Tras una ausencia de más de dos años, los Testigos de Jehová de Argentina y del mundo entero volvieron a su ministerio público en forma presencial y Mendoza no fue la excepción. Entre junio y septiembre pasado retomaron las actividades habituales luego de las restricciones por la pandemia mientras que, en estas últimas semanas, se hizo lo propio con las grandes convenciones en salones cerrados y estadios.
De este modo, los exhibidores portátiles con publicaciones bíblicas gratuitas, que formaban parte del paisaje en las calles más concurridas antes del aislamiento por el Covid-19, volvieron a estar presentes por todo el planeta.
En Mendoza ya se ubicaron nuevamente los 12 “carritos” en distintos puntos neurálgicos, entre ellos, la terminal de ómnibus, la esquina del Correo Argentino, la peatonal Sarmiento, la plaza Independencia y el parque General San Martín, entre otros. También los predicadores retomaron los recorridos convencionales casa por casa.
“Algo que era parte del paisaje antes de la pandemia está de vuelta en las veredas: rostros sonrientes de pie junto a exhibidores portátiles con publicaciones bíblicas gratuitas que ofrecen un mensaje positivo. Hemos vuelto muy progresivamente porque somos obedientes a las autoridades”, indicó a Los Andes Samuel Nava, portavoz de los Testigos de Jehová en la zona de Cuyo y voluntario de los puestos en las calles.
Existen en Mendoza 13.621 testigos activos, es decir, que destinan parte de su tiempo al ministerio público. Esto significa que salen casa por casa, que visitan cárceles u hospitales o bien se ubican en la calle para difundir la Biblia y el Reino de Dios. Los Testigos de Jehová están distribuidos en 240 países y territorios.
“Es totalmente voluntario. Nosotros somos obedientes al mandato de la Biblia, especialmente al de Jesucristo, respecto de anunciar las buenas noticias”, indicó Nava.
“Las reacciones del público son variadas, algunos no se interesan o se alejan cuando nos ven llegar, pero otros se muestran atraídos a las literaturas disponibles. De hecho, todos los años crecemos en cantidad de voluntarios y esto se notó especialmente durante la pandemia, cuando muchísimas personas se acercaron para estudiar la Biblia”, explicó.
“En aquel momento hacíamos nuestro ministerio público por carta o en forma telefónica, mientras que las reuniones se hacían por videoconferencia. La asistencia durante el período más riguroso del Covid subió un 30 por ciento”, sumó Nava. Muchos de ellos regresaron, más tarde, a la presencialidad.
Presencia en las calles
Samuel Nava recordó una anécdota de la semana pasada mientras permanecía en su carrito en la terminal: “Un hombre comenzó a leer nuestra bibliografía y empezó a llorar desconsoladamente. Se notaba su desolación. Me acerqué y confesó que pasaba un mal momento, que había sido engañado por su esposa. Lo invité a la conmemoración de la muerte de Cristo y comenzó a estudiar la Biblia con los Testigos de Jehová. Es sólo un ejemplo, hay muchos casos de esta naturaleza”.
Diego González, también referente junto a su esposa, explicó la metodología: “Son turnos de aproximadamente dos horas, dependiendo del puesto. Los testigos solemos esperar hacer contacto visual con el transeúnte y allí nos acercamos”.
Si bien los carritos suelen tener dos testigos, en el caso del que está ubicado en el hospital Central, por ejemplo, son cuatro: dos permanecen en el puesto y el resto en las inmediaciones, conversando con la gente.
“En general la respuesta es buena. Suelen felicitarnos, incluso personas de otras religiones. No tenemos malas experiencias”, aseguró González.
Nadya Dalesio también predica en las calles y confesó sentirse emocionada con la reanudación de la presencialidad. “Muchos, incluso, nos dicen que esperaban volver a vernos parados allí, ofreciendo literatura bíblica, conversando. Nos dieron a bienvenida y nos expresan su gratitud”, manifestó.
Para Nadya, este método de predicación pública en zonas concurridas es muy efectivo. “Por un lado, permite que personas a quienes no llegamos tengan la oportunidad de conocernos o tomar un curso gratis de la Biblia. Nos contactamos y adaptamos a sus tiempos”, explicó.
Además, dijo, posibilita que personas de distintas generaciones, extranjeros y turistas puedan acercarse a conversar sin compromiso.
“Al estar allí, en nuestros puestos, demostramos que estamos presentes. Ha dado muy buenos resultados y es muy gratificante. Me motiva el deseo sincero de ayudar a las personas a conocer la Biblia y poner en práctica sus consejos en la vida diaria y dar a conocer la esperanza de un futuro maravilloso”, concluyó.
El regreso de las convenciones
El regreso de los Testigos de Jehová a las actividades públicas se completó con la vuelta a las convenciones presenciales. En fines de semanas pasados, 5.806 fieles de Mendoza asistieron al evento y al menos 9.000 en las fechas restantes del 22, 23, 29 y 30 de abril en el Arena Maipú.
Los testigos llevan más de 100 años celebrando estos eventos en estadios, auditorios y otros establecimientos de ciudades importantes a través de todo el mundo.
El lema de la última convención fue “Jehová tiene una familia unida”. “Estamos felices de volver a reunirnos en persona en estas grandes convenciones, ahora aquí mismo, en Maipú”, indicó Samuel Nava, vocero de los Testigos de Jehová en Cuyo.
Recalcó que la entrada a estos eventos es libre y gratuita y no se hacen colectas.
Para conocer más sobre estos eventos y cuándo se realizarán los próximos, Nava invitó a visitar el sitio oficial de los testigos de Jehová: jw.org.