Detienen a celador acusado de abusar de un alumno de 6 años

Un celador de una escuela primaria de las afueras de Junín quedó detenido y acusado de abusar sexualmente de un alumno de seis años, al que habría ultrajado en una oficina del establecimiento. El hombre se llama Diego Molina (29) y en el 2013 se hizo tristemente conocido, cuando en estado de ebriedad atropelló y mató a una mujer embarazada que iba en bicicleta por la ciudad de La Colonia.

Pasaron dos años de aquello y ahora, a raíz de una denuncia por abuso sexual, Molina quedó preso el viernes, cuando personal de Investigaciones lo detuvo en la escuela 1-206 Pedro Serpes, donde trabaja como celador desde hace algunos años.

"Hay elementos suficientes para sostener la grave acusación que pesa sobre este hombre", confirmaron desde la Fiscalía de Junín-Rivadavia, donde el acusado quedó imputado por el delito de abuso sexual agravado.

La denuncia es investigada por el fiscal Carlos Giuliani y fue radicada por la mamá de un niño de seis años, alumno de la escuela Serpes, que detectó en su hijo algunas conductas extrañas; al preguntarle qué es lo que había ocurrido, el niño terminó por contarle la traumática experiencia vivida en la escuela.

"El menor ha hecho un relato convincente y le describió en detalles a su mamá el lugar de la escuela a donde lo llevó el celador", explicaron desde la fiscalía: "Según lo que cuenta, el abuso ocurrió el jueves".

Cómo es lógico, el pequeño está angustiado y con vergüenza, pero además de su relato, a Molina lo comprometen los estudios forenses realizados a la víctima, que confirman el abuso.

El acusado quedó detenido en la alcaidía de Junín y mientras la Justicia prepara nuevas medidas para avanzar en la investigación, la ayudante fiscal Miriam Escudero se entrevistó con otros papás, para descartar que hayan existido otros casos en la escuela. "Hasta el momento, nada indica que existan otros abusos", señalaron.

Su pasado

Diego Molina se hizo conocido hace casi dos años, cuando borracho y al mando de su vehículo protagonizó una serie de choques con trágico desenlace, un caso que más tarde dividió la opinión de la Justicia: en la madrugada del 26 de setiembre de 2013, Molina conducía ebrio su VW Gol por San Martín y en una esquina de la ciudad, chocó contra un colectivo, tras lo cual escapó en su vehículo.

Pero a los pocos minutos de aquel primer choque, y ya en La Colonia, atropelló y mató a Marianela Olmedo (21), que cursaba su quinto mes de embarazo y que iba en bicicleta a un control ginecológico. Luego de arrastrarla varios metros, el cuerpo de la chica quedó sobre el pavimento, Molina condujo hasta su casa y se acostó a dormir. Al rato fue detenido por la policía y el caso se conoció en todo el país.

Aunque en principio y dada la gravedad de los hechos la causa fue caratulada como homicidio simple y Molina terminó tras las rejas, un año después hubo un polémico cambio de carátula y el caso pasó a homicidio culposo, por lo que Molina recuperó la libertad. El caso todavía no ha llegado a juicio.

Ayer, en la escuela Pedro Serpes, la DGE hizo reuniones con papás de alumnos, preocupados por la grave denuncia y también con maestros, que no salen del asombro.

- ¿Puede un hombre que ha estado preso trabajar junto a niños de primaria?

- Cuando cambió la carátula y recuperó la libertad, Molina volvió a su puesto de celador porque la Justicia resolvió que no había motivos para apartarlo de su trabajo - explicó Julio Barrera, supervisor de la DGE- Pero con esta denuncia, cualquiera sea el fallo de la Justicia e incluso si quedara sobreseído, Molina no volverá a estar en contacto laboral con niños.