Los entretelones de una fiesta que no fue tal

General Alvear es una comunidad que se ha caracterizado por la altisonancia de sus protestas y reclamos frente a otros departamentos del sur mendocino.

Lo acontecido durante la última Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas no desentonó con esa idiosincrasia. Sin embargo, al parecer esta vez intereses económicos, se mezclaron con la política y otras situaciones, y todas se amalgamaron con una aparente intolerancia general que sólo redundó en detrimento de una fiesta que nació básicamente como homenaje al hombre de campo dedicado a la crianza de ganado.

En el predio de la Ruta 188 este año no hubo discurso del gobernador (que -según la versión oficial- decidió no asistir porque no entregaron al Ejecutivo 600 entradas y se impidió el armado de los stands de la Provincial) para contestar a los reclamos de la Cámara de Comercio,

Agricultura y Ganadería alvearenses, que casi son un folclore pero que ese día hasta sonaron anacrónicos. Tampoco estuvieron claras algunas acciones de la Cámara que perjudicaron la transmisión de la fiesta.

Hubo varios malentendidos que opacaron el encuentro: negociaciones por un subsidio oficial de 1.700.000 pesos que -según se dijo- se intentó canjear por 600 entradas; la negativa de los organizadores a ceder a esa presunta presión; declaraciones de un lado y otro; y la negativa de la Cámara de permitir algo que históricamente fue así: la transmisión en directo del evento por el cable local Tevecoa.

Todo conspiró contra el clima festivo, incluso las explicaciones posteriores que agregaron más condimento al ya confuso panorama.

Lo rescatable es que casi todos los sectores manifiestan ahora estar dispuestos a sentarse a dialogar para tratar de superar las diferencias (que no fueron menores). Pero lo hecho, hecho está.

Trampolín político

Recuerda don Jorge Beltramone, uno de los mentores del encuentro allá por la década del ‘80 (hace ya 34 años precisamente), que la fiesta se creó para motivar a los productores ganaderos y premiar su esfuerzo.

“Hoy -destaca- por un mal manejo de las cosas, caprichos y falta de sentido común, se pone en peligro este encuentro. Se ha transformado de un tiempo a esta parte en un trampolín político y tanto es así que en el último almuerzo, al margen de todo lo que sucedió con la situación del gobernador y la Cámara, la gente estaba más interesada en ver qué político venía o no venía; que en la Copa Challenger que se entregó al productor ganadero Esteban Perfumo por ser el ganador del premio mayor por tercer año consecutivo. Ése es el sentido de la fiesta y creo que se ha perdido.

Hay que sentarse a analizar de qué forma se puede recuperar el espíritu original que cuando nació no necesitaba de subsidios, porque era nada más que un encuentro festivo de los productores. Quien habla es un hombre “con autoridad sobre el tema”, como lo definen en el ambiente ganadero.

Por su lado, el intendente Juan Carlos De Paolo, que sin una participación orgánica quedó involucrado por su sola investidura, señaló a Los Andes que la comuna siempre estuvo afuera del problema porque “ni la Cámara ni el Gobierno provincial le dieron participación a la Municipalidad y la verdad es que nos parece una barbaridad.

Nosotros facilitamos a pedido del Gobierno, sin saber absolutamente nada de lo que pasaba, un lugar en la plaza para la instalación de los camiones de atención médica y del Registro Civil, que trabajaron magníficamente con la gente. Luego nos enteramos que el pedido surgió porque la Cámara no había autorizado el ingreso de esos equipos al predio”. Y se lamentó: “Cada uno maneja las cosas a su criterio pero es una pena para todos”.

Desde la Cámara su titular, Ariel Romero, no quiso hablar de lo sucedido porque “hemos decidido dar por finalizado el problema. No se hablará más en público sobre ello”. Sí destacó que el subsidio que normalmente llega desde la Provincia este año supondrá la cancelación de algunas obras que estaban previstas, pero dijo celebrar que finalmente se dirigió ese dinero a obras en el matadero.

Con respecto al problema surgido con el canal de cable local, aseguró que la modalidad siempre ha sido que no se transmitan los espectáculos y que este año se les dijo lo mismo, aunque desde la empresa Tevecoa no se sostiene igual postura y consideran que se dificultó su trabajo (ver aparte) y sólo se perjudicó a la gente.

La polémica por el no a la TV en directo

Una de las polémicas de la Fiesta que más repercutió en las redes sociales y en casi todos los medios de difusión fue la que involucró a la empresa de TV por cable Tevecoa, que no pudo transmitir los espectáculos ni las destrezas criollas en directo. Un duro comunicado emitido por la firma y ratificado a Los Andes por su socio gerente, Germán Barraquero, se difundió y leyó en todo Mendoza.

Entre otros conceptos, se destaca que “al parecer los directivos de la Cámara de Comercio de General Alvear escucharon las palabras de un reconocido periodista sobre el balance de la fiesta del año pasado: ‘más de lo mismo’ dijo aquella vez, y este año no quisieron ser menos y realmente se esmeraron y le pusieron mucho condimento.

“Como no lograron la repercusión política que se pretendía, teniendo en Alvear a los principales candidatos a la presidencia de la Nación, se pelearon con el Gobernador, censuraron la televisación de los espectáculos, hubo riñas y heridos, policías internados, dirigentes alcoholizados, presiones a un comisario por intentar prohibir las peñas, producción de espectáculos de poca convocatoria. Nada, absolutamente nada que contribuya al comercio, industria o ganadería. Carpas con un gran número de vendedores de comida... armaron una Salada con almuerzo y show.

Todos hablan de lo mismo: un Gobernador presuntamente enojado, un entorno enrarecido, y la parte que nos toca a nuestra empresa: censura para la televisación, cuando es el único medio por el cual a mucha gente no le queda otra oportunidad que disfrutar la fiesta mayor de los alvearenses por televisión”.

Pese a estos conceptos, de los que se transcribe una parte, Tevecoa está dispuesta a retomar el diálogo con la Cámara, según Barraquero.