“Nuestra obligación como espacio político es aprovechar esta ventana de oportunidad”, sostiene Germán Martínez en las amplias oficinas del bloque del Frente de Todos en el tercer piso de la Cámara de Diputados. Mientras atiende llamados y revisa documentos, el líder de la bancada se muestra entusiasmado con la etapa que abrió la asunción de Sergio Massa como ministro de Economía.
En diálogo con este medio, el santafesino descarta que la figura de Alberto Fernández esté debilitada. “Los cambios impulsados por el presidente van en la línea de fortalecer la gestión y fortalecer el capital político del Frente de Todos”, asegura, y avizora un tiempo de “mayor articulación, mayor organización y mayor planificación”.
¿Cómo define esta nueva etapa del Gobierno?
Bajo las palabras que el presidente y el ministro de Economía han utilizado: una etapa de mayor articulación, mayor organización y mayor planificación, que son elementos fundamentales para asumir los desafíos que tenemos. En el escaso recorrido que hubo desde que Massa asumió como ministro de Economía ya se empiezan a ver avances respecto a esos tres ejes. Fue una sabia decisión del presidente convocar a Massa en este momento, porque los problemas se resuelven a través de la gestión, y por eso hay que fortalecer la gestión para después fortalecerse políticamente.
¿Esta es la última oportunidad para el Gobierno?
No me gusta verlo en esos términos. Sí creo que se abrió una ventana de oportunidad para el Frente de Todos. A veces se intenta plantear que las expectativas están solamente puestas en el sector financiero o en el “círculo rojo”. Yo tengo mi registro principal en Rosario, una ciudad de un millón de habitantes, con una densidad industrial importante, muy “mercado-internista”, y noto que en los sectores vinculados al comercio minorista, los talleres industriales y las pymes productivas hay una expectativa, y nuestra obligación como espacio político es aprovechar esta ventana de oportunidad.
La oposición habla de un presidente devaluado, sin autoridad…
Me parece absolutamente lo contrario. Toda decisión tomada por el presidente de la Nación que tienda a fortalecer la gestión, el paso siguiente es que eso fortalece la política, y por lo tanto lo fortalece al mismo presidente. Si algo podemos esperar de este tiempo de mayor organización, mayor articulación y mayor planificación es que podamos fortalecer la gestión, resolver los problemas de los argentinos, ganar consensos sociales e incrementar nuestro capital político. Y ese capital político es favorable para el presidente, la vicepresidenta y las principales referencias de nuestro espacio, como Massa y Juan Manzur. Los cambios impulsados por el presidente van en la línea de fortalecer la gestión y fortalecer el capital político del Frente de Todos.
¿En algún momento se desviaron del contrato electoral con el que se conformó el frente en 2019?
No. Nuestro contrato electoral nunca pensó que a los cuatro meses de asumir íbamos a tener una pandemia y que a los dos años de asumir íbamos a tener una guerra que trastocó absolutamente los valores y los precios relativos de energía y alimentos, con las consecuencias que eso trae para un país que produce energía y alimentos pero que también los consume. Aquellas cosas que nosotros planteamos en la campaña, de las cuales tengo una mirada muy positiva, hubo que adecuarlas a los desafíos que nos tocó enfrentar y que realmente nosotros no esperábamos.
¿El nuevo rol de Massa lo pone directamente como presidenciable?
Desde el año 2013 Massa es una de las principales figuras políticas que tiene la Argentina. Transitó la elección de 2013, de 2015 y de 2017 haciendo la experiencia del Frente Renovador. En 2019 nosotros generamos una convocatoria muy amplia que permitió que el Frente Renovador se exprese en el Frente de Todos. Pero Cristina lo convocó años antes, en 2008, como jefe de Gabinete. Es decir, son quince años de Massa en los primeros planos de la política nacional. Alguien con esa característica tiene toda la legitimidad para plantearse él, y también para que la sociedad pueda ver en él un dirigente que está preparado para cualquier responsabilidad de las más altas. Pero no hay que apresurarse. No tenemos que adelantar el reloj, no tenemos que cometer los mismos errores que está cometiendo la oposición de Juntos por el Cambio, que es pensar tanto el 2023 que descuidan el 2022. Toda nuestra energía, creatividad e inteligencia tienen que estar puestas en resolver los problemas de ahora. En la medida que pongamos allí nuestra mirada, eso nos fortalece políticamente en 2022 y nos permite empezar a pensar en 2023.
Cristina parece dar más señales de apoyo político a Massa que al propio Fernández…
El gran valor que hemos recuperado, inclusive en un momento difícil como fue la salida de Martín Guzmán, es la capacidad de potenciar el diálogo y la articulación en el interior del Frente de Todos, y eso incluye al presidente, a la vicepresidenta y a Massa, que desde ese contexto empezó a tener una mayor presencia en la toma de decisiones. Cuando fortalecemos a uno, nos fortalecemos a todos. Los referentes de nuestro espacio político son conscientes de la necesidad de que nos fortalezcamos entre todos, y eso es lo que estamos haciendo.
Juan Grabois amenazó con abandonar el Frente de Todos, ¿hay posibilidad de que sus tres diputados rompan el bloque?
Las diferencias de Juan no tienen que ver con la vida parlamentaria, sino con el rumbo de la política económica. En esta recuperación del diálogo y la articulación interna, muchos estamos hablando con muchos. En función de eso, tengo la expectativa de que muchas de las cosas que viene planteando Juan puedan tener correlato en políticas públicas concretas, y desde Diputados tenemos que generar puentes de comunicación permanente con Itai (Hagman), Natalia (Zaracho) y Federico (Fagioli) para que la agenda de ellos en el Congreso tenga una visibilidad fuerte.
¿La agenda económica del Congreso va a estar alineada con el Ministerio?
Sin dudas. El equilibrio en las cuentas públicas, el perfil exportador de la Argentina, la generación de reservas en el Banco Central y el fortalecimiento de la moneda son objetivos que compartimos. Esta semana el Senado sancionó el proyecto de incentivo a la construcción privada y aprobó el Consenso Fiscal. En Diputados le dimos media sanción a la ley de promoción de la industria automotriz y a la de bio y nano tecnología. Queremos seguir trabajando en la ley agrobioindustrial, la semana que viene vamos a tener una nueva reunión informativa para federalizar el debate. En algún momento discutiremos la movilidad eléctrica. Y a partir del 15 de septiembre, gran parte de la energía legislativa se la llevará el Presupuesto y algunas prórrogas de impuestos.