Le dieron doce años por un crimen a la salida de un boliche

La Primera Cámara del Crimen condenó a 12 años de prisión a Pablo Matías Gutiérrez Espíndola (23), tras encontrarlo culpable de la muerte de Diego Moisés Miranda (24), asesinado de cuatro balazos en la puerta del boliche "La Vega" de Maipú, en febrero del año pasado.

Pablo Gutiérrez fue llevado ayer por la mañana hasta Tribunales, con un ojo vendado. El joven fue atacado en la panadería de la cárcel por algunos internos durante el último fin de semana. Así, herido, escuchó la sentencia por homicidio agravado y luego fue llevado nuevamente al penal de Boulogne Sur Mer.

Durante los alegatos, realizados antes de la feria judicial de invierno, el fiscal Javier Pascua había solicitado una pena de 16 años de cárcel para el imputado. La misma posición tomó la querellante oficial Claudia Vélez, en tanto que Raúl Sánchez, defensor de Gutiérrez, solicitó que se absolviera a su defendido.

Durante el debate, Gutiérrez declaró que disparó para defenderse de la víctima, quien lo atacaba a piedrazos. Según su versión, el 9 de febrero de 2014, cuando salió del boliche de Maipú, se inició una pelea entre Miranda y un amigo suyo, "El Moraleja". Miranda comenzó a tirar piedras y entonces, para defenderse, sacó un revólver calibre 22 y disparó cuatro veces contra Miranda.

Pero para el fiscal no se trató de un caso de legitima defensa sino de una persona violenta que se metió en una pelea que no era suya y que terminó realizando "un homicidio que raya la alevosía".

Guerra de bandas

Comenzó ayer el juicio por la muerte de Marcelo Oviedo (23), cuya muerte tiene como trasfondo una guerra entre bandas de jóvenes del barrio Paulo VI de Godoy Cruz.

Por este caso, calificado como homicidio agravado por el uso de arma de fuego, están imputados Jonathan Jesús Moya  Haro (27) y otro joven que, al momento del crimen, era menor de edad y hoy tiene 18 años.

El juicio se realizará hasta el viernes próximo en la Cuarta Cámara del Crimen, donde ayer comenzaron a declarar los primeros testigos del hecho.

Oviedo murió en la noche del 5 de marzo luego de que se produjera un tiroteo en las cercanías de Terrada y Aristóbulo del Valle. 
Cuando llegó la Policía encontró en un descampado ubicado entre dos monoblocks del barrio Paulo VI a Marcelo Ezequiel Oviedo. De inmediato fue llevado por una ambulancia hasta el hospital Central, donde se constató que había fallecido.

Oviedo había recibido un balazo en el brazo izquierdo que luego le ingresó en el tórax, produciéndole la muerte.

Por la cantidad de vainas encontradas en la escena del crimen -12 cápsulas-, la muerte se produjo como resultado de un enfrentamiento entre dos bandas de la zona.