Dichos polémicos de la candidata presidencial Patricia Bullrich en el debate presidencial del domingo tuvieron finalmente repercusiones en la Justicia. El juez federal Walter Bento solicitó este jueves el apartamiento de los integrantes del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados que representan al bloque de Juntos por el Cambio, basándose en las declaraciones de Bullrich del domingo y un antecedente anterior. Los integrantes del Jury señalados por el juez son el senador José María Torello y la diputada Ana Clara Romero.
Torello y Romero son dos de los siete miembros que tiene el Jurado, el cual resolvió el lunes que emitirá sentencia para remover o confirmar a Bento como juez federal el próximo 8 de noviembre. Los otros integrantes son los jueces Javier Leal de Ibarra y Javier de la Fuente, los legisladores nacionales del Frente de Todos Daniel Bensusán y Anahí Costa; y el abogado Alfredo Barrau.
Bento fundó el pedido en que Bullrich promovió en el pasado (2011) un juicio político en su contra, debido a su intervención en carácter de magistrado en un proceso en el que le achacó haber “perjudicado los intereses del grupo Clarín, toda vez que en ese marco dispuse la intervención y el allanamiento de la empresa Cablevisión S.A”.
Pero además, el juez suspendido señaló que la jefa del bloque político que representan Torello y Romero, o sea Bullrich, fue “agraviante” en el debate presidencial: afirmó que lo vinculó con el “narcotráfico internacional” y con el supuesto líder de la organización criminal de Rosario conocida como “Los Monos”. Así, hizo referencia a las expresiones de Bullrich en el debate del domingo pasado.
“Bregman, ¿usted sabe lo que es ser el jefe de una banda de narcotráfico? ¿Sabe quién es el Chapo Guzmán? ¿Sabe que le acaban de intervenir el teléfono al abogado del juez Bento mendocino? ¿Por qué? Porque son parte de las asociaciones ilícitas”, expresó esa noche Bullrich. Y agregó, buscando abundar en casos en los que los abogados defensores están ligados a criminales: “Le intervinimos el teléfono a Guille Cantero, (perteneciente a Los Monos), quien estaba libre en Flores; y así, por medio del abogado que era parte de la organización, lo metimos preso”, dijo en el debate.
Bento destacó que “semejantes manifestaciones, amén de ser violatorias del principio de inocencia, toda vez que implican un juicio de valor respecto al mérito de las imputaciones que se me siguen, sin que exista sentencia judicial de por medio, fueron vertidas el día anterior a que se produjeran los alegatos de cierre en el marco del proceso de remoción impulsado en mi contra”.
También sostuvo que “permanece latente y enraizado en el seno de esa facción política (Juntos por el Cambio) un sentimiento de animadversión hacia mi persona, al punto tal que despierta en esta parte un fundado temor de parcialidad respecto a la intervención de los representantes de aquel bloque en este proceso”.
Agregó Bento que “Torello es apoderado del Pro, partido que preside la mismísima candidata” y que las redes sociales públicas de Romero “dan cuenta que la nombrada es una ferviente militante del Pro Chubut a nivel provincial y de la candidatura de Patricia Bullrich a nivel nacional”.
“Dejo planteado el caso federal, en tanto la actuación del tribunal en vulneración de la garantía del juez imparcial constituye una lesión constitucional”, señala finalmente el juez acusado. De esta manera, la defensa dejó planteada la posibilidad de acudir a la Corte Suprema si el tribunal no se modifica y falla en contra de Bento.
Reacciones en el Jury
En el Jurado de Enjuiciamiento surgieron fuertes reacciones ante el planteo de la defensa de Bento, que fue considerado una mera “chicana” que además fue volcada en forma “extemporánea”.
“Se trata precisamente de un jurado político que sale por sorteo, es improcedente el reclamo”, dijeron algunas fuentes, respecto del intento de apartar a los representantes del Pro. También se comentó que “el juez tenía la oportunidad procesal correspondiente de recursarlos y no lo hizo”.
