En Mendoza, los menores de 16 años asocian el cigarrillo a la vida social y 2 de cada 10 lo ha probado

Se desprende de una encuesta realizada por la UNCuyo en sus colegios secundarios, en chicos de entre 13 y 15 años. La edad de inicio promedio es a los 14. Curiosidad, pertenencia, diversión y la necesidad de parecer más grande, entre las motivaciones que mencionan.

Menores de 16 años asocian el cigarrillo a la vida social y 2 de cada 10 ha probado. | Imagen ilustrativa / Web
Menores de 16 años asocian el cigarrillo a la vida social y 2 de cada 10 ha probado. | Imagen ilustrativa / Web

Entre alumnos secundarios de Mendoza que tienen menos de 16 años, 2 de cada 10 ha consumido tabaco al menos una vez. La contracara es que 81% no ha probado cigarrillos. Es el resultado de una encuesta realizada por la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) en alumnos de entre 13 y 15 años de sus 6 colegios secundarios. La muestra, que incluyó a 3.500 estudiantes (de un total de 6.000), permite tener un dato fresco, local y representativo de la realidad de los adolescentes, ya que ha sido realizada hace unos días.

De acuerdo a las respuestas se pudo concluir que la edad de inicio está en promedio en torno de los 14 años, un dato que según destacan las responsables del abordaje, está a tono con lo que se observa en otros trabajos nacionales sobre el tema.

“En cuanto a la edad de inicio, 14 años es el promedio (...) se ha visto que si se compara con generaciones anteriores, cuando estaban alrededor de los 17 años, va disminuyendo con las nuevas generaciones”, apuntó Diana Calderón, psicóloga social, doctora en salud mental comunitaria y responsable del programa de tabaquismo de Damsu.

Encuesta a estudiantes adolescentes de Mendoza sobre tabaquismo.
Encuesta a estudiantes adolescentes de Mendoza sobre tabaquismo.

La Encuesta Mundial sobre Tabaco en Jóvenes en Argentina publicada en 2019 refiere en cuanto a la edad de inicio que más de la mitad (56,9%) de quienes dicen haber fumado alguna vez, lo hizo por primera vez entre los 12 y 13 años. El 8,3% de los jóvenes comenzó a fumar antes de los 10 años y el 76% comenzó a fumar antes de los 14 años. En definitiva, 8 de cada 10 lo hizo entre los 12 y los 15 años.

La edad de inicio en el consumo de sustancias es importante porque se ve que las personas que no inician consumos hasta los 21 años, después es poco probable que lo hagan, por eso es importante pararlo en la adolescencia”, señaló Calderón. Detalló que si bien lo que más consumen los chicos es alcohol y tabaco, esto aplica para cualquier sustancia, como marihuana, cocaína, las principales sustancias de consumo en Argentina .

El 14% de las muertes en Argentina se deben al consumo de tabacoFoto: Web.
El 14% de las muertes en Argentina se deben al consumo de tabacoFoto: Web.

¿Qué influye en que se anticipe el inicio? “Influyen que estamos inmersos en una sociedad de consumo y evidentemente la lógica de consumo aparece fuertemente ligada, y más a la industria tabacalera, que intenta mantener consumidores de tabaco; se suma a otras características de la adolescencia como la curiosidad y la necesidad de explorar”, analizó la psicóloga.

Los establecimientos incluidos fueron el Universitario Central, Martín zapata, Magisterio, Departamento de Aplicación Docente, Liceo Agrícola y Escuela de Agricultura.

En total se obtuvieron 1.889 respuestas de la mencionada encuesta, información que llevará un tiempo procesar por lo que por ahora se manejan los datos preliminares.

Causales y contexto

Lo que se desprende del relevamiento es el alto peso que tiene sobre esta conducta el aspecto social. La mayoría refiere que el consumo de cigarrillos se produce fuera del hogar, en bares, fiestas, plazas, reuniones sociales. De los consultados, 43% refirió que fumar tabaco ayuda a las personas a sentirse más cómodas en eventos sociales.

Curiosidad, la pertenencia, diversión y la necesidad de parecer más grandes fueron las motivaciones que los chicos mencionaron para tener esta práctica.

Pero hay otro factor que las especialistas consultadas mencionan como importante: la naturalización. Explicaron que en familias donde hay fumadores, los chicos no solo tienen más riesgos para su salud por la exposición sino que por tratarse de algo cotidiano está naturalizado y eso favorece el inicio y la aceptación del hábito.

“Si la mamá o el papá fuman probablemente un niño tenga un riesgo mayor al 50% de establecerse como fumador”, afirmó la médica pediatra Mariela Gueliz, parte del equipo de Educación para la Salud de Damsu y quien también se desempeña en el hospital Notti.

Asimismo, por la naturalización del tabaquismo, se trata de familias más permisivas frente a estas conductas y por lo mismo, con menos señal de alarma.

