Descubren un cuerpo atado de pies y manos en un canal

El cadáver, que por su descomposición no ha sido identificado, fue encontrado por unos puesteros en la zona de El Algarrobal.

El cuerpo sin vida de un hombre fue encontrado ayer por la siesta por unos puesteros de la zona de El Algarrobal, Las Heras, que se sorprendieron del olor nauseabundo que salía de un canal. A juzgar por el estado en el que fue hallado el cuerpo, la víctima llevaba varios días fallecida; estaba atada de pies y manos.

"Es evidente que el crimen no se cometió en este lugar sino que acá lo descartaron", dijo un investigador después del hallazgo.

Todo comenzó poco antes de las 17, cuando un hombre y su hijo caminaban por calle Darralaga, a metros del cruce con San Esteban -sitio cercano al distrito El Pastal- donde sintieron un olor nauseabundo que les llamó la atención.

Adentro de un canal, y oculto entre yuyos que ascendían el metro y medio, vieron el cuerpo de un hombre, cuya edad iba entre los 30 y 40 años y que tenía el pelo largo largo hasta los hombros y muy motoso.

El cadáver estaba tirado boca abajo, con sus pies y brazos atados -estos últimos estaban a un costado de cuerpo- y vestido con una remera rosada y un jean pero sin calzado. En las manos sólo tenía huesos ya que la piel allí había desaparecido al igual que en todo el área del cuerpo que estuvo en contacto con la tierra.

Por el estado de descomposición los pesquisas especulan que la víctima llevaba allí, al menos, 7 días. El hombre no presentaba heridas aparentes en su espalda ni cabeza por lo que hasta el cierre de esta edición se desconocía cómo y cuándo fue atacado.

Los peritos de Científica levantaron huellas sobre el descampado que costea el canal. Sin embargo, los investigadores dijeron que todo indica que el asesinato no ocurrió en ese lugar sino que allí fue descartado el cuerpo.

"Lo revolearon adentro del canal", especuló una fuente que hizo hincapié en la posibilidad de que el o los agresores llegaran al lugar en un vehículo de donde descartaron el cuerpo para luego huir sin dejar demasiados rastros.

Esta teoría se potencia si se tiene en cuenta que ese es un sitio despoblado, donde no hay luz artificial (la policía debió trabajar con un equipo electrógeno) y todo queda oculto bajo la tierra y yuyos. La casa más cercana está a unos cien metros de donde se halló el cadáver. "Parece un crimen mafioso", comentó otra fuente.

Como la víctima no llevaba identificación hasta anoche se desconocía su identidad. Por ese motivo, los investigadores comenzaron a cotejar las denuncias que existían por personas desaparecidas y ver si coincidían, por ejemplo, con la ropa de la víctima.

A cargo de la investigación quedó la fiscal Gabriela Chávez.

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