Se acerca el 2024 y es inevitable efectuar un balance del año que va quedando atrás. El rubro del Real Estate no es la excepción.
Las elecciones determinaron que Javier Milei es el presidente del país desde el 10 de diciembre. Culmina un ciclo y empieza otro nuevo. En este escenario, algunos de los principales actores del mercado de bienes raíces, hicieron un balance del sector y hablaron sobre las expectativas en el corto, mediano y largo plazo.
Para el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Iván Ginevra, “reflexionando sobre los últimos cuatro años, creo que la liquidez benefició a las empresas, aunque reconozco la falta de sostenibilidad a largo plazo debido a la inflación y a la situación macroeconómica”.
Con respecto a lo que viene, “mirando hacia adelante, considero que habrá unos seis meses de incertidumbre y volatilidad, pero luego tal vez haya una estabilidad muy positiva para el mercado inmobiliario, especialmente si se logra reducir la inflación. La eliminación o reducción de la inflación podría conducir a créditos hipotecarios y financiamiento a largo plazo, revalorizando las propiedades en línea con la tendencia observada en los mercados financieros”, expresó Ginevra.
Por el lado de los desarrolladores e inversores, el optimismo prevalece en la visión de Hugo Koifman, CEO de la desarrolladora Branson, al reflexionar sobre los últimos cuatro años en el mercado inmobiliario argentino: “A pesar de los desafíos constantes, la resiliencia del pueblo argentino se refleja en la continua inversión, la adquisición de terrenos y proyectos de construcción que la empresa ha llevado a cabo. Con la perspectiva de un gobierno más estable, creo que habrá un escenario donde la unificación del dólar, la reducción de la inflación y la apertura de importaciones generarán un ambiente propicio para el crecimiento, beneficiando a compradores, vendedores y proveedores”.
Por su parte, Esteban Edelstein Pernice, gerente de emprendimientos de Castex Propiedades, observa que “desde una perspectiva centrada en el mercado suburbano vimos durante la pandemia el cambio de prioridades de la población, impulsando una migración significativa hacia áreas suburbanas. Este fenómeno ha creado un círculo virtuoso, aumentando servicios, comercios y restaurantes en estas zonas. Esto obviamente produjo un impacto positivo en localidades como Ezeiza, Tigre, Pilar y San Vicente, que experimentaron un crecimiento notable en los últimos cuatro años. Respecto de los próximos años y las expectativas, veo una incertidumbre política importante, pero confío en la capacidad de los consumidores para separar las decisiones de largo plazo de la coyuntura política, augurando un continuo crecimiento del mercado”.
Para finalizar, Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos, destaca el optimismo generado por el cambio de gobierno, evidenciado en la significativa subida en la bolsa: “En el sector inmobiliario, la promesa de derogar la ley de alquileres y la apertura a propuestas del nuevo gobierno generan expectativas positivas. Aunque se prevén pocos cambios a corto plazo debido a la situación económica actual”. Agrega además que espera un muy buen 2024, “respaldado por el optimismo reinante y la proyección de un gobierno pro-empresa”. Tabakman destaca por último la ventaja de los costos aún bajos para construir en Argentina, “lo cual atrae a inversores que perciben el potencial fin del ciclo de ladrillos baratos en el país”.