Lo que comenzó como un rumor finalmente se transformó en realidad. La gente de San Martín se enteró ayer y por televisión que una pareja usaba a sus siete hijos menores para tener un prostíbulo en su propia casa.
Fue una vecina la que se dio cuenta en el verano pasado de que algo malo pasaba con la hija de 14 años de la pareja, quien le contó que estaba lastimada. La señora la llevó al hospital Perrupato, donde se constató que la menor estaba herida por los presuntos abusos sexuales a la que era sometida.
De inmediato, en el hospital avisaron de lo sucedido y la Justicia decidió detener a los padres, de 40 y 35 años. Pero ahora la fiscal de la causa, Florencia Díaz Peralta, acumuló más cargos contra ellos por los detalles que están saliendo a la luz.
Al parecer, la pareja no sólo ofrecía a sus propios chicos para que tuvieran relaciones con sus amigos y con "clientes", sino que los obligaba a practicar sexo entre ellos.
Las hijas más grandes, que ahora tienen 14 y 11 años, contaron que esto ocurría desde hace más de cinco años, es decir, desde que apenas salieron del jardín de infantes.
Díaz Peralta contó ayer al mediodía al Canal 9 de Mendoza que la pareja incluso entregaba a sus hijos a "amigos" para que tuvieran sexo con ellos, a cambio de lo cual solicitaban préstamos o mercadería.
La fiscal asegura que el caso se investiga en cinco causas diferentes, ya que hay desde corrupción de menores hasta responsabilidad de terceros que pudieron haber tenido sexo con ellos. Incluso hay otros mayores de edad sobre quienes pesan pedidos de captura.