En el mismo momento en que en la sala de audiencias se procedía a leer la sentencia ampliada -y cuando ya habían sido confirmadas las absoluciones de las principales imputadas-, en la planta baja del Polo Penal de la Justicia de Mendoza se vivieron momentos de angustia cerca del mediodía de hoy.
Y es que las víctimas de los abusos en el Provolo y sus familiares, quienes seguían por video la resolución del juicio, estallaron en lágrimas de angustia y dolor al confirmar que las principales acusadas de haber encubierto los abusos habían sido declaradas inocentes.
Gritos, llantos y algunos principios de desvanecimiento -lo que implicó la asistencia de los profesionales en el lugar- ganaron la escena.
“La Justicia mostró hoy su peor cara, no solo a los sobrevivientes de abusos eclesiásticos, sino a todo Mendoza. Decir que estas mujeres son inocentes es mentir”, resaltó, con la bronca e impotencia en su rostro, Paola González, mamá de una de las chicas que asistió al Próvolo.
“Hoy la Justicia aplaudió a los abusadores, traicionó al pueblo. Con esto, la Justicia llama a las futuras víctimas a silenciarse”, siguió la mujer en declaraciones a los medios que siguieron el desenlace del juicio.
González destacó que las expectativas están puestas en la apelación de la sentencia (esta primera instancia es la que tendrán los querellantes).
“Kosaka tendría que estar presa, no destruyendo vidas. No es Venganza, nosotros lo que buscamos es justicia”, cerró entre lágrimas.