Cultivo urbano en Mendoza

En esta nota continuamos desarrollando la importancia que representa la existencia de espacios verdes en la ciudad.

Por arquitecta Florencia Oña

LA EXISTENCIA DE ESPACIOS VERDES DENTRO DE LA CIUDAD, FAVORECEN A LOS HABITANTES AUMENTANDO LA CALIDAD DE VIDA, MEJORANDO LA CALIDAD DEL AIRE, OPTIMIZANDO LA UTILIZACIÓN DE ENERGÍA Y GENERANDO ESPACIOS DE RECREACIÓN E INTERCAMBIO.

En la actualidad algunos pensadores afirman que el hombre es un animal peligroso ya que ha perdido la conexión con el ambiente na­tural. Si pensamos esta afirmación de un modo reflexivo podemos entender ciertos aspectos que contribuyen a nuestra subsistencia.

Desde el comienzo de nuestra historia el hombre ha vivido en ámbitos naturales, dependiendo de este medio para su supervi­vencia donde el acceso a los alimentos y su cultivo era inmediato. Este proceso se transformó con la Revolución Industrial cuando la población se trasladó a las ciudades abandonando el campo y densificando el entorno construido.

En la actualidad, en varias ciudades como España, Alemania, Es­tados Unidos, Australia entre otras se estimula la incorporación de espacios de cultivo al medio inmediato teniendo contacto directo con la naturaleza de forma cotidiana. Son espacios donde se reali­zan actividades para la producción de alimentos en terrenos o espacios disponibles.

Los alimentos producidos en estos espacios pretenden ser de gran beneficio ya que se aumenta la canti­dad de alimentos disponibles sin agroquímicos y se provee alimentos para ser consumidos en el entorno de producción. Actual­mente los alimentos recorren kilómetros para llegar a la mesa. La incorporación de la agri­cultura urbana promueve el ahorro de energía y reducción de contaminación.

El concepto de huerta parcelada fue desarro­llado en Estados Unidos y consiste en huertos en forma rectangular, los cuales se dividen en superficies más pequeñas donde es posible tener variedad de cultivos, logrando un uso inten­sivo de suelo.

La agricultura urbana aporta en la actualidad (según la USDA) hasta el 15% de la producción mundial de ali­mentos. La forma más común de producción es en el corazón de las ciudades o en las periferias urbanas.

EN MENDOZA SE ESTA COMENZANDO A CULTIVAR UNA CONSCIENCIA SOBRE EL CONSUMO ESTACIONAL, LOCAL Y ORGÁNICO DE PEQUEÑOS PRODUCTORES. ES IMPORTANTE DETECTAR CUALES SON LOS PRODUCTOS DE LA REGIÓN Y FOMENTAR SU CONSUMO.

Chefs reconocidos mundialmente se están preocupando por el origen de los alimentos de una forma integral, entendiendo el proceso de producción como un circuito continuo y circular. Uno de ellos, Dan Barber, realiza una cocina sustentable y está modifican­do la cultura gastronómica. Sus alimentos provienen de su granja y los lleva directamente a la mesa. Entiende la cocina de un modo holístico tomando cuidadosamente la diversidad del ambiente y llevándola directamente a los consumidores.

Los espacios de cultivo urbano pueden conformarse de diferentes superficies, como balcones, terrazas, muros, márgenes de circuitos viales, lotes y espacios públicos.

En el área metropolitana de Rosario existe un programa de agricul­tura urbana, donde participan alrededor de 1800 ciudadanos. De los cuales 250 son productores tiempo completo organizados en la red de huertas. Las hortalizas que se producen son 100% orgánicas y se cultivan sobre sustratos compostados. La ciudad ha sido recono­cida internacionalmente como ejemplo de buena integración de la agricultura en el desarrollo urbano.

Con la implementación de la agricultura urbana se reducen las dis­tancias entre productor y consumidor, se apoya el cultivo local, la producción natural y el consumo estacional. Se disminuye al mismo tiempo el consumo de combustible y las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero. Se podría conseguir la seguridad alimentaria en base a esta forma de producción.

El 13 de agosto agotamos los recursos disponi­bles para todo el año. Hemos alcanzado un déficit de 3 meses y medio. Esto quiere decir que la humani­dad está sobrepasando la capacidad ecológica de la biosfera en casi un 38 por ciento y viviendo de recursos del futuro.

Como consumidores desequilibramos el sistema de producción natural, pero existen principalmente tres modos de revertir esta situación: consumir productos locales y estacionales, alimentarse de productos variados y cocinar nuestros propios alimentos. Lo cual constituye una forma de reconexión con nosotros mismos y con el origen de los alimentos.

En Mendoza se está comenzando a cultivar una consciencia sobre el consumo estacional, local y orgánico de pequeños productores. Es importante detectar cuales son los productos de la región y fomentar su consumo.

La agricultura urbana encierra algunas dificultades de implementa­ción. Requiere control de aspectos agronómicos, sociales, edilicios y criterios de ordenación urbana. El objetivo es ser capaces de entender los procesos y orígenes de los productos para construir una consciencia de consumo y producción.

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