Héctor Daer y Carlos Acuña fueron reelectos como co-secretarios generales de la CGT, a quienes se sumará con igual jerarquía, Pablo Moyano. El triunvirato que conducirá la central obrera en los próximos cuatro años fue proclamado en el Congreso Nacional que sesionó en el predio de los mercantiles de Parque Norte, sobre la costanera porteña. La novedad política está marcada por el retorno del moyanismo al mando principal cegetista.
“El peronismo tendrá que ser la columna vertebral del frente gobernante”, arengó Daer ante los más de 1300 congresistas, confirmando así la alianza con el Gobierno nacional referenciado en el Presidente Alberto Fernández y su jefe de Gabinete, Juan Manzur, y sin disipar la desconfianza de parte de la central obrera hacia el ala kirchnerista del oficialismo.
El Congreso también aprobó una reforma estatutaria para cumplir con la ley de cupo femenino, con lo que se crearon nuevos cargos en el Consejo Directivo para incorporar mujeres. Esta reforma, sin embargo, no influyó en la composición de la plana mayor de la CGT que de nuevo quedó integrada por hombres.
Pablo Moyano, pese a su elección como co-secretario general, no asistió al Congreso al presentar un cuadro febril que lo llevó a ser internado. El moyanismo, que se había apartado de la CGT en 2017, estuvo representado en las negociaciones que se realizaron hasta último momento por Omar Pérez, el tercero en la línea de los camioneros.
No fue sencillo el cierre. Las divergencias habían surgido en los últimos días, cuando fue desplazado del triunvirato original que se negociaba, el metalúrgico Antonio Caló. Fuentes ligadas a la CGT, explicaron a este medio que la central obrera vislumbra para después de las elecciones el crecimiento de tensiones dentro del Gobierno nacional entre el peronismo clásico (representado por el Presidente, el jefe de gabinete Juan Manzur, y los gobernadores) y el ala kirchnerista (referenciado en Cristina Fernández y en La Cámpora). Y que ante ese cuadro, la CGT no dudará en alinearse con Alberto Fernández. De hecho, se está convocando para el 17N a una gran movilización en apoyo al Gobierno nacional.
Los grupos sindicales mayoritarios, ahora aliados del moyanismo, recelan de Caló y gremios como el SMATA, a quienes ven incondicionales hacia la vicepresidenta.
Estos distintos posicionamientos políticos fueron zanjados finalmente. Caló se quedó con la Secretaría de Interior, y Mario Manrique (SMATA), con la importante Secretaría Gremial. Sergio Palazzo, de La Bancaria, y muy cercano a Cristina, igual que Walter Correa (curtidores) también integraran el Consejo Directivo. Palazzo y Correa son candidatos a diputados del FdT de la Provincia de Buenos Aires. La ausencia en esa lista de dirigentes cercanos a Daer y al moyanismo fue motivo de reproches de la CGT a Máximo Kirchner.
Al retirarse de Parque Norte, Caló señaló su “satisfacción por el resultado del congreso independientemente de las pretensiones personales”, en referencia al lugar en el triunvirato que no le fue reservado. El titular de la UOM expresó su “total respaldo al Gobierno”, y marcó el punto sobre el que hay plena coincidencia de todos los sectores de la CGT y que acaso explique la unidad alcanzada en el Congreso: el rechazo a cualquier intento de flexibilización laboral.
“Uno de los desafíos y de los temas más importantes para la futura gestión de la CGT será la lucha contra cualquier intento de Reforma Laboral”, dijo Caló.
Sobre este punto se expresó Daer en su discurso de cierre, a la par de dejar en claro el alineamiento y apoyo al gobierno del Frente de Todos. alque pidió votar el 14N.
Jorge Sola (Seguros), Sergio Romero (UDA), José Lingeri (Aguas), Andrés Rodríguez (UPCN) y Gerardo Martínez (UOCRA) continuarán en la mesa directiva. Rodríguez, Martínez y Daer fue el trío que hace más de un año proyectó el regreso del moyanismo a la CGT y el acercamiento de otros sectores.
“Fue un proceso difícil y duro porque el movimiento obrero estaba bastante dividido. Pero se coincidió en el objetivo de la unidad”, dijo Juan Brey, de los aeronavegantes.