Ante la velocidad que el oficialismo quiere imprimirle al tratamiento de la “ley ómnibus”, la oposición no kirchnerista paró la pelota y este miércoles se puso firme: si La Libertad Avanza no quiere sorpresas en la sesión, deberá esperar a que haya consensos maduros, lo que implica postergar la firma del dictamen y la votación para la semana que viene.
Ese fue el mensaje que le llevaron los diputados Miguel Pichetto y Emilio Monzó al presidente de la Cámara baja, Martín Menem, mientras esperan la devolución desde el Poder Ejecutivo a las propuestas de modificaciones que hicieron esta semana, en el marco de la “mesa” que armó el oficialismo con la oposición “dialoguista”.
En el oficialismo se entusiasmaba con la idea de firmar dictamen este viernes en las comisiones de Legislación General, Asuntos Constitucionales y Presupuesto, para votarlo en el recinto el sábado. Incluso empezaron a sondear con empleados legislativos el tema logístico para poder abrir el recinto un fin de semana.
Sin embargo, los consensos con el PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal aún no están cerrados porque faltan respuestas del Ejecutivo. También se suma la complicación de que Javier Milei no se encuentra en el país y recién el viernes arriba desde Suiza. Nadie se anima a arriesgar cuál será la reacción del presidente ante una postergación de la sesión.
“No nos dan los tiempos. Si la sesión no sale bien parida de las comisiones, va a ser desprolija. El dictamen pasó a ser sustancial para ordenar la votación en particular”, afirmaron en el bloque Hacemos Coalición Federal, refiriéndose a la votación que se realiza artículo por artículo en el recinto.
Las negociaciones se trabaron este miércoles en el tema jubilatorio, dado que los enviados del Ministerio de Economía, con el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, a la cabeza, se resistieron a dar marcha atrás con la suspensión de la movilidad jubilatoria e insisten en no atar los aumentos a ninguna fórmula.
El diálogo también se empantanó por la propuesta para llevar al 15% las retenciones a las economías regionales, algo que la UCR, el PRO y Hacemos Coalición Federal no están dispuestos a aceptar.
Mientras tanto, como adelantó este medio, la UCR y el bloque de Pichetto avanzaron en las últimas horas en la confección de un dictamen “preventivo”, que tendrán listo en caso de que La Libertad Avanza mantenga una actitud intransigente y no acepte cambios. Lo definen como el “plan B”.
De ese dictamen no participa, hasta el momento, el PRO. Pero sí se sumó a las conversaciones otro bloque del “medio” llamado Innovación Federal, que tiene nueve integrantes que responden a los gobernadores de Salta, Gustavo Sáenz, de Río Negro, Alberto Weretilneck, y de Neuquén, Rolando Figueroa.
Ese dictamen propone, entre otras cosas, acotar la cantidad de emergencias quitando algunas como las de defensa, previsional y sanitaria; y limitar las facultades delegadas a un año, con posibilidad de prórroga con autorización del Congreso.
Otros temas están siendo consultados con gobernadores opositores, como los derechos de exportación, la regulación de los biocombustibles y el destino del FGS (Fondo de Garantía de Sustentabilidad).
En cuanto a las privatizaciones, hay diferentes propuestas: acotar la cantidad de empresas, tratar una ley por empresa, o intervenir mediante una comisión bicameral de seguimiento creada en los ‘90. Y proponen “patear” para marzo la discusión sobre las áreas de cultura, niñez, educación y medioambiente.
“Lo ideal sería firmar un dictamen todos juntos”, dicen en el espacio de Pichetto, incluyendo a La Libertad Avanza y el PRO. De lo contrario, el riesgo es que el dictamen de mayoría termine siendo el de Unión por la Patria y la izquierda, que van por el rechazo total.
El jefe del bloque peronista, Germán Martínez, advirtió este miércoles en las comisiones que el “núcleo” del proyecto son “15 artículos” que están siendo negociados con el resto de la oposición en el despacho de Menem mientras transcurren los plenarios con invitados en el edificio anexo.
“Nos interpelan a todas las fuerzas políticas, porque es el núcleo fundamental del ajuste y del proyecto político que tiene el presidente Milei: superpoderes; un ajuste a costa de las jubilaciones presentes; un ajuste de las futuras jubilaciones liquidando el FGS; un ajuste a las economías regionales y dejar en estado lapidario a las provincias; y las privatizaciones para terminar rifando el capital de todos los argentinos”, enumeró Martínez.
En ese sentido, se preguntó si “queremos un presidente con superpoderes, un ajuste enorme de los jubilados, una liquidación de los fondos, dilapidar el capital de las empresas, hacer añicos las economías regionales… un pedazo se va a jugar acá y otro en la vereda de enfrente”.
En la misma sintonía, Myriam Bregman (Frente de Izquierda) les reclamó a “los miembros de la oposición que se están reuniendo enfrente que nos digan qué discuten. ¿Acortarían el tiempo de las facultades delegadas? ¿Para qué? ¿Para que nos hagan daño más rápido? Que nos vengan a contar qué vienen haciendo enfrente”.
Desde el oficialismo, Alberto Benegas Lynch respondió que cuando concurrió el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, le preguntaban por qué no venía Luis Caputo, y “el vicejefe de Gabinete estuvo acá y no le hicieron una sola pregunta”.
También dijo que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, envió a todos sus funcionarios, pero se siguió insistiendo en que concurriera ella. “Les pueden preguntar todo lo que quieran, ¿o están solamente dispuestos a esmerilar un ministro sin ir al contenido?”, sugirió.
Los cruces tuvieron lugar en el inicio de una nueva reunión informativa con 61 invitados de la sociedad civil, aunque hubo poca presencia de diputados. Expusieron representantes de la producción de maní, abogados laboralistas, el Instituto Nacional del Teatro, Yacimientos Carboníferos Río Turbio, Amnistía Internacional y la Cámara del Libro, entre otros.