Bienvenida la generación “E”

Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar

“Esta es la generación del Enard”, decía esta semana golpeándose el pecho Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino (COA) para destacar el crecimiento que han tenido algunas actividades de la aparición del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), el que se solventa con el uno por ciento de la facturación de los celulares.

La verdad que cuando terminaron los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, Argentina sacó las mismas medallas que hace cuatro años y entonces la lectura era dual. Para quienes siempre ven el vaso medio vacío había sido un fracaso porque no se avanzó. Para los optimistas era buenísimo porque no se retrocedió.

Pero lo cierto es que había que esperar para saber qué valor tenía cada medalla conseguida. Y esta semana, en los Mundiales de Atletismo se comprobó que se ha avanzado, y mucho.

Porque, por primera vez en la historia, nuestro país metió a tres deportistas en las finales y en el top ten. Ahora uno puede asegurar que la plata de Chiaraviglio y el cuarto puesto de Braian Toledo, en Toronto, fueron más importantes de lo que todos piensan.

Hay un dato que demuestra claramente en el nivel que están nuestros atletas y es que se los está contratando para todas las citas importantes del mundo.

“Me quedo con Germán (Chiaraviglio) dos semanas más porque nuestro representante nos consiguió dos competencias en Europa”. Como pasa con los tenistas de alto nivel, los más destacados son buscados por los dueños de las competencias para darle realce a su certamen y con ello tener más y mejores sponsors.

También hay que destacar el título mundial de Paula Pareto, que venía de ser subcampeona en los Panamericanos y que ha ganado cinco de las ocho competencias que disputó este año. Y lo hace en judo, una actividad que es muy ajena a nuestra idiosincrasia.

Alguna vez me comentaron que armar un campeón olímpico cuesta tres millones de dólares, una cifra exorbitante para nuestra economía, pero que le da más realce a lo que se está consiguiendo. La ecuación parece simple: más talento, más dinero; pero no siempre se obtiene el resultado deseado.

Es que el Enard maneja cerca de 35.000.000 de dólares, lo que alcanzaría entonces para diez campeones, pero lo importante es que se distribuye entre competencias previas, concentraciones, becas, asesorías de entrenadores extranjeros y cobertura médica para atletas y cuerpos técnicos.

Dentro del presupuesto invertido se encuentran las becas deportivas y la cobertura médica para 871 atletas y 341 entrenadores. Es entonces realmente loable lo que se logra.

Para la preparación de los atletas  albicelestes y la capacitación de entrenadores nacionales, el Enard contrató a 14 extranjeros con amplia experiencia probada en natación, sóftbol, ciclismo, remo, canotaje (velocidad y slalom), tiro, pesas, lucha, equitación (salto y adiestramiento), nado sincronizado y yachting. Además, el vóleibol recuperó en febrero de 2014 a Julio Velasco para conducir al seleccionado masculino y el atletismo repatrió a Andrés Charadía en octubre, luego de su paso por Catar.

El deporte mendocino también ha tenido motivos para festejar de esta movida. Macarena Sans (balonmano), Andrea Boquete (básquetbol), Axel Müller (rugby), Federico Villegas (Bicicross), José Luis González (vóleibol), Luciana Molina (hockey sobre césped), Diego Gallina (remo), Celina Tejerina (windsurf), Leandro Aveiro (voley playa), Juan Pablo Montané (waterpolo), Guillermo Ruggeri (atletismo), Luis Soubie (vela), Gastón Alto (tenis de mesa) y Federico Acardi (fútbol para ciegos), entre otros, reciben un aporte del Enard y por ello pueden estar hoy en las distintas selecciones nacionales o compitiendo a nivel internacional.

El tunuyanino Aveiro, por ejemplo, fue medallista de bronce en los pasados Juegos Olímpicos de la Juventud; el godoicruceño Acardi es campeón mundial con Los Murciélagos y el sanrafaelino “Pepelui” González viene de lograr la medalla de oro en los Panamericanos 2015 con el vóleibol.

Justamente este deporte  es uno de los que demuestra que el trabajo a largo plazo rinde sus frutos. Porque, esta semana, la selección Sub 19, con Luis Testa como técnico y el sanrafaelino Agustín Loser en el plantel, conquistó el subcampeonato mundial de la categoría en Chaco, un hecho histórico para el deporte nacional.

Habrá que darle razón a Werthein: el deporte  argentino está viendo nacer a una nueva y exitosa camada. ¡Bienvenida, entonces,  la generación E (nard)!