Este sábado se desarrolló el tradicional agasajo de Bodegas de Argentina en la bodega Lamadrid, de Luján de Cuyo, en el cual hubo buena participación de dirigentes políticos, pero se notó una clara hegemonía radical, que contó con importantes dirigentes no sólo locales, sino también nacionales.
Más allá de la posición del organismo frente a la situación vitivinícola, en la cual la presidenta, Patricia Ortiz, realizó críticas al Gobierno nacional por el atraso cambiario y las retenciones al sector, entre otras, fue un evento en el cual reinó nuevamente la ausencia de dirigentes del Partido Justicialista, que mantiene distancias políticas con los principales referentes de Bodegas de Argentina.
En este caso, del oficialismo nacional solamente hubo presencia del ministro de Agricultura, Julián Domínguez; y el del presidente del Instituto Nacional de la Vitivinicultura (INV), Martín Hinojosa.
Otros dirigentes del peronismo, fueron al almuerzo de productores del INTA, que tuvo la asistencia de varios de los dirigentes de la Coviar, como la participación de José Zuccardi y también de Fecovita. En tanto, Anabel Fernández Sagasti, la presidenta del PJ, decidió realizar actividades con la titular de Anses, Fernanda Raverta; y estuvieron en una finca de Guaymallén con motivo de celebrar los primeros trámites de jubilación anticipada de viñateros y contratistas.
Esta fotografía de ausencia peronista fue similar a la del año pasado, en la cual el presidente, Alberto Fernández, que estuvo en Mendoza, congregó la asistencia del peronismo en la Coviar, y luego prácticamente no hubo presencia del partido en el almuerzo de Bodegas de Argentina.
En contraparte, el radicalismo copó la escena, no solamente con la participación del gobernador, Rodolfo Suárez; el vicegobernador, Mario Abed; más ministros, legisladores -nacionales y provinciales- e intendentes; sino también con dirigentes de talla nacional, como la del gobernador de Jujuy y presidente de la UCR nacional, Gerardo Morales; y el diputado nacional, Mario Negri; quienes también estuvieron en el desayuno de la Coviar.
Críticas a Nación
En tanto, una particularidad que se repitió del año pasado fue que el Gobernador decidió nuevamente no realizar un discurso formal frente a los empresarios presentes, y le dio la palabra al ministro de Economía, Enrique Vaquié.
El Ministro, no obstante, siguió naturalmente la línea que llevó Suárez de su discurso de la Coviar, y volvió a pedir por la quita de retenciones a las exportaciones del sector, así como también se quejó de la alta presión tributaria y los costos logísticos, que han hecho perder competitividad a “uno de los pocos sectores -en relación a la vitivinicultura- que llevan la marca de Argentina, junto a la carne”, y que no solamente posiciona al país, sino que también potencia al turismo.
Además, detalló algunas acciones llevadas a cabo por la provincia, como por ejemplo Mendoza Activa, o subsidios por más de $3.000 millones para seguro agrícola, riego agrícola y lucha antigranizo, aunque reconoció que las provincias tienen “pocas herramientas” para cambiar el escenario de la macroeconomía.
Domínguez, por su parte, defendió la posición de Nación respecto al tema de retenciones, al acotar que no pagan derechos de exportación a quienes exportan hasta US$ 500.000 anuales “en un contexto difícil en términos económicos”, y valoró el récord en exportaciones de vinos, que orilló los U$S 1.000 millones en 2021. “Soy un optimista por naturaleza”, comentó.
No obstante, reconoció las dificultades que presenta la actual situación económica del país al desarrollo de la producción y destacó que la actividad ya se realiza en 18 provincias del país. “Gracias por lo que hacen, por el esfuerzo, por porque llevaron a la Argentina a estar entre los productores de vinos de calidad de nivel mundial”, finalizó.