Luego de la tragedia que conmocionó al país, tras la muerte de Lucas González, el futbolista de 17 años baleado en la cabeza, por policías de la ciudad de Buenos Aires durante una persecución que ocurrió el miércoles. Su amigo Julián, quien manejaba el auto en el que fueron perseguidos, reconstruyó cómo fueron los hechos luego del ataque y apuntó duramente contra la fuerza policial.
“No nos ayudaron, nos trataron mal. Nos decían que éramos villeros y delincuentes. Que nos tenían que dar un tiro a cada uno”, comenzó diciendo el joven en diálogo con IP Noticias mientras detallaba lo ocurrido en la persecución que vivió Lucas, junto a los tres adolescentes que lo acompañaban en el auto.
Y denunció: “Ellos tiraron por tirar. Entre toda la desesperación buscábamos otros policías para que nos ayuden hasta que mi amigo gritó y ahí me nublé. Vimos a un patrullero que estaba recorriendo la zona, le toqué bocina, pero no me ayudó y siguió de largo”.
“Mientras tanto, cuando manejaba tenía a mi amigo baleado encima, sobre mi rodilla. Con su mano me tocaba la pierna. No lo podía creer”, agregó el adolescente, con notable angustia.
Julián reveló también que finalmente se cruzaron con dos mujeres policías a quienes les pidieron auxilio contándoles lo sucedido, pero ellas los ignoraron por completo.
“No fueron capaces de ayudarme, me dijeron que me baje del auto. Yo estaba asustando y llamé a mi mamá para que supiera qué nos había pasado, también a mi papá, hasta que llegaron un montón de policías que nos trataron mal. Nos pusieron contra las rejas, con esposas, y después al piso”, agregó el adolescente.
“Nos preguntaron de dónde éramos y nos dijeron que éramos unos villeros y que nos tenían que dar un tiro a cada uno”, sostuvo Julián mientras ahondaba en detalles de la terrible escena.
Y agregó: “Uno de ellos me preguntó cuál era el arma con la que había matado a mi amigo cuando habían sido esos hijos de p... que frenaron y le dieron a mi amigo y nos trataron como delincuentes cuando nosotros teníamos nuestras cosas de mate, botines, galletitas, todo para entrenar. Queríamos volver a nuestras casas felices”.
Por su parte, las autoridades porteñas confirmaron el jueves que los tres policías involucrados, identificados como inspector Gabriel Isassi, oficial mayor Fabián López y oficial José Nievas, fueron apartados preventivamente de sus tareas.