El Papa invitó a China y Vietnam a un “diálogo respetuoso”

Francisco, dirigiéndose a los obispos de Asia, llamó a la Iglesia a “ser diversificada y creativa” con las culturas de la región.

El Papa invitó a China y Vietnam a un “diálogo respetuoso”
El Papa invitó a China y Vietnam a un “diálogo respetuoso”

El Papa Francisco invitó ayer en Corea del Sur a países asiáticos como China y Vietnam a aceptar un diálogo respetuoso entre culturas, y establecer relaciones plenas con el Vaticano.

Dirigiéndose a los obispos de Asia, en la ciudad surcoreana de Haemi, a unos 100 km al sur de Seúl, el santo padre llamó a la Iglesia a "ser diversificada y creativa" para dialogar con las culturas de esta inmensa región.

Más tarde, al celebrar una misa como parte de la Jornada Asiática de la Juventud, pidió a los jóvenes católicos del continente que “despierten” y defiendan, incluso arriesgando su vida, como los mártires de Corea, los valores del Evangelio en la sociedad contemporánea.

Sin citar en ningún momento los nombres de China o Vietnam, el obispo de Roma les tendió una mano, al igual que a otros estados asiáticos que no tienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, como Corea del Norte, Afganistán, Bután, Brunei, Laos, o Birmania.
"Con este espíritu de apertura hacia los demás, espero firmemente que los países de vuestro continente con los cuales la Santa Sede no tiene aún una relación plena, no duden en promover el diálogo en beneficio de todos", lanzó.

“No estoy hablando sólo de diálogo político, sino de diálogo fraternal”. Estos países, añadió, deben percibir que “los cristianos no vienen como conquistadores”.

Hostil al proselitismo, Francisco citó al respecto a su predecesor Benedicto XVI: “La Iglesia no convierte por proselitismo, sino por atracción”.

Con Hanoi parece que el Vaticano está a punto de establecer relaciones diplomáticas gracias a un diálogo perseverante. Con Pekín, en cambio, el acercamiento parece en punto muerto, por la consagración de obispos sin el acuerdo de la Santa Sede.

Para el primer viaje de un papa a Asia desde que Juan Pablo II visitara India en 1999, Francisco escogió Corea del Sur, donde los cristianos son más numerosos que los budistas. Los católicos representan más del 10% de la población y se celebran unos 100.000 bautismos al año.

La Iglesia católica crece en Asia -la región, junto al África subsahariana, celebra el mayor número de bautismos- pero por ahora representa sólo el 3,2% de la población.

Y si bien algunos países envejecen, como en el caso de Japón, ofreciendo pocas posibilidades de evangelización, otros en el Asia emergente son verdaderas tierras de misión.

Francisco exhortó las delegaciones de 22 países, entre ellos China, a afirmar allí donde estén el "claro sentido de la identidad" cristiana, y preservarla recurriendo al mensaje del Evangelio.

El papa eligió como lugar para su primer gran discurso sobre Asia el santuario del mártir desconocido de Haemi, por la veneración que profesa a los mártires que reforzaron el cristianismo en la región.

El cardenal de Manila, Luis Antonio Tagle, uno de los obispos más destacados de Asia, se felicitó por esta elección.

“Con la beatificación (de 124 mártires coreanos), me ha emocionado mucho ver que tuvimos ancestros que aceptaron pagar el precio de ser cristianos, llegando a entregar su vida. Es una inspiración para todos nosotros”, dijo el purpurado.

"Esclavas sexuales" buscarán ayuda papal

Lee Yong-soo confía en que el Papa Francisco le brindará algún consuelo por la amargura que siente todavía más de siete décadas después que los soldados japoneses la forzaron a prostituirse durante la Segunda Guerra Mundial.

Lee, de 86 años, y otras dos ancianas forzadas a esclavitud sexual se sentarán en la primera fila durante la última misa que oficiará el pontífice en su gira de cinco días a Corea del Sur. Francisco no puede resolver una vieja cuestión espinosa que obstaculiza los vínculos entre Corea del Sur y Japón, ambos aliados de Estados Unidos, pero las víctimas de esa situación buscan mayor atención mundial mientras presionan a Japón para que se disculpe y las indemnice. También buscan contar al Papa sus sentimientos sobre la brutalidad que padecieron de niñas.

“Si tenemos la oportunidad de hablar con él, quiero acercarme llorando y pedirle que nos ayude a conjurar nuestro dolor”, dijo telefónicamente Lee, católica devota que tenía 15 años cuando fue capturada como esclava sexual. “Quiero pedirle que nos ayude a poner fin a este problema de manera pacífica”. No queda mucho tiempo.

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