El abogado de Bento defendió sus sospechosos chats: “Los mensajes de Telegram son privados”

Tuvo 265 conversaciones por esa app con el despachante de aduanas asesinado Diego Aliaga, quien, según la acusación, era “organizador de la banda” del magistrado. Para Mariano Fragueiro Frías, el juez tenía derecho a no revelarlas e incluso a no entregar su teléfono a la Justicia. Fuertes críticas al fiscal Dante Vega y un pedido para “desdoblar” el juicio.

El abogado de Bento defendió sus sospechosos chats: “Los mensajes de Telegram son privados”
Bento en el ingreso de tribunales federales, antes del inicio de la séptima audiencia del megajuicio.

El abogado principal del juez Walter Bento desplegó hoy en el megajuicio contra el magistrado y otros 32 imputados las “cuestiones preliminares”, con el objetivo de desmerecer la prueba de los fiscales en su contra antes de que avance el debate.

El relato de Mariano Fragueiro Frías consumió casi toda la primera etapa de la audiencia (unos 90 minutos) y tuvo su parte más significativa en el momento en que intentó invalidar las charlas telefónicas que hubo entre el presunto jefe de la asociación ilícita y Diego Aliaga, el despachante de aduanas asesinado que actuaba como “organizador de la banda”, según la acusación.

“Los mensajes de Telegram son privados”, aseguró Fragueiro Frías, con citas a la Constitución que hablan sobre el tema de la privacidad.

También disculpó a Bento por no haber entregado nunca su teléfono celular a la Justicia. “El teléfono al que se pidió acceder era del doctor Bento. La Corte informó que jamás tuvo un teléfono oficial el doctor Bento, el teléfono era de él. La negativa no puede constituir un delito porque eso es violar el derecho de defensa”, sostuvo.

Otra jornada del juicio contra el suspendido magistrado Walter Bento en los Tribunales Federales de Mendoza 
 
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Otra jornada del juicio contra el suspendido magistrado Walter Bento en los Tribunales Federales de Mendoza Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

La prueba telefónica contra Bento es uno de los aspectos centrales del juicio. Según la acusación, el juez tuvo nada menos que 265 contactos por la aplicación Telegram con Aliaga a lo largo de siete meses. Los fiscales entienden que Aliaga conectaba al juez con sus “clientes” y que las comunicaciones entre ambos se intensificaban cuando se estaba por concretar una maniobra de cohecho.

Según Fragueiro, Bento fue víctima de “situaciones dantescas” por la intervención de su aparato telefónico que ordenó Vega. “Se permitió que el fiscal obtenga un chip del teléfono de Bento. Entonces las personas se comunicaban con el fiscal. (Los hijos del juez) decían: ‘papá estás en línea’. Y cuando ponía el nuevo chip Bento le sacaba la comunicación al fiscal. Cada vez que se ponía y sacaba el chipo, se borraba todo. En el teléfono de Bento, atendía Vega. Esto no lo vi nunca”, expresó.

El abogado dijo también que al juez “se le ocultó el expediente” en el que era investigado y sostuvo que sus derechos más elementales fueran “violados”. También descalificó a los testigos que estaban presos y que aportaron pruebas en contra del juez. “Algunos valientes quedaron detenidos porque si no tenían que declarar contra Bento”, expresó.

Fragueiro agregó que el fiscal Vega, a quien criticó con dureza, “se autodesignó fiscal de primera instancia”. “El Ministerio Público Fiscal, sobre la base de irregularidades, pretende llevar adelante un proceso. Si Bento es un caníbal, no puede hacer el Ministerio lo mismo”, indicó en otro tramo.

Del mismo modo, aseguró que “no buscamos apartarlo al Doctor Vega, sino dejar en claro que se cometieron irregularidades en la conformación de la instrucción”.

Luego, en diálogo con Los Andes, el letrado amplió porque no lo recusaron: “El doctor Vega hizo el requerimiento de elevación a juicio y está acá. Que se quede a defenderlo. No me interesa si el Doctor Bento con Vega se peleaban, se llevaban mal o uno le ganó el concurso al otro. Eso no tiene nada que ver”.

También Fragueiro le planteó a las juezas que las causas de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero se traten “en otro juicio” para evitar que el actual “se congestione”. “No conozco a nadie que por cohecho no se enriquezca”, indicó en este sentido.

En su discurso, el abogado también pidió la nulidad de las declaraciones de los condenados, porque aseguró que lo hicieron con un interés estratégico para defenderse de sus sentencias. Es decir, declarar que Bento les exigió coimas y al no haber accedido, habrían sido condenados. “Tenían un interés directo en el resultado directo de su declaración y era para beneficiarse, lo cual es lógico. No se les puede recibir declaración juramentada a los condenados”, aseguró.

Los planteos de la defensa de Bento serán resueltos al final del juicio, pero dijo que los presentó en esta etapa con el objetivo de “recurrir ante quien corresponda” en el futuro.

