que sea cosmopolita y proyectada hacia el exterior.

Con la vista puesta en ese norte, las políticas públicas de las diversas administraciones locales en los diferentes períodos han hecho una apuesta a esta ciudad con la inversión de grandes capitales y esfuerzos destinados a llevar a cabo los procesos integrados a las directrices internacionales para mejorar la sustentabilidad de esta metrópoli.

Fue en ese desarrollo donde se gestionó la prioridad para invertir en una imagen de ciudad más funcional y con la incorporación de la infraestructura necesaria y requerida para facilitar las dinámicas actuales de reestructuración y vida cotidiana.

No hay que olvidar que el punto de partida de Medellín pasaba por ser considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo debido a la violencia que existía en las calles. Pese a esto, la ciudad comenzó un proceso de transformación hace más de una década y lo hizo gracias a la conducción de sus dirigentes, que atrajeron inversiones grandes para mejorar la infraestructura pública y la arquitectura del lugar. Entre otras acciones que se llevaron a cabo, se redireccionaron fondos de manera radical hacia algunos de los distritos más pobres y menos privilegiados.

La obra pública en general comenzó a proveer mejores condiciones en la traza urbana, diseñada con espacios comunitarios inclusivos y de características sociales equitativas. Así, se puede encontrar una infinidad de proyectos arquitectónicos culturales en esta ciudad: desde el sistema de metro hasta mejoradas infraestructuras educacionales pasando por diversos trazados conectivos. Esto ha hecho que Medellín sea una prueba de lo que se puede lograr y de cómo se puede mejorar la vida urbana, gracias al planeamiento con objetivos claros y visión de futuro.

REINVENCIÓN CONTINÚA

Actualmente, la ciudad continúa reinventándose. Esto se observa tanto en el ambicioso plan maestro a orillas del río de Medellín como en la aplicación de la red UVAS (Unidad de Vida Articulada), en donde se construyen plazas, senderos, centros deportivos y culturales, entre otras cuestiones que enriquecen la vida de los distintos barrios.

LA OBRA PÚBLICA EN GENERAL COMENZÓ A PROVEER MEJORES CONDICIONES EN LA TRAZA URBANA, DISEÑADA CON ESPACIOS COMUNITARIOS INCLUSIVOS Y DE CARACTERÍSTICAS SOCIALES EQUITATIVAS.

De este modo, se toma la arquitectura como modelo y herramienta de nuevos conceptos y formas de compromiso social, constituyendo un desarrollo sustentable; el cual es capaz de proveer un marco de referencia para el desarrollo social y cultural.

En este sentido, vale la pena relatar que cuando se desplegó el plan maestro de la ciudad se realizó un análisis de la infraestructura y la iluminación nocturna existente, que reveló islas de oscuridad en la trama. Las mismas correspondían a 144 tanques de agua existentes en la periferia de la ciudad. A partir de allí, se realizó un proyecto para que la ciudad avanzara rodeando dichos tanques con crecimiento progresivo. Para ello se analizó la infraestructura existente -con sus fortalezas y debilidades y se detectaron los sitios potenciales a reestructurarse.

Fue así que surgió la mencionada red UVAS, cuyo objetivo es entregar espacios públicos de calidad a barrios desprovistos. El proyecto resultante es una mezcla de la infraestructura existente con el espacio público transformando estructuras ocultas y cerradas en verdaderos proyectos abiertos e integrados.

La infraestructura hidráulica se convirtió, de este modo, en instalación pública y sirvió para dinamizar la ciudad así como para conectar zonas y comunidades mediante la construcción de equipamientos para el espacio público. El objeto que se logró fue el de enriquecer las dinámicas locales y constituir nuevos espacios de reunión.

A partir del caso de Medellín es posible comprender los procesos de configuración del centro de la ciudad desde los distintos sitios de relevancia a los cuales se han ido otorgando diferentes espacialidades, sitios de confluencia, reunión y espacios de interés a la trama para crear una ciudad más amable, segura y disfrutable.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA