Lindas, exitosas y deseadas ¿Por qué están solas?

Son muchas las mujeres que desean tener una pareja, pero sin embargo continúan sin encontrarla. ¿Una cuenta pendiente con los vínculos? ¿La incidencia en el cambio del paradigma? En esta nota el análisis.

Lindas, exitosas y deseadas ¿Por qué están solas?
Lindas, exitosas y deseadas ¿Por qué están solas?

“Ya no hay hombres”, “Me tienen miedo porque soy exitosa”, “Prefieren a alguien que no piense...”. Valerse de estas y otras frases, así como de lecturas remanidas respecto a por qué mujeres independientes siguen solas (aunque tengan pareja) puede reducir el tema a un análisis mezquino.

Lo vincular no es sencillo, y mucho menos admite generalizaciones por género, cuando de entender algo en profundidad se trata. En todo caso, el revés está dado por determinadas posiciones, conductas y cambios de paradigmas que encierran el nuevo desafío del cambio, y desde hace rato.

Pero para desmenuzar algunas claves que sirvan a modo de guía, la psicoanalista Cristina Hernández, y la psicóloga vincular Paula Corso, analizan la problemática.

Lo idealizado y lo real

Un estudio realizado por varias universidades inglesas, que fue publicado por el diario británico Sunday Times, afirmó que “cuanto más inteligente es una mujer más le cuesta casarse”.

La investigación abarcó a 900 hombres y mujeres que primero fueron entrevistados cuando tenían 11 años y se les hizo un seguimiento para saber qué fue de sus vidas 40 años después. Según los resultados, “las mujeres tienen un 40% menos de posibilidades de contraer matrimonio si son exitosas. Esto enmarca a las que siguen estudios universitarios y de posgrado. En tanto, la ecuación para los hombres sería a la inversa. Cuánto más preparados están, y mayor coeficiente intelectual tienen, ganan un 35% de posibilidades para decir ‘sí, quiero’”.

¿Será acaso sólo una cuestión de estadística cerrada respecto al compromiso con el otro, sin matices, ni posibilidad de repregunta? Y en todo caso, de ser así, ¿qué causas generan el déjà vu eterno del desencuentro a la hora de no quedarse solo, y poder conocer a alguien?

La psicoanalista Cristina Hernández  responde las inquietudes: “No hay una caracterización única en este tema, sino individualidades que tendrían que analizarse. Quizá esas mujeres que dicen querer encontrar una pareja, en la realidad de los hechos, no propician nada en ningún aspecto para tenerla. Se puede estar diciendo conscientemente algo, pero en lo real no se dan actitudes que denoten un interés por compartir una vida de a dos”.

- ¿Es el miedo en este caso el que puede obstaculizar la acción?

- Puede existir obviamente, pero también suele vincularse a los parámetros que tiene la mujer de un hombre idealizado, a nivel inconsciente, resultando inalcanzable para cualquiera; ya que no existe alguien real que se aproxime a esa idealización, ni imagen.

En este caso sería un vínculo narcisista buscado por la mujer, a imagen y semejanza de ese reflejo mental que hizo de una persona, sin darle cabida a un “otro” tal como es. Pero cuidado, que en el otro extremo hay muchas mujeres con sujetos con los que nada tienen que ver, pero que en la desesperación por estar con alguien deciden mantener la relación, terminando en fracaso.

- ¿Cómo se logra el equilibrio?

- En primer lugar conocer al otro, darse el tiempo y espacio real para saber quién es. Si la mujer no propicia esto, por más ocupaciones que tenga, no hay lugar para el crecimiento. Y en segunda instancia entender que el enamoramiento lleva a golpearse con muchas paredes, si luego de esa etapa no hay con qué sostener la relación. Lo mismo ocurre con el encuentro basado sólo en lo sexual, ya que una vez pasado ese período de extrema excitación sensorial, si no hay más que eso, es difícil  construir un vínculo.

La presencia de la mujer a la par del hombre en todas las áreas implica que ese paradigma lleve un tiempo de adaptación hacia esta modalidad, para encontrar espacios de encuentro desde ambos lados.

Eso que tú haces

Al analizar los patrones de conducta de las mujeres sin pareja, se puede decir en general que:


- Tienen baja autoestima en el momento de hacer la elección (porque están depresivas, o porque recibieron un golpe en su narcisismo).
- Hacen depender su propia valoración de la consecución de una pareja.

- Buscan con insistencia un hombre sin fijarse en el tipo de relación que pueden establecer con él.

- Idealizan a alguien y le depositan los atributos deseados, y quedan prendidas de la inaccesibilidad del otro.

- Frente a la no reciprocidad por parte del hombre, no se retiran y agotan todos sus recursos para hacerle variar la conducta.

- Son incapaces de poner fin a una situación displacentera o frustrante, porque esto significaría “fracasar”, por lo que deciden luchar por el otro “no importa que él no quiera, si logro dar con la actitud adecuada, él variará”. Esta política las lleva a ahondar en el fracaso, con lo que disminuyen más la autoestima.

- Ante cada rechazo, aumenta el vacío, disminuye la autoestima, y se incrementa la conducta adictiva (a la persona).

- Se confunde ese sentimiento de vacío, sufrimiento, con amor o pasión.

- Se someten al deseo del otro, lo que las hace desaparecer como personas. Las estimula pensar que, si logran seducirlo, será totalmente de ellas y, así, lograrán recuperarse como personas.

- Tienen dificultad para disfrutar de relaciones tranquilas, donde la compañía y el dar y recibir son características. Éstas les resultan aburridas.

Ante estas situaciones, es importante tener en cuenta:

- Las relaciones no hablan del que elige sino del elegido. Enfocarnos en el que no nos quiere habla de nuestra mala autoestima. Que alguien no nos elija no significa que no valemos, sino que el otro opta por una persona distinta que lo complementa en otro sentido.

-  El enamoramiento dura poco tiempo, luego viene el amor tranquilo. Hay dos etapas: la conquista con mucha adrenalina, y la colonización, donde hay construcción de a dos, vencimiento de obstáculos, proyectos en común.


-  ¿Meta o compañero de camino? El otro no es una meta ni un destino en sí mismo, sino un compañero de camino. CC.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA