Estephany Pulce no es una sola persona. O, mejor dicho, es muchas personas en una sola. En su perfil de Instagram es Steffy Pulce (@steffypulce1), y debió agregar el número “1″, ya que su primer perfil fue suspendido luego de que recibiera varias denuncias por “exhibicionismo”, según ella misma confiesa. Además, alguna vez también la conocieron como Tiffany HazArt, personalidad e identidad que dejó de lado hace ya un tiempo.
Steffy es maquilladora artística, pero el arte ha marcado su vida de forma transversal desde siempre. Primero, porque lo lleva -literalmente- en su piel, ya que desde que se hizo su primer tatuaje -a los 16 años y decisión que no hizo muy feliz a su madre-, ya perdió la cuenta de la infinidad de tatuajes que tiene. Pero también el arte es el hilo conductor en la vida de Steffy, en todas sus facetas.
“Yo me defino como una artista multifacética”, cuenta esta provocadora y contestataria joven de 35 años, nacida en Lima (Perú), quien a los 4 años se mudó a Buenos Aires por el trabajo de su papá y quien desde los 23 años vive en Mendoza.
Steffy es una verdadera celebridad en las redes sociales. En Instagram, principalmente, donde luce con orgullo sus trabajos. Pero también en TikTok y hasta en la plataforma de venta de contenidos para adultos OnlyFans, aunque -reconoce- tiene un poco abandonado este último espacio y al que regresa muy de vez en cuando.
“Hago maquillaje artístico, tatuajes, soldaduras, uñas; hago todo lo que tenga que ver con el arte y con crear”, amplía la excéntrica protagonista de esta historia. A su alrededor están los incontables outfits, pelucas, lentes, collares y otros accesorios que elige meticulosamente antes de salir a la escena. Y la preparación puede tomar, tranquilamente, una hora y media, y más.
“Trato de nunca ir a un evento de la misma manera en que ya fui a otro antes. Las combinaciones entre ropa y accesorios son infinitas, y por eso es que la gente nunca ve dos veces a la misma Steffy, porqué hay varias Steffy”, describe con su soltura característica. “Suelo ser bastante extravagante y expreso mi personalidad con la ropa, con mis accesorios y mis tatuajes”, acota.
El principal trabajo de Esthepany hoy es el de maquilladora artística (tenía un estudio de tatuajes, pero lo cerró en diciembre), y es muy común encontrarla luciéndose con lo suyo en las fiestas y sunsets electrónicos que suelen realizarse en el Hotel Potrerillos y otras locaciones de Mendoza. “También trabajo por mi cuenta, en eventos y fiestas privadas que me quieran contratar para hacer maquillaje artístico”, describe.
Pero la parte esotérica y ancestral también juega una función importante en su vida y su día a día. A tal punto de que, a raíz de algunos comentarios que le han hecho sus amigos, por momentos llega a sentirse identificada con una diosa Inca. Y, a su manera, busca explorarse de forma introspectiva hasta lograr dar con ese punto de su espiritualidad.
“Empezó como un chiste de algunos amigos. Como soy de Perú y me ven exótica, me vinculaban con una diosa Inca. Pero después dejó de ser algo simpático y empecé a buscar y leer sobre el tema. Y he intentado vincularme más desde el arte. De hecho, el tatuaje de mi cuello y que llega hasta el pecho tiene una temática Inca”, explica mientras lo señala.
Si bien la mendocina por adopción -como se describe a sí misma- está cómoda en Mendoza y reconoce que le gustaría quedarse en la provincia muchos años más, aclara que son la economía y la estabilidad lo que marca su día a día. Y, con sinceridad, confiesa que, si el día de mañana tiene que marcharse, lo haría. “Nada me ata a ningún lugar”, cuenta con simpleza.
LA DIOSA DE LAS MIL CARAS (Y MIL OUTFITS)
Pocas definiciones se ajustan tan bien a Esthepany Pulce como la que ella da de sí misma. “Esta que vez acá también es Steffy, no hay una sola. Me gusta mucho crear personajes cuando voy a los eventos”, argumenta durante la producción de fotos y luego de cambiar su pelo lacio y prolijo por una alborotada melena de rulos y mucho rock and roll.
Lo único que llegó a contabilizar e inventariar de sus infinitas prendas y accesorios -muchos de ellos de más de 20 años- fueron 200 calzas con estampado, y que ya regaló (la mayoría). “Si alguien me pregunto cuántos accesorios tengo, es como si me preguntan por la cantidad de tatuajes. Ya perdí la cuenta”, se sincera, siempre sonriente y entradora. Y una simple inspección ocular por su vestidor es suficiente para perderse en un laberinto de ropa, lentes, collares y hasta arneses.
Las redes sociales son las grandes aliadas de Steffy, principalmente para mostrar su trabajo. Y, por supuesto, también para mostrarse a sí misma.
“Hoy la que más uso es Instagram. Ahí subo mis personajes, mis maquillajes y mi trabajo artístico, pero también me muestro como soy. Porque está bueno decir lo que una piensa, por más que no sea lo políticamente correcto. En muchas chicas y mujeres, esa sinceridad y frontalidad para decir las cosas cae bien y se siente identificadas”, reflexiona.
Steffy tiene un hijo, Máximo, de 5 años, y quien hoy es todo en su vida. El niño tiene TEA y, acompañándose mutuamente, la mujer y el niño aprenden todos los días sobre las vicisitudes de ser madre e hijo, respectivamente y en simultáneo.
La diosa Inca de las mil caras es la tercera de seis hermanas y sus padres siguen viviendo en Buenos Aires, donde ella trata de viajar periódicamente para visitarlos. Y si bien hoy ya su familia entendió cómo es la manera de vivir la vida de Steffy, no fue nada fácil este proceso.
“Cuando me hice mi primer tatuaje, mi mamá se enojó mucho. Y hasta los 27 o 28 años mis padres no entendían mi estilo. Cada vez que me hacía un tatuaje, no me hablaban. Y nosotros somos todos muy familieros, pero recuerdo que pasó una Navidad en la que ni me hablaron, fue realmente muy difícil”, recuerda la mendocina por adopción.
Sin embargo, y por suerte, hoy ya esas diferencias parecen haber quedado atrás. Tanto que la artista intenta viajar a Buenos Aires cada dos meses para visitar a su familia (siempre y cuando la situación económica lo permita).
REDES SOCIALES: INSTAGRAM, TIKTOK Y HASTA ONLYFANS
Steffy sabe que hoy las redes sociales son actrices más que importantes y protagónicas en la vida de cualquier persona. Dicho en pocas palabras, uno (o una) es lo que es, pero también lo que muestra en las redes sociales (o decide mostrar). Y Steffy Pulce lo tiene en claro, y también lo predica y practica en su día a día.
“Todo lo que hago lo expreso en las redes sociales, las consumo más para mostrar que para ver. Y gracias a las redes sociales, la gente pudo ver la transición de mi personalidad, que van desde las cejas oscuras hasta los tatuajes. Yo solía mostrarme muy maldita, pero la maternidad me calmó y, en cierta manera, desordenó mi ser. O lo reordenó”, cuenta la maquilladora y artista.
“Yo soy muy transparente en las redes sociales. Toqué fondo en un momento y en cuanto a mi personalidad, pero en esta nueva personalidad me volví a ordenar”, reafirma.
Instagram (@steffypulce1) es la red social que más usa Steffy. Allí la joven comparte sus situaciones y cotidianeidades diarias –relacionadas a su trabajo artístico y no- e, incluso, es por Instagram donde mucha gente conoce a su hijo, Maxi.
En la primera etapa post pandemia, la nacida en Perú y ya adaptada e instalada en Mendoza también encontró un gran canal de comunicación y difusión en las redes. Allí comenzó a lucir sus maquillajes, por medio de transmisiones en vivo.
Y fue TikTok la red social que despertó otra curiosidad en la vida de Steffy, ya que no descarta comenzar a prepararse en actuación.
“Con TikTok me dieron ganas de actuar, pero nunca avancé. Y es que, para hacerlo bien y como quería, hacía falta prepararse y estudiar bien. Y no tenía el tiempo. Pero no lo descarto a futuro”, confiesa.
Steffy también llegó a incursionar en OnlyFans, una plataforma para compartir contenidos eróticos para adultos. Aunque en esta nueva versión, ya reordenada –según sus palabras-, la ha dejado en un segundo plano.
“Tengo mi perfil de OnlyFans en actividad, pero lo uso cuando quiero. Es la red social que más uso cuando más tranquila estoy”, agrega sonriente. De hecho, su primera cuenta en Instagram fue denunciada por terceros (y terceras) y cerrada por lo que, consideraron, era exhibicionismo. Por ello abrió el nuevo perfil, con el “1″ al lado de su nombre.
LA MATERNIDAD Y OTRAS VERDADES INCÓMODAS SOBRE LA VIDA COTIDIANA
Además de su perfil como artista y maquilladora, Steffy Pulce vende algunos de los accesorios que ella misma fabrica. Y es ella quien se encarga de intervenir las prendas y atuendos con los que no deja de dar que hablar en sus presentaciones.
Pero son su personalidad extrovertida, sus looks exóticos y su carácter frontal lo que más sobresale y distingue a esta joven, no solo en la vida real y tangible, sino también en la virtualidad de las redes sociales.
“Muchas mujeres me agradecen en las redes sociales porque digo lo que siento, lo que pienso, y sobre todo en el tema de la maternidad. Porque salgo de lo políticamente correcto y muchas veces ‘escupo’ verdades incómodas de la maternidad, y eso me lo agradecen muchas mujeres que se sienten identificadas”, se sincera Steffy.
Si bien comenzó usando las redes sociales como vidrieras para su trabajo artístico, de a poco fue encontrando en estos medios un canal catárquico para mostrarse tal y como es y tal y cómo vive y siente la vida misma. Y fue en este desordenamiento (o reordenamiento) en su vida que le trajo la maternidad donde encontró otra manera de enfrentar a estas plataformas.
“Las redes sociales permiten mostrar una gran parte, pero no todo. A mí, en mi caso, muchas veces me sirven para canalizar emociones, demostrarlas. Y sentirme acompañada y generar empatía”, concluye.