“En pediatría hay que saber que la OMS (Organización Mundial de la Salud) considera el tabaquismo como una enfermedad pediátrica”, comenzó a explicar. “Por la exposición pasiva incluso antes de nacer (durante el embarazo) y por el inicio del tabaquismo en niños y adolescentes abordamos el tema cada vez más precozmente como el tabaquismo en la embarazada”, refirió.

Además hizo referencia a que por esta causa se ve mayor impacto de otros cuadros como infecciones virales y bacterianas, problemas respiratorios y cutáneos en los chicos.

Sumó el costo de la inversión para sostener el hábito que limita en muchos casos la posibilidad de aumentar la calidad alimentaria del niño.

Según datos del trabajo, 38% de los jóvenes refieren estar expuestos al humo de tabaco ajeno.

El mercado

Otra particularidad que se desprende del trabajo es la forma de consumo está asociada mayormente a productos tradicionales (cigarrillos) mientras que 96% nunca probó fumar Narguile.

Por otra parte, 38% de los jóvenes dijo que tienen amigos que fuman. Sucede en espacios familiares, escolares o eventos. Esto pese a que en términos generales la mayoría de los jóvenes tiene conocimiento de que el humo de tabaco es perjudicial para la salud, también creen que faltan campañas de concientización ya que consideraron que actualmente hay poca publicidad sobre que el cigarrillo es perjudicial para la salud.

No pueden dejarse de lado las estrategias de las tabacaleras y otros intermediarios del mercado para generar nuevos consumidores. Es que la prevalencia del consumo de tabaco ha bajado en adultos: tal cual refiere la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, esta pasó de 29,7% en 2005 a 22,2% en 2018 entre los mayores de 18 años. Es en ese contexto que buscan otros segmentos y nuevos productos que ofrecer.

Un aspecto que señalan las especialistas es que se observa una proporción de chicos que está utilizando dispositivos electrónicos para consumir tabaco o nicotina.

“Un dato que nos ha llamado la atención en una primera lectura es que 4,4% del alumnado utilizó cigarrillo electrónico y ese es un número alto”, expresó Calderón.

Está instalado en el imaginario social que ese tipo de dispositivos no son tan dañinos como un cigarrillo y que incluso pueden ayudar a dejarlo. Esto fue negado por la especialista quien señaló que tienen igualmente sustancias tóxicas que incluso pueden resultar cancerígenas.

Comentó que la publicidad en países donde se están comercializando muestra diseños muy sofisticados y sumamente atractivos.

“No tienen menor riesgo para la salud, tienen nicotina que es muy adictiva”, subrayó.

“Sospechamos que puede haber una cifra engañosa, que pasa si sumamos los cigarrillos electrónicos a los convencionales, la idea es analizar si al aumentar los dispositivos electrónicos, hay un cambio o hay disminución, todo apunta a pensar es que en realidad lo que puede estar sucediendo es este cambio de consumo de tabaco a nicotina”, explicó. Esta es altamente adictiva y en cierto plazo.

Otro aspecto a tener en cuenta es el acceso: es que técnicamente no deben venderse a menores de edad. Sin embargo, al consultarles cómo consiguen los cigarrillos respondieron que los compran en kioscos o se los convida alguien.

El abordaje nacional antes mencionado le puso números a esta situación. Un 66,4% de los estudiantes encuestados fumadores de cigarrillos en la actualidad, refirió haberlos comprado en un kiosco, almacén, supermercado o vendedor callejero. Entre los jóvenes fumadores, al 81,6% no se le negó la venta debido a su edad.

Estrategias y cómo actuar

La encuesta se realizó en el marco del Día Mundial Sin Tabaco que es el 31 de mayo. Por ello se hicieron diversas actividades en las aulas que apuntan a la reflexión y lograr una mirada crítica que les permita una mejor toma de decisiones. A partir de esto los alumnos generaron material gráfico que será expuesto en los colegios.

Calderón agregó que como parte de ello se habló de las consecuencias del tabaquismo en la salud propia, de los otros e incluso por su impacto medioambiental ya que es un tema que los moviliza.

Como recomendación para las familias dijo que es importante hablar del tema para fortalecer sobre todo su autoestima y tomar sus propias decisiones y sostenerlas. En tanto, Gueliz dijo que el punto cero es tener una visión reflexiva sobre la situación en la que están y reconocer que se trata de una adicción.

Mencionó la estrategia de las 5 A: anticiparse, averiguar, aconsejar, ayudar y arreglar.

Lo primero tiene que ver con reconocer el riesgo, además conocer en qué entorno se mueven los chicos y sus prácticas. En tercer lugar dar consejos que desalienten la prueba y el consumo y si se detecta la necesidad de ayuda acudir a ámbitos especializados que puedan dar acompañamiento temprano.

El abordaje se hizo en el marco de la Comisión de Tabaco de la provincia, compuesta por el gobierno de Mendoza, la Universidad Nacional de Cuyo, Damsu, la OSEP y el Ministerio de Salud de la provincia. En Damsu cuentan con un programa de cesación tabáquica desde hace más de 30 años abierto a toda la comunidad. Para contactarse dispone del WhatsApp 2612095389.

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