Este lunes la casa de Gran Hermano cerrará sus puertas y consagrará a un nuevo ganador, en lo que promete ser una de las finales más épicas del reality celebradas en nuestro país.
En esta ocasión, el voto del público es positivo y el ganador se decidirá entre Marcos Ginocchio, Julieta Poggio y Nacho Castañares.
Estos concursantes llevan más de 5 meses encerrados y, curiosamente, ninguno de ellos tuvo la posibilidad de salir o de conocer información del afuera hasta estos últimos días, lo que los consagra como unos auténticos merecedores al premio de 15 millones de pesos.
Santiago del Moro ingresó a la casa de Gran Hermano
Al comienzo de la gran noche de Gran Hermano, el conductor realizó su primer ingreso para hablar con los finalistas: Marcos, Julieta y Nacho.
Estos se mostraron sumamente nerviosos y no pudieron casi ni entablar palabras para convencer a la gente de que los vote. “¡No dormí en toda la noche!”, confesó Julieta, sentada en el sillón del living junto a sus compañeros. “
Lo único que puedo decir es solamente gracias. Pase lo que pase, esto fue un sueño”, expresó Nacho. “Fue una de las mejores experiencias de mi vida. Es lo más lindo que me pudo haber pasado”, consideró Marcos.
Julieta Poggio se quedó con el tercer puesto de Gran Hermano
Tras la primer salida de Santiago del Moro de la casa de Gran Hermano, el animador anunció el cierre de los comicios y declaró al merecedor del tercer puesto.
Finalmente, Julieta Poggio fue la primera eliminada de la gran final, tras quedarse con el 19.66% de los votos positivos.
Al salir de la casa, Poggio se mostró sumamente feliz y luego de ingresar al estudio se tomó su tiempo para saludar a la gente que se apersonó en el estudio y se abalanzó sobre su familia y amigos.
El último ingreso de los finalistas al confesionario
Nacho entra al confesionario por última vez para hablarle a su público: “Les quiero agradecer porque me vieron como realmente soy. Este es el verdadero Nacho, no el del casting. Gracias por haberme conocido así. Ojalá ese sobre diga mi nombre: hace muchos días que lo vengo visualizando...”, afirmó el concursante nacido en España.
Marcos fue el último en entrar al confesionario y disfrutó el momento: “No tengo nada más que pedirles. Todas las expectativas que tuve acá, las cumplí. Vi a mí papá con los ojos llorosos decirme que estaba orgulloso de mí; a mi mamá, feliz; a mi hermana venirse de Francia y a mi hermano, de Estados Unidos. Este recorrido lo voy a guardar siempre en mi memoria y mi corazón”, deslizó finalmente el salteño.
Marcos, el ganador de Gran Hermano
Tras una extensa pausa, finalmente del Moro volvió a los estudios para dar fin al conteo de votos y recibir el sobre de la escribana con el nombre del ganador dentro.
Con una cuenta regresiva que acompañaron todos los presentes, el conductor reveló el nombre del ganador de esta edición de Gran Hermano: “Quién gana Gran Hermano es... Marcos”.
Tras esta decisión por parte del público fue Nacho quien abandonó la casa más famosa del país. Recordemos que pese a que se marchó de la casa con alegría, no pudo concretar su sueño de ser quien apague la luz de la casa, ya que él había sido el primero en entrar.
Lo cierto es que Marcos lo despidió al ritmo de la clásica canción que se le canta a todos los que se retiran de la casa más famosa del país y cuando Nacho cerró la puerta, el salteño no pudo evitar estallar en lágrimas, abrazado a su perra, la pequeña Morita.
Marcos apagó la luz de la casa de Gran Hermano
Finalmente se vivió uno de los momentos más emotivos de Gran Hermano cuando Marcos Ginocchio fue llamado por la voz de Gran Hermano para invitarlo a retirarse.
Tras unas tiernas palabras, el locutor despidió al ganador y vio cómo se apagaban las luces del que fuera el hogar de Marcos durante 5 largos meses.
Lo cierto es que MArcos ganó con el 70, 83%, mientras que Nacho obtuvo el segundo lugar con el 29,17% de los votos positivos.