Aproximadamente desde diciembre y hasta mayo, el tomate se encuentra presente en todas las verdulerías y mercados de la Argentina. Sus precios suelen bajar y los consumidores intentan aprovecharlo para su alimentación.
Durante esta época, muchas familias optan por llevar a cabo la clásica producción de salsa casera para guardar y aprovechar durante todo el año. Obviamente es uno de los mejores planes para compartir entre grandes y chicos, pero si te sobró tomate y querés sacarle el jugo a la compra hecha, te traemos algunos tips diferentes.
La salsa de tomate italiana, también conocida como passata, es un elemento fundamental en la gastronomía italiana, que se emplea para realzar una amplia gama de platos, desde pizzas y pastas hasta sopas y guisos. Es una receta que puede elaborarse fácilmente en cualquier cocina, sin necesidad de contar con mucho espacio o utensilios costosos. Solo se requiere un cuchillo afilado, una tabla de cortar, ollas, un pasapuré y frascos vacíos.
Si ya sabés realizar la salsa de tomate casera es importante que te asegures que los frascos y tapas estén esterilizados antes de usarlos. Otros consejos a seguir pueden ser: dejar un centímetro libre hasta el borde, almacenar las botellas en un lugar fresco y oscuro, solamente se conservan por un año si están en la heladera.
Dos opciones más para aprovechar los tomates de temporada
Desde España precisamente desde Aragón, llega la idea y tradición gastronómica más elegida por los vecinos: la conserva de tomate frito. Para poder realizarlo se necesita: 2 kg de tomate maduro, agua, aceite, sal, azucar y botellas de cristal.
El primer paso es pelar los tomates y solamente quedarse con la carne de dicha fruta; eliminar las partes duras y retirar. De acuerdo a la tradición que se siga algunos trituran los tomates y otros primero los fríen, cualquiera de los dos caminos es correcto. Lo necesario es freír en aceite de oliva con sal, azucar, ajo y cebolla a gusto.
Por otro lado, la sopa de tomate y albahaca es un plato clásico reconfortante que fusiona la frescura y acidez de los tomates maduros con el aroma y sabor herbáceo de la albahaca fresca. Se necesita: 1kg de tomate, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 2 zanahorias, 1 pimiento rojo, caldo de verduras, albahaca, aceite de oliva, sal y pimienta.
En una olla grande, calentar el aceite de oliva y cocinar la cebolla y el ajo hasta que estén tiernos. Agregar tomates, zanahorias y pimiento rojo, cocinando hasta que los vegetales se ablanden. Vertir el caldo de verduras, llevar a ebullición y reducir el fuego. Cocinar a fuego lento durante 15-20 minutos.
Luego de realizar estos pasos, la mezcla se retira del fuego, se añade albahaca fresca y se licúa la sopa hasta obtener una textura suave. Para terminar, se sazona y recalienta.