Las fuentes consultadas indicaron que las chicanas de la defensa “pretenden condicionar al Jurado pero son improcedentes” y fueron contundentes al sostener que este planteo “no puede demorar la sentencia”.
Ahora, el Jurado de Enjuiciamiento deberá decidir si corre traslado a los miembros recusados o si resuelve el reclamo sin esta instancia. Algunas fuentes creen que ocurrirá lo segundo: rechazarán el pedido sin prolongar el trámite.
Hubo quienes expresaron su enojo ante la noticia. “Esto muestra a las claras cómo actúan. El debate concluyó y estamos para sentencia, venir a hacer esta clase de planteos llama la atención”, dijeron.
El punto que más recalcaron es que la defensa debería haber cuestionado a los miembros del Jury cuando tomó conocimiento de su integración, no ahora.
No obstante, desde el lado de la defensa, indicaron que la idea de recusar surgió a partir de las expresiones de Bullrich en el debate del domingo pasado. “Hacemos las reservas para que, en caso de comprobarse alguna de estas circunstancias, vamos a hacer el planteo cuando corresponda, quizás fuera de estas horas que nos da el código para poder hacerlo”, había advertido en su alegato final Mariano Fragueiro Frías, el abogado principal de Bento, el lunes, luego de sentirse aludido por la candidata de Juntos por el Cambio.
La defensa finalmente no encontró elementos que solventaran la supuesta intervención del teléfono del abogado de Bento. Pero fue por otro lado. En el recurso presentado este jueves, el juez señaló que “a partir del conocimiento que la candidata a Presidente y líder del bloque parecía tener respecto del presente proceso, iniciamos una búsqueda que nos permitió tomar dimensión de un suceso gravísimo que condiciona la intervención de los representantes de aquel sector en el Jurado”. Y destacó que “si bien el suscripto recordaba vagamente la existencia de la denuncia desconocía quien había sido su impulsora. Me refiero a que en el año 2011, la candidata Patricia Bullrich había promovido un juicio político en mi contra junto con otros diputados de su espacio. Esta denuncia fue dirigida al señor Presidente del Consejo de la Magistratura y postulaba la apertura del procedimiento de juicio político a mi respecto, a partir de un supuesto desempeño irregular que me atribuía haber tenido en perjuicio de la firma Cablevisión S.A., perteneciente al Grupo Clarín”.
Bento precisó que, en este marco, tomó “conocimiento” del pedido de juicio político de Bullrich “a las 17 horas del 10 de octubre de 2023″ y razonó que aquel pedido “explica los agraviantes términos con los que la líder del espacio se refirió al suscripto en el marco del último debate presidencial”.
Para el juez suspendido, en consecuencia, los legisladores del Pro Torello y Acosta “carecen de la necesaria independencia de criterio requerida para pronunciarse libremente sobre la viabilidad del pedido de remoción formulado en mi contra”.
El fallo en cuestión no sólo resolverá si Bento puede seguir siendo juez federal o no, sino que, en el caso de inclinarse el tribunal por la destitución, el magistrado perderá los fueros y será detenido en cumplimiento de los pedidos de prisión preventiva que pesan en su contra en la causa penal.
Tibio “mea culpa” en el equipo de Bullrich
“No era el mejor ejemplo”, han reconocido en las últimas horas desde el entorno de la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich. Las fuentes se refirieron así al “anuncio” que hizo Bullrich en pleno debate nacional el domingo: “acaban de intervenir el teléfono del abogado del juez Bento”.
La Justicia Federal de Mendoza reaccionó de inmediato con una desmentida. “No hay ninguna orden de intervención telefónica al abogado de Bento, no se puede, eso es ilegal”, aclararon fuentes juidiciales.
En ese ámbito, ya se temía entonces que la expresión de Bullrich pudiera meter ruido en el proceso por mal desempeño al que es sometido el juez mendocino en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Y la profecía se cumplió.