Esa estrella era mi lujo

Con un Lucero (Juan Manuel) iluminando el camino, en la segunda etapa aparecieron los goles y el estreno en casa se volvió inolvidable para Gutiérrez.

Es cierto, el “17” no llegó a ser el “único héroe en ese lío” porque varios tuvieron rendimientos superlativos, pero lo del “Pity” fue determinante por su decisión para encarar con pelota dominada, haciendo ancho el campo de juego y lanzando centros precisos que terminaron en asistencias.

Mucho le costó al conjunto de Scivoletto imponer las condiciones para jugar. En la primera mitad, Juventud Unida decidió presionar bien arriba, provocó cortes en el circuito de juego local y obligó a dividir la pelota en lanzamientos largos.

Así, sin la posesión de la redonda, los mendocinos batallaron más de lo que jugaron y eso, frente a un rival de buen pie, fue complicado, más allá de casi no pasar sobresaltos en la valla de Aracena.

La acción más importante de la etapa fue para el “Perro”, pero Pucheta no acertó su cabezazo al arco cuando Aguiar estaba vencido y todo siguió 0-0.

La velocidad de los carrileros visitantes provocó el retroceso local e incomodó al anfitrión. Ortiz intentó hacerse manija del juego, pero casi no tuvo socios para buscar avanzar con toques cortos. La visita puso mucha lucha en la zona media y ambos se fueron al descanso sin mayores novedades.

En el complemento todo cambió. Gutiérrez decidió apretar en la salida, aprovechó el ingreso del “Pity” y rompió la comodidad con la que jugaba su rival.

Así fue como el otro Lucero (Cristian, también de gran partido) robó desde atrás la pelota a un defensor y salió el centro preciso para la cabeza de Arce, que no había lucido en el juego colectivo.

Era la hora de jugar y el “Celeste” lo hizo. Anuló por completo los caminos hacia Aracena, determinó jugar más arriba aún y, con tres delanteros en cancha, encontró la posesión que buscaba y los espacios para lastimar.

Baldaccini entró para dar más presencia ofensiva y su cabezazo llegó para liquidar la historia y espantar cualquier fantasma que osara darse una vuelta por Adolfo Calle.

Juventud Unida, más allá de haber mostrado algunas virtudes en el capítulo inicial, fue un puñado de voluntades que casi siempre corrieron sin sentido detrás del balón.

Gutiérrez, con un gran rendimiento colectivo y con un Juan Manuel Lucero encendido, redondeó un debut soñado en casa.

Lo colectivo potenció a lo individual y ése quizás sea el secreto del “Celeste”: acompañar desde lo grupal el crecimiento de cada integrante. Ayer, ese Lucero (Juan Manuel) fue un lujo.

Una asistente con carácter

Antonella Nadya Chiariotti fue designada como segunda asistente del juez Diego Gallo y tuvo una actuación notable, mostrando personalidad y carácter para levantar el banderín. La jueza se llevó todos los piropos apenas ingresó al campo de juego y algunas bromas. Sin embargo, cuando mostró sus condiciones, más de uno elogió el trabajo realizado.