Otra jornada del juicio contra el suspendido magistrado Walter Bento en los Tribunales Federales de Mendoza 
 
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Otra jornada del juicio contra el suspendido magistrado Walter Bento en los Tribunales Federales de Mendoza Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Rechazo a los nuevos testigos propuestos

La fiscal de Cámara, María Gloria André, propuso ante el tribunal que se incorporen como testigos a Juan Ignacio Aliaga, hijo del despachante asesinado (quien estaba imputado por falso testimonio y accedió a una probation) y además, sumar al abogado Sergio Carreño, quién en otra causa denunció que un cliente suyo habría sido tentado a pagarle sobornos a los letrados Martín Ríos y Matías Aramayo, sindicados como integrantes de la asociación ilícita encabezada por Bento.

Sobre Aliaga, Fragueiro criticó que una persona que llegó acusada formalmente, invierta su rol en el mismo proceso judicial sin ser sobreseído. Indicó que es “inoportuno el planteo” y criticó que “no hay ninguna posibilidad de que declare antes de ser sobreseído, porque sigue vinculado a los efectos del delito”. Es decir, por lo menos debería pasar un año, cumpliendo las reglas establecidas para llegar al sobreseimiento tales como “realizar trabajos no remunerados en favor del Estado o de instituciones de bien público por el lapso de un año a razón de 8 horas mensuales”, además de donar leche maternizada.

Entonces cuestionó que el beneficio al que accedió, “hasta se podría haber tomado como un canje: yo te saco del juicio con la probation pero tenes que declarar. Es instigación al falso testimonio”. Y lanzó duras críticas hacia el fiscal Vega: “¿No era que les sobran las pruebas, era necesario forzar esto? Creo que ha sido inútil, inconstitucional y ha violado los mínimos preceptos de una persona que va a declarar bajo juramento y que tiene que dar verosimilitud ante el tribunal”.

“Yo entiendo que va a tener criterio el Tribunal y no lo va a aceptar porque sería exponerlo a Aliaga, que ya sufrió la muerte del padre y estuvo acá, a un nuevo padecimiento”, agregó el letrado en diálogo con Los Andes.

En tanto, sobre Carreño, el abogado de Bento manifestó: “No puedo compartir la forma de introducirlo. Serían nuevos hechos que darían lugar a una nueva acusación y por lo tanto, un tramite diferente. ¿Se va a suspender este debate? Esto se inició para terminarse”.

En la misma sintonía se expresó el abogado Pablo Cazabán, quien defiende a sus colegas Ríos y Aramayo, y al comisario Gabriel Moschetti, todos acusados de trabajar en tercer orden dentro de la asociación ilícita presuntamente encabezada por Bento.

Sobre Carreño, que lo afecta de lleno a dos de sus clientes, señaló: “Me voy a oponer porque él da cuenta de un supuesto ofrecimiento que le habrían dado los doctores Ríos y Aramayo para otorgarle un beneficio a su cliente. No dice puntualmente cuál, pero lo que aquí importa es que esto sería un nuevo hecho y en definitiva, el que debería ser testigo no sería Carreño sino su representado, que le dijo a él lo que habría pasado”.

Entonces dijo que sería necesaria una nueva instrucción aparte, que “atentaría” contra los plazos del proceso judicial en marcha y el derecho de defensa de sus clientes. Además señaló que el Ministerio Público Fiscal habría estado al tanto de este acontecimiento a través de los medios de comunicación y “no lo incorporaron”. “En consecuencia entiendo yo que este ropaje que se les quiere poner como un nuevo testigo y no lo es, es un nuevo hecho”, consideró.

Sobre Aliaga, puntualmente Cazabán aseveró que lo intentan “meter por la ventana, bajo la presión de un acuerdo al que habría llegado” con la Fiscalía. Y dijo que “a su carácter de imputado, le agregan una coacción de carácter legal: obligado a cambiar su testimonio. Lo obligan a decir algo, que podría ser en perjuicio de uno o todos los imputados y es gravísimo”.

“Estamos en un dilema ficticio porque es imposible que Aliaga sea tomado como testigo en un mismo proceso, manteniendo la figura de imputado”, aseguró y ratificó su oposición a la cuestión preliminar elevada por la Fiscalía.

Aliaga había quedado imputado en 2020 porque dijo ante la Justicia que desconocía las actividades y los vínculos de su papá. Sin embargo, para el MPF, el joven tenía “cabal conocimiento” de lo que hacía el padre. Así lo revelaron las pericias sobre los teléfonos de varios imputados, como Walter Bardinella Donoso y Luciano Ortego. Se detectaron conversaciones asiduas de estas personas con Aliaga y se cree que el joven incluso “jugaba al truco” con ellos.

En este marco, las supuestas mentiras de Aliaga hijo provocaron su imputación por falso testimonio. Sin embargo, en el inicio del juicio, los fiscales cambiaron la estrategia y decidieron darle una “segunda oportunidad” como testigo en el juicio, a lo cual Juan Aliaga no se opondría.

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