Lanzados y relanzados

Mientras la gestión estuvo apuntada a la resolución del conflicto con YPF por la nueva ley de hidrocarburos y a buscar una urgente salida para la crisis financiera de Impsa, en el seno del justicialismo mendocino continuaron los movimientos de quienes ya piensan en las elecciones del año que viene. La fuerte apuesta que mayoritariamente está realizando la dirigencia peronista local abre esperanzas ante un escenario siempre complicado por la vigencia que mantiene el radicalismo mendocino en buena parte de la ciudadanía.

La conducción integrada del peronismo  no impide que quienes aspiran a suceder a Francisco Pérez como gobernador se anoten en la carrera hacia la todavía bastante lejana meta. Es lo que pasó en la última semana, que tuvo al intendente Rubén Miranda y al senador nacional Adolfo Bermejo como los principales protagonistas.

El dirigente lasherino hizo su presentación junto al vicegobernador Ciurca en un ámbito con perfil académico, mientras que el maipucino montó un acto de corte partidario con el argumento de presentar a sus equipos técnicos pues ya se había anotado mucho antes como precandidato. En la práctica, fue un relanzamiento tal vez para no quedar atrás ante la avanzada de Miranda. Así como éste pudo mostrarse con Ciurca para dejar de lado sospechas de enojos entre ambos, Bermejo apostó por traer nada menos que al gran líder que tiene la corriente Azul, a la que pertenece, Juan Carlos Mazzón.

Lo curioso es que por ahora todo parece desarrollarse en el oficialismo con relativa tranquilidad. Jorge Tanús, otro de los anotados por el sector Azul, también estuvo presente en el relanzamiento de Bermejo. Dicen que la intención es que ambos hagan sus respectivas campañas hasta que llegue el momento de decidir con la presencia de Mazzón y los cinco intendentes de dicha línea cuál es el mejor posicionado para ser precandidato de los “azules”. Aseguran que hasta no habría que descartar que ambos integraran una fórmula.

"Si hay internas en las PASO serán con otros sectores del justicialismo, porque en nuestra línea vamos a consensuar. Pero consideramos que lo mejor para el partido sería la unidad total", comentaba ayer Jorge Tanús al ser consultado sobre estos movimientos de la semana.
Es más: en la conducción del PJ no descartan que los sectores duros del kirchnerismo provincial terminen sumándose a un posible acuerdo general con lugares en las distintas listas de candidatos, tanto nacionales como provinciales, si realmente se sienten representados por el grueso del justicialismo local.

Donde sí faltan ajustes es en la relación entre el ala tradicional de la dirigencia y algunas figuras del paquismo. El caso más evidente es el del ministro Matías Roby, quien había contestado críticas de Ciurca por sus pretensiones políticas sin ser afiliado al PJ. 
Comentan allegados al Vicegobernador que a éste le agrada que los cuatro precandidatos que por ahora tienen las líneas más tradicionales (Bermejo, Miranda, Tanús y Félix) siempre hayan estado dentro de la estructura partidaria. "Roby debe entender que no es suficiente con ser ministro, sino que cuando se asume un compromiso de gestión y encima se pretende algo más hacia el futuro no se debe ver mal que a uno le pidan que se involucre  partidariamente", dijo un encumbrado legislador del PJ que mantiene muy buena relación con el Gobernador y varios de sus ministros.

Claramente se advierte que esa gran mesa de conducción que encabezan Pérez y Ciurca tendrá siempre en cuenta consejos prácticos de los más experimentados, como Mazzón, que podría seguir influyendo en el armado de fórmulas y listas. Queda pendiente, de todos modos, la influencia que pueda llegar a tener el kirchnerismo en todas esas decisiones si, como algunos suponen, la Presidenta se reserva el derecho a veto por lo menos en los principales y más influyentes distritos del país.

El petróleo. En el Gobierno provincial están satisfechos con el acuerdo logrado entre los gobernadores de provincias productoras de hidrocarburos y el Ejecutivo nacional. “Lo que se peleó se consiguió en gran medida aunque no todos queden del todo conformes”, dijo un vocero del Ejecutivo.

La tendencia hacia el acuerdo se vislumbraba y el final (¿feliz?) para la foto de los mandatarios con la Presidenta siempre supuso que se obtendría merced a alguna resignación de las partes.

“La garantía para la mayoría de los gobernadores es que firmó Sapag, el que tenía más para perder” en cuanto a intereses petroleros para su provincia, señaló la misma fuente cercana a Francisco Pérez. Sin embargo, el asunto pasa por ver si la predisposición final del gobernador neuquino respondió, como trascendió, a algún intercambio de beneficios entre Neuquén y la Nación al coincidir el acuerdo petrolero con la votación definitiva en el Congreso de la muy controvertida Ley de Abastecimiento.

De todos modos, nada está dicho aún. En el Senado nacional, donde comenzará a debatirse el proyecto de ley acordado con las provincias, tanto el peronismo disidente, como fuerzas provinciales y algunos representantes del radicalismo y el socialismo ya anticiparon que se opondrán. Mientras llega ese momento, Francisco Pérez considera que no es necesario que el borrador transformado en proyecto pase por la Legislatura antes de que sea debatido por el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación.

Así, las objeciones que puedan tener aquí radicales, demócratas e izquierdistas tendrán que trasladarlas a los representantes por Mendoza que esas agrupaciones tienen hoy en el Parlamento nacional.

Los tiempos del radicalismo. En la conducción de la UCR local consideran que “en vez de gestionar” el oficialismo se dedica a promocionar candidaturas y justifican su crítica en “el desfinanciamiento provincial”.

Dicen los radicales que insistirán con Francisco Pérez para que dé alguna certeza sobre la realización de las primarias abiertas para cargos provinciales, que deben realizarse el año próximo por primera vez.

Mientras tanto, en el partido de la calle Alem prefieren postergar para fin de año o directamente para 2015 las definiciones políticas. Habrá un congreso partidario en octubre y quienes ya están lanzados con pretensiones de pelear la Gobernación serán respetados, pero la idea, según lo que opinan en la conducción, es evitar innecesarios desgastes cuando aún no se sabe cómo se compondrá el calendario electoral local.

Pero no es sólo esto lo que preocupa al radicalismo. El escenario más o menos ordenado que se observa en Mendoza luego de que el propio Macri abortara el acercamiento a Alfredo Cornejo, contrasta con la turbulenta realidad de UNEN a nivel nacional, que no sienta aún bases sólidas a la hora de pensar en posicionamientos o apoyo a determinadas candidaturas presidenciales.

En un gran contraste, el radicalismo tiende a dejar la iniciativa política para lo que resta del año a un oficialismo lleno de precandidatos, pero que en el fondo pretende la unidad para afrontar un proceso electoral complicado y un panorama económico más complejo aún.

Por José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar