La historia de Albus se parece a la de miles de perros abandonados en todo el mundo. Pero no por eso es menos significativita, ya que el proceso de curación que atravesó tras ser rescatado fue documentado y son una prueba del poder del amor.
Todo comenzó el 17 de abril de este año, cuando algunos miembros de la Fundación Tobi se cruzaron con un animal muy lastimado que vagaba por los costados de una ruta en México.
“Estaba mojado, herido, no podía caminar y fue ignorado entre un montón de gente (...) no pudimos dejarlo”, explicaron en las redes sociales junto a una fotografía del perro con todo el hocico lastimado.
Sus salvadores lo llamaron Albus, se trataba de una cruza de dogo en muy mal estado. Además de su rostro, tenía las patas muy lastimadas y se notaba el dolor en cada paso. Con la ayuda de los seguidores de la Fundación y con mucha paciencia, Albus comenzó un tratamiento para mejorar su estado de salud.
Al día siguiente de su rescate lo llevaron a la clínica veterinaria donde lo lavaron y comenzaron a removerle todas las costras que tenía en la cara, las orejas y en la patas. Los veterinarios debieron sedarlo para que no sintieran dolor.
El 22 de abril salió de la clínica y fue trasladado al refugio donde conoció a otros animales rescatados. Lo primero que notaron al llegar al lugar fue que Albus se sentía muy apegado a la mujer que lo había rescatado.
“Aunque aquí está bien no es lo mismo un perrito en una casa que en un refugio junto a otros 60 perros”, explicó Sam quien anunció que Albus ya estaba en condiciones de ser adoptado.
“Eres oro puro mi Albus, eres magia envuelta en pelitos, eres la representación de todo lo hermoso que existe en el universo y te amo”, escribieron días después junto a una foto del nuevo Albus.
Con el correr de los días Albus se recuperó más y más y en la actualidad es una de las estrellas de la Fundación Toby. Sin embargo, todavía espera a una familia que lo reciba.