Luego de una temporada marcada por altas temperaturas y una abundante cantidad de agua caída, para este otoño en Mendoza se esperarían precipitaciones normales y un clima más seco, de acuerdo a la clasificación que realizan a nivel nacional los meteorólogos.
El fenómeno climático El Niño se hizo presente con mucha fuerza en el país y la provincia durante finales del 2023 y se cumplieron los pronósticos que indicaban una temporada de verano lluviosa y calurosa, soportando con una ola de calor histórico que azotó por varios días en el territorio mendocino.
En este caso, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió su informe trimestral para los meses de marzo, abril y mayo de 2024, y en los mismo se puede observar que la zona de Cuyo muestra condiciones “normales” tanto en temperaturas como en precipitaciones durante el período estimado.
De acuerdo a los mapas elaborados por los especialistas, la zona de El Litoral es que la que se vería más afectada por condiciones extremas que exceden los pronósticos normales para esta época del año.
Qué pasará en Mendoza
El pronóstico de consenso para el trimestre marzo-abril-mayo 2024 indica que en materia de lluvias, la provincia de Mendoza está incluida en el color naranja oscuro, el cual significa que las probabilidades de ocurrencia de precipitaciones serán “inferiores a lo normal” de acuerdo a lo establecido por los especialistas.
Esta situación no solo se evidenciaría en las provincias cuyanas, sino que también se dará en la costa oeste de la Patagonia argentina. Donde se podría presentar el mayor inconveniente es en la región del Litoral, donde allí la probabilidad es “superior a lo normal”.
En cuanto a lo que tiene que ver con temperaturas, según este trabajo de los especialistas, se espera que para el trimestre estimado el termómetro se centre dentro de lo “normal”, esto quiere decir con temperaturas que irían de los 16 a los 20 grados de promedio.
El informe elaborado por el SMN los últimos días de febrero indica que se observan regiones donde las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos indican diferencias en cuanto a las probabilidades en el pronóstico estacional.
“A priori en el otoño deberíamos notar qué hay un cambio de patrón por los efectos de El Niño, es decir tener una circulación típica de otoño más seca y no con tantas tormentas severas o lluvias como sucedió y están ocurriendo en este verano en Mendoza, algo que fue bastante atípico también”, explicó a Los Andes el meteorólogo José Luis Stella, del Servicio Meteorológico Nacional.
Por su parte, el especialista indicó que en el informe que han realizado “hay muchas coincidencias con que el clima en la zona de Cuyo se moderen las temperaturas y exista una condición de clima seco, no hay que descartar alguna tormenta o lluvias intensas pero más bien localizadas hasta llegue el otoño”.
Las clasificaciones
En condiciones neutras del fenómeno El Niño Oscilación del Sur (ENOS) y en zonas sin otros forzantes, se espera que el comportamiento responda a la probabilidad del 33.3% en cada categoría.
Para tomar las mediciones, los especialistas del Servicio Meteorológico tienen en cuenta los siguientes conceptos:
-Inferior a la normal implica que los valores pronosticados serían inferiores al límite inferior del rango normal
-Superior a la normal implica que los valores pronosticados serían superiores al límite superior del rango normal.
-Normal implica que los valores pronosticados estarían dentro del rango normal.
En el reciente informe, la región central del país, aquí ingresa Córdoba y Santa Fe por ejemplo, presentaría temperaturas inferiores a los promedios normales mientras que hacía el oeste del noroeste argentina y el sur de la Patagonia, la temperatura se ubicará por encima de los patrones normales.
La comparación con 2023
Si se compara el informe trimestral de este 2024 con el mismo período que en 2023, se puede observar que en precipitaciones la provincia de Mendoza estaban dentro de la categoría normal (para este año la categoría es inferior a lo normal). En tanto, en relación a la temperatura, la clasificación presenta una coincidencia con lo establecido para el primer trimestre de este año.
Un dato a tener en cuenta es que en 2023 la sequía se hizo presente en la primera etapa del año y eso luego fue disminuyendo con las nevadas que hubo en la zona de cordillera y las tormentas caídas en el llano, lo que ayudó a mitigar un poco el clima seco que se registraba en la provincia.
Y si hablamos de números de precipitaciones anuales, el año 2023 cerró con un 38,4% de lluvia, de lo que corresponde a un año normal. Según los especialista, durante todo el año precipitaron 84,5 mm de un total de 220 mm que es lo que contemplado como la media anual para los departamentos que integran el Gran Mendoza.
Tormentas dañinas
Desde diciembre y hasta la fecha, porque en este fin de semana de Vendimia también hay alerta de tormentas, en todo Mendoza se han producido grandes tormentas que han generado innumerables daños tanto en los accesos como en las zonas cultivadas, donde el granizo hizo estragos.
Las constantes alertas emitidas por Defensa Civil y el propio Servicio Meteorológico Nacional marcaron el rumbo de una temporada de verano muy húmeda, con abundante caída de agua, granizo y crecidas en los ríos más importantes de Mendoza.
La zona de alta montaña, departamentos del Gran Mendoza y el sur provincial fueron altamente afectados por estos temporales de lluvia y viento que obligaron a los trabajos de las áreas especializadas ante este tipo de fenómenos climáticos, que se enmarcan dentro de la corriente El Niño que anticipó un verano muy tormentoso.
Uno de los últimos acontecimientos ocurrió días atrás con una feroz tormenta que afectó fuertemente a vecinos de Fray Luis Beltrán en Maipú, donde cayó granizo de gran tamaño y colapsaron accesos y rutas de ese distrito. Desde la comuna trabajaron en la atención de unas 300 personas que tuvieron problemas con los techos de sus viviendas.