Marcha #8M: mujeres de Argentina y el mundo salieron a la calle a pedir por sus derechos

El Paro Internacional de Mujeres fue replicado en más de 50 países. El denominador común: basta de violencia machista.

Miles de mujeres marcharon hoy en varias provincias argentinas para reclamar por más derechos y menos violencia machista en un país donde cada treinta horas una mujer es asesinada a manos de su pareja o expareja.

La protesta fue en respuesta al llamado Paro Internacional de Mujeres convocado por el movimiento argentino nacido en 2015 #NiUnaMenos, surgido como un grito de alerta contra el machismo que mata.

Ana Castromán, de 51 años, uruguaya con más de 30 años de resdidencia en Argentina, porta una pancarta con las fotografías de su hija y su sobrina.

"Están muertas. Según la policía murieron víctimas de una red de trata de blancas. Las chicas jóvenes tienen que tener conciencia que estas redes conviven con nosotros en nuestras ciudades", dijo mientras se enjuaga los ojos. "Este dolor no me lo quita nadie más", agrega.

"íBasta ya, Vivas nos queremos!", rezan carteles con letras violetas, el color que identifica al movimiento contra la violencia de género y que predominó dentro de la marcha al igual que el negro de luto.

También hubo protestas de mujeres que buscan acceder a trabajos reservados a hombres.

Argentina, pese a haber sido gobernada por una mujer, Cristina Kirchner, durante dos períodos consecutivos (2007-2015), tiene un fuerte arraigo machista.

En el actual gobierno de Macri apenas el 12% de los altos puestos del Poder Ejecutivo está a cargo de ellas, según reveló el Ministerio de Modernización.

La exclusión también alcanza a algunos oficios, como el de conductoras de trenes.

"¿Por qué no podemos manejar trenes?", cuestionaron trabajadoras del servicio ferroviario argentino tras verse impedidas sin argumentos a acceder a la categoría de maquinistas, con mejores salarios.

Entre los rieles de la línea de trenes Sarmiento, una de las más populares que conecta a Buenos Aires, las empleadas ferroviarias protestaron con bombos, pancartas y cánticos contra la discriminación que existe en el sector, donde las líneas de mando corren mayoritariamente por cuenta de hombres.

"Estamos pidiendo que en el ferrocarril que se nos permita acceder a la categoría de maquinista. Es el único o uno de los pocos países que quedan en el mundo donde las mujeres no podemos manejar trenes", reclamó Mónica Schlotthauer, delegada ferroviaria del Tren Sarmiento.

Julieta Bacchili, una de las manifestantes en el Tren Sarmiento, consideró que "el tema de conducir un tren no es cuestión de tener ovarios o testículos, creo que es una cosa de capacidad y de cerebro, y la tenemos todos, hombres y mujeres", dijo.

Desde la cárcel en Jujuy, en el norte del país, la líder social Milagro Sala pidió a sus pares que no dejen de militar por causas que buscan justicia.

"Las mujeres son las que siempre han llevado el hogar, las que militan, las que están en el sindicato, y son las que también han dirigido la patria", dijo Sala al cumplir 417 días presa, en un caso que organismos internacionales consideran una "prisión arbitraria".

"Que las compañeras sigan militando porque la Argentina nos necesita, porque estamos pasando una crisis muy fuerte y muy grave", enfatizó Sala, opositora del gobierno liberal de Mauricio Macri.

En el mundo

En Nueva York, cerca de 2.000 personas se concentraron afuera del Central Park, a apenas dos cuadras de la Trump Tower, propiedad del presidente Donald Trump, contra cuyas políticas consideradas contrarias a la mujer estaba dirigida la protesta.

En Washington, varios centenares de mujeres se reunieron frente a la Casa Blanca con carteles que criticaban los decretos que prohibieron fondos federales para organizaciones que asesoran, informan o ayudan a abortar.

En ambas marchas abundaron los pañuelos y vestimentas rojas, que se mezclaban con los sombreros rosados conocidos como "Pussyhat", que simbolizan la gigantesca Marcha de las Mujeres en Washington el día siguiente de la inauguración de Trump.

En Estados Unidos, la iniciativa del "día sin mujeres" propuso hacer huelga en el trabajo y en la casa este 8 de marzo, lo que provocó el miércoles el cierre de todas las escuelas de la ciudad de Alexandria (Virginia), vecina a la capital.

Trump expresó en Twitter su "inmenso respeto" por las mujeres y saludó su "papel crucial (...) en Estados Unidos y en el mundo entero".

Pero sus mensajes provocaron reacciones airadas en las redes sociales, cuyos usuarios le recordaron sus comentarios misóginos, las acusaciones de agresiones sexuales y su controvertida posición sobre el aborto en la campaña presidencial.

El emblemático movimiento #NiUnaMenos se sumó a la convocatoria a un paro parcial de mujeres que se extendió por toda Latinoamérica, una región a la que pertenece la mitad de los 25 países con más feminicidios en el mundo, de acuerdo con ONU Mujeres.

En Guatemala una ceremonia maya ante la Corte Suprema para reivindicar a la mujer contó con la participación de la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú. Y el rostro de la activista asesinada Berta Cáceres se repitió en muchos carteles en la marcha que tuvo lugar en la capital de Honduras.

En Brasil, donde un estudio divulgado este miércoles mostró que una de cada tres mujeres mayores de 16 años fue víctima de violencia física, verbal o psicológica en el último año, colectivos feministas y organizaciones sociales manifestaron en más de una decena de ciudades.

En Bolivia, un grupo de feministas tomó momentáneamente el set de televisión del canal estatal para exigir la destitución del gerente general, denunciado por acoso sexual.

"Hay millones de mujeres, todos los días, en alguna parte de la geografía nacional, que auténticamente están siendo sometidas a la violencia psicológica o a maltrato", dijo el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, tras reconocer que los esfuerzos para acabar con ese maltrato en ese país han sido "insuficientes".

En Perú, el colectivo Canto a la Vida, que agrupa a más 60 organizaciones de la sociedad civil, organizó una marcha en Lima que, entre otras cosas, respaldó el Currículo Nacional Escolar que impulsa el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski para promover la igualdad de género.

En República Dominicana, decenas de sumaron al Paro de Mujeres, mientras en Venezuela el principal acto fue organizado por el gobierno y consistió en una marcha de mujeres hasta el Panteón Nacional de Caracas, donde están los restos del libertador Simón Bolívar.

En Moscú, un grupo de feministas fue brevemente detenido tras haberse manifestado frente al Kremlin para reclamar más respeto por los derechos de las mujeres.

"El feminismo es nuestra idea nacional", proclamaba una bandera que llevaban dos militantes que subieron hasta el balcón de una de las torres del Kremlin.

En Ucrania, miles de personas también desfilaron y reivindicaron los orígenes feministas del Día de la Mujer, que es desde la época soviética una de las principales fiestas en las antiguas repúblicas de la URSS.

En Madrid fueron 10.000 personas, detrás de pancartas como "Calladita NO estás más guapa".

En las calles de Italia, los ramos y guirnaldas de flores se veían hasta en el palacio presidencial en Roma.

En Dacca, capital de Bangladés, unas 15 sobrevivientes de ataques con ácido, perpetrados generalmente contra mujeres en las zonas rurales del país, cruzaron el podio en un desfile de moda.

En Francia, tres activistas del movimiento feminista Femen llamaron a las mujeres a utilizar su cuerpo, a veces "velado, mutilado, escondido", como un "portavoz" y "estandarte político" para romper el silencio.

En París, la Alianza de las mujeres para la democracia y las Ediciones de las mujeres lanzaron un llamado para dedicar este 8 de marzo a la novelista turca Asli Erdogan, que puede ser condenada a cadena perpetua en el marco de la represión que sacude a Turquía